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El hombre de los Gremlins Mientras no le dé la luz, no le toque el agua, y no coma después de las 12, pueden preguntarle lo que quieran Por Àlex Giler |
<Sitges, 08.10.06. Tras firmar algunos de los títulos más representativos del cine fantástico de los 80 como Gremlins, Exploradores o El chip prodigioso, Joe Dante vive una segunda juventud profesional gracias a la televisión. La serie Masters of Horror ha vuelto a situarlo en lo más alto, y su episodio Homecoming ha obtenido en esta edición del Festival de Sitges el Premio especial del jurado y el de guión.
-¿Qué es exactamente The Movie Orgy (1968)?
-Son pequeñas partes de films ensambladas que monté en los sesenta, un collage loco construido a partir de material que el público de mi generación recuerda de cuando era pequeño, por lo que tiene un gran componente nostálgico. Está montado además de forma satírica, con noticias, dibujos animados, shows de televisión… Fue la primera película en la que trabajé y originariamente duraba siete horas, luego la dejamos en cuatro. Sólo existe una copia de 16 mm. y la tengo yo en casa.
-¿Tiene algo que ver con el collage de imágenes que sale en Exploradores casi al final de la película?
-Sí, parte de ello es de The Movie Orgy. También sale algo en Matinee. Hay una escena en la que el chico está viendo la tele y el material que sale es de allí. Siempre que puedo pongo algo de The Movie Orgy en mis películas.
-¿Es Hollywood Boulevard (1976) una película sobre la manipulación del negocio cinematográfico?
-Supongo que sí. Como era mi primera película me aseguré de meter todo lo que me interesaba porque estaba seguro de que no tendría la oportunidad de hacer una segunda y que sería mi única película.
-¿Por qué aceptaste hacer Piraña (1978) en lugar de Humanoides del abismo? ¿Quizás por el guión de John Sayles?
-No, acepté porque me dieron a elegir entre Rock’n Roll High School y Piraña, y mi amigo Allan Arkush quiso hacer Rock’n Roll High School, así que me quedé con Piraña, de la que pensaba que no era una idea demasiado buena para hacer una película. Fue entonces cuando entró en el proyecto John Sayles para reescribir el guión que filmé.
Los inicios: apadrinado por Spielberg como un chaperito por un viejuno verde
-¿Fue una liberación abandonar la New World Pictures de Roger Corman?
-No, no lo fue. Yo no era consciente en esa época, pero tenía más libertad en New World Pictures que la que he tenido después haciendo películas para otra gente. Cuando echamos la vista atrás, todos miramos la experiencia con Roger Corman de manera muy positiva, porque aunque nos quejemos de que en esa época no había dinero y de que las películas eran tontas, conseguíamos que quedaran exactamente como queríamos.
-¿Fue una buena elección entonces abandonar New World Pictures?
-Fue la única elección. Aunque todo aquél que ha tenido la oportunidad de trabajar con Roger Corman es muy afortunado. Es la mejor manera de aprender a hacer cine. No hay manera mejor.
-Aullidos (1981) habla sobre los miedos de los adultos a través de licántropos. ¿También quisiste hablar de sexo?
-Bueno, mis primeras películas tienen más sexo que mis películas posteriores. Aullidos fue un gran éxito. Quise hacer la película definitiva sobre hombres lobo, y poner sexo en una película de hombres lobo de 1981 era parte de lo que no se esperaba. Intenté incorporar elementos de todas las películas anteriores de hombres lobo y poner la historia en un contexto que mostrara a la gente hasta dónde habíamos llegado. A medida que la película envejece, por eso, las referencias se vuelven más tontas.
-Quizás el sexo estaba más en tu mente en esos días de lo que está ahora...
-Bueno, era más joven. Dicen que los hombres piensan en sexo cada cinco minutos, ¿no? (risas).
-¿Solo cada cinco minutos?
-Eso en América. Estoy seguro de que aquí la frecuencia es mayor (risas).
"Mis películas son exactamente lo contrario de una película de Steven Spielberg. En las películas de Spielberg los personajes miran al cielo y encuentran a Dios. En las mías miran al cielo y sólo se encuentran a ellos mismos" |
-¿Por qué Aullidos se convirtió en un clásico y Lobos humanos no, por ejemplo?
-No sé por qué, pero sé que Lobos humanos decepcionó a mucha gente porque no tenía hombres lobo sino lobos de verdad, animales reales. También me decepcionó a mí, yo quería ver maquillaje, quería ver criaturas que no existen... También tuvo la mala suerte de estrenarse en un mal momento, un momento en el que había montones de películas de hombres lobo y, además, según mi opinión tampoco era demasiado buena.
-¿Cómo afectó a En los límites de la realidad (1983)el accidente de helicóptero en el que murieron dos niños y el actor Vic Morrow?
-No afectó a la película porque ese segmento en particular se realizó antes que los otros como un episodio separado y único de John Landis. Landis lo hizo en un estudio diferente con un equipo técnico diferente, y los demás hicimos luego el resto de la película. Creía que el estudio la cancelaría después del accidente, pero no lo hizo porque querían una película de Twilight Zone de Steven Spielberg. Así pues no afectó al rodaje de la película, pero sí a su marketing, ya que todo el mundo tenía en mente el accidente. Eso impidió que tuviera éxito.
-¿Estás de acuerdo con que el éxito de Gremlins (1984) se debió en parte a la banda sonora de Jerry Goldsmith?
-Sí, todas las películas que he hecho con Jerry son un cien por cien mejores gracias a su música. Creedme, yo he visto la película con música, la he visto sin música, y es mucho mejor con música. Tuvimos mucha suerte de poder tener a Jerry Goldsmith. El éxito de la película se debió también a que tuvimos mucha suerte. Era la película perfecta en el momento justo. La verdad es que nadie esperaba tener tanto éxito.
-¿No crees que Exploradores (1985) se parece demasiado a otras producciones de Steven Spielberg?
-Es exactamente lo contrario de una película de Steven Spielberg. En las películas de Spielberg miran al cielo y encuentran a Dios; en Exploradores miran al cielo y sólo se encuentran a ellos mismos. Dejadme deciros que la película nunca se terminó. Los estudios detuvieron la producción y nos hicieron poner lo que teníamos. El final fue un auténtico desastre, el de verdad incorporaba una subtrama cósmica en la que todo el mundo estaba conectado mentalmente de manera un poco filosófica.
La madurez: el chaperito crece y desarrolla desviaciones zoofílicas
-John Landis y tú habéis seguido trayectorias muy parecidas, pero creemos que tú eres un director más instintivo, mejor conocedor del público de cada época, y también menos subversivo. ¿Estás de acuerdo?
-Bueno, la gente opina que sí soy subversivo, eso me priva de obtener buenos trabajos. No lo hago a propósito, es solo que lo parezco.
-¿Eres más subversivo desde que hicistes Matinee?
-Desde Matinee soy más político. En los noventa tomé conciencia de que la dirección debía ser útil y ahora hago material más político.
-¿Fue El chip prodigioso (1987) un remake en clave de comedia de Viaje alucinante, de Richard Fleischer? ¿Era también un homenaje a este director, tan injustamente olvidado por la Academia de Hollywood?
-No es un remake, es la misma idea. Me encanta Richard Fleischer, pero mi película no tiene nada que ver con la suya. Fleischer era un excelente director, pero Viaje alucinante es una de sus peores películas, así que hicimos lo posible para no parecernos aunque utilizáramos la misma idea, que no era mala.
-Tal como acaba El chip prodigioso, con Martin Short persiguiendo al cow-boy, siempre pensamos que tendría una continuación.
-Sí, podíamos haberla hecho, pero no recaudamos dinero suficiente (risas).
-¿Eres consciente de que No matarás… al vecino (1989) sólo podía obtener críticas favorables en E.U.A.?
-No lo era cuando la hice, pero de hecho en E.U.A. tuvo muy malas críticas. Aún así se hizo muy popular y hoy tiene montones de webs. No entiendo el por qué.
"Hasta Matinee, Matinee incluida, puedo verlas y decir ‘éstas son mis películas’, pero a partir de Matinee ya no es el caso, demasiados problemas y demasiada gente diciéndome lo que tenía que hacer" |
-Corey Feldman estuvo aquí hace dos años y dijo que se había divertido mucho haciéndola.
-Pues dejadme que os diga que él fue una auténtica mosca cojonera durante todo el rodaje (risas). Rodábamos en planos secuencias dejando que los actores improvisaran, así que la historia iba cambiando constantemente. Corey también improvisaba, pero no tenía gracia, así que le pedí que se ciñera al texto. “¿Por qué no puedo improvisar como los demás actores?”, me preguntó. “¡Porque tú no eres tan buen actor como ellos!” (Risas).
-Creemos que Matinee (1993) es la película que mejor resume tu filmografía. ¿Estás de acuerdo?
-No sé, no podría deciros. Mis películas son mis hijos, las quiero a todas.
-¿Pero es la que te salió exactamente como querías? ¿Cuál es entonces?
-Hasta Matinee, Matinee incluida, no puedo quejarme, todas salieron como quería, puedo verlas y decir “éstas son mis películas”, pero a partir de Matinee ya no es el caso, demasiados problemas y demasiada gente diciéndome lo que tenía que hacer.
-¿Podemos decir entonces que las películas que te han dado dinero son aquellas con las que el público te identifica?
-Claro, para el público siempre seré el tipo que hizo Gremlins.
-¿Crees que es justo?
-(Risas) Mirad los grandes directores que ya no están, Coged a Orson Welles por ejemplo, habrá gente que pensará que Sed de mal es mejor que Ciudadano Kane, o no, eso dependerá de cada uno, pero ambas son unas películas excelentes. En mi caso puedo decir que he hecho un puñado de películas que al público le ha gustado.
El presente: quitado de todos los vicios, vive una segunda juventud en televisión rodando bueno, bonito y barato
-¿Te pidieron hacer una tercera parte de Gremlins?
-No. Quizás la hagan algún día, pero como de la última ya hace mucho tiempo (16 años), es demasiado para dejar entre secuelas, así que creo que lo que harán será rehacer la primera película. Será diferente porque nosotros la hicimos con muñecos, que era la tecnología de la época, ahora la tecnología es completamente diferente.
-¿Qué opinas de la tecnología de ahora?
-Que es genial.
-Sí, ¿pero no crees que los efectos digitales cuestan más de creerse en pantalla? Cuando vemos un gremlin o E.T nos lo creemos, en cambio de todos los monstruitos que salen en la nueva Star Wars no nos creemos ninguno.
-Es cierto, son como dibujitos. Eso es porque las películas de antes se rodaban delante de la cámara. En una película de James Bond, por ejemplo, cuando hay una escena de esquí peligrosa, te quedas sin respiración porque un doble ha hecho esa escena realmente. Hoy hacen lo mismo por ordenador, así que se pierde el efecto de la fotografía real llevándose parte de la credibilidad. Puedes hacer lo que quieras, pero todo el mundo ve que no es de verdad, no queda tan bien como cuando filmas de una manera real.
-¿Te sientes ahora más cómodo y libre haciendo televisión que cine de gran presupuesto?
-Totalmente, vuelvo a mis viejos tiempos. Puedo hacer lo que quiera de manera barata y rápida. En Masters of Horror hay trece episodios, rodados uno tras otro con el mismo equipo técnico, como si fuera una película de trece horas. Nunca me han dicho qué debía hacer, nunca me han hecho pasar por pases de prueba, y todo el mundo ha hecho su mejor trabajo porque no hemos tenido que discutir con el estudio.
-Y ya para terminar, ¿para cuándo un Looney Tunes con Bugs Bunny y el pato Lucas de protagonistas, en vez de cómo meros comparsas cómicos de Brendan Fraser?
-¡Ja!, eso mismo deseaba hacer yo, pero el estudio lo quiso así. Looney Tunes ya era una mala película antes de hacerse./>
Joe Dante, the Gremlin Man
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