SITGES 2024: PLEASE DON’T FEED THE CHILDREN rueda: De casta no le viene al galgo

La hija de Spielberg disimula que es hija de Spielberg, en su presentación en el Festival de Sitges

FESTIVAL DE SITGES, 11.10.2024. No es la primera vez que se presenta en Sitges la obra de un hijo o hija de un director famoso. De hecho, este caso ha ganado el Festival en dos ocasiones: Lynch hija, Jennifer, lo ganó en 2008 con Surveillance, y Cronenberg hijo, Brandon, lo hizo en 2020 con Possesor. Ahora le toca el turno a Destry Allyn Spielberg (sobra decir de quién es hija), que se estrena en Sitges con su ópera prima Please Don’t Feed the Children, pero ya les avanzo que por muy hija que sea de su padre, no va a ganar nada, porque vista la peli (un futuro distópico con zombies en el que unos adolescentes son secuestrados por una granjera a modo de Hansel y Gretel), queda claro que lo único que ha heredado de su padre ha sido el apellido.

Pero tal es el ímpetu y las ganas que le ponen los miembros del equipo invitados para la ocasión, formado por Destry Allyn Spielberg, Giancarlo Esposito, Vernon Davis, y sobre todo los jóvenes Emma Meisel, Regan Aliyah, Joshuah Melnick, Dean Scott Vazquez y Andrew Liner, que cualquiera diría que son los favoritos para ganar el Oscar, el Globo de Oro, el Goya, el Feroz, y hasta la Pezuña de Oro que otorga el casal para gatos sordomudos del pueblo Villaminina de los Pelos. Los jóvenes actores se alaban, se vitorean, se ovacionan y se aplauden después de cada intervención, seguros y convencidos de que han hecho algo grande, de que esta película les ha permitido crecer como actores, y de que como han pasado el examen con nota, les va a abrir las puertas de las ligas mayores.

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Queda claro cuando toman la palabra y hablan de sus personajes llenándose la boca con vocablos como “versatilidad”, “evolución” y “arco dramático”, como si hubieran interpretado personajes de la complejidad de William Shakespeare, Antón Chéjov o Tennesse Williams, cuando en realidad sus personajes son los típicos adolescentes de manual que reúnen todos los tópicos habidos y por haber, tan planos como una tabla de planchar, e igual de gilipollas cuando acaba la película que cuando empieza. Suerte para ellos que las críticas cinematográficas no se publican en TikTok, por lo que podrán seguir viviendo su sueño al menos hasta que regresen a Estados Unidos, momento en que tras ingerir la pastilla roja de Morfeo, se den de bruces con la dura realidad.

“Por muy hija que sea de su padre, queda claro que lo único que ha heredado de él ha sido el apellido”

La misma suerte que tiene Destry Allyn Spielberg de que no le hagan la pregunta que se suele hacer siempre en estos casos: qué consejo te ha dado tu padre, qué has aprendido de tu padre, qué colonia le regalas a tu padre por el Día el padre... Spielberg hija nos cuenta así, liberada de la pesada losa que supone su apellido, que empezó a dirigir por accidente, ya que deseaba ser actriz, pero haciendo cortos con sus amigos no encontraron a nadie que los quisiera dirigir, y por eso se puso ella. “Fue una experiencia espiritual”, confiesa. “Ya no quise ponerme delante de una cámara nunca más”. Y sobre Please Don’t Feed the Children, explica que la rodó en tan solo 18 días porque no tenía más presupuesto, y que en el montaje la rehízo casi por completo hasta llegar a lo que hemos visto en el Auditori.

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El único que parece consciente de saber dónde está, o sea presentando una película que no va a llegar a ningún sitio, pero que le sirve para estar un par de días de vacaciones en la soleada y mediterránea Sitges comiendo paella y bebiendo sangría, es Giancarlo Esposito, que responde a todas sus preguntas como si estuviera recitando un monólogo del Club de la comedia. El narco de Los Pollos Hermanos se siente feliz de haberse estrenado como actor en el género fantástico con títulos como Abigail, Maxxxine, Megalopolis, y ahora Please Don’t Feed the Children, y muy orgulloso de recibir en Sitges el premio Màquina del temps. “Un premio que con este nombre, espero que signifique que me conservo bien”, dice con sorna, “en un festival que se honra a los creadores, al cine, al público y al género”.

Y avanza la rueda con cada uno de los miembros de la mesa explicando cuál es su relación con el género fantástico, aunque ninguno de ellos se moje y todos salgan por pataneras, abogando por la creatividad, la posibilidad de crecer como actores, la posibilidad de conocer otros mundos, y demás gilipolleces por el estilo, y concluye definiendo, a petición de uno de uno de los periodistas presentes, Please Don’t Feed the Children con solo una palabra. ¿Están preparados para leer la lista? Tomen nota porque no tiene desperdicio: las palabras elegidas son “valentía”, “emocionante”, “ansiedad”, “atrapados”, “ñam ñam”, “muerto”, “suspense” y “extraordinaria”. Una de dos, o en Venusville hemos visto otra película, o creen que están concursando en Pasapalabra.