Intento de Marvel de llenar los trajes vacíos de los Vengadores a base de segundones tontorrones
Una cosa buena le voy a reconocer a Thunderbolts* (que, por cierto, una semana después del estreno ha cambiado su título por el de *Los nuevos Avengers, en el que quizá sea el stunt de márqueting con spoiler incluido más chorra de la historia): hay un punto de honestidad autocrítica y metanarrativa molona en el hecho de hacer una película sobre superhéroes desencantados y hastiados de sí mismos, en un momento en el que la audiencia del cine Marvel está justamente desencantada y hastiada. La gente quiere volver a la sensación de frescura y asombro constante del periodo 2014-2019, y Thunderbolts* es la primera cinta Marvel en reconocer que es muy difícil que eso suceda, y que mejor ponerse desde ya a intentar construir algo nuevo y diferente. El problema es que ese mismo estado de ánimo depresivo y cansino con el que juguetea Thunderbolts* la acaba convirtiendo en un producto que ofrece pocos atractivos. Ni divierte demasiado (a ratos es un tostón), ni tiene apenas capacidad de sorpresa, ni maravilla en absoluto.
Thunderbolts* intenta sacarle punta al Marvel más épicodecadente, con un elenco de héroes desarrapados, que sueñan con alcanzar el estatus “Triple A” que ocuparon en su día los glamurosos Vengadores, y que lleva vacante desde que Thanos perdió el guantelete. El único de entre ellos que resulta presentable, y que se erige tanto en líder del grupo como en protagonista principal de la cinta, es la nueva Viuda Negra, Yelena Belova. El resto dan verdadera pena: U.S. Agent (aquella especie de Capitán América de fiesta de disfraces que aparecía en la serie de TV Falcon y El Soldado de Invierno), Fantasma (una ex-asesina de S.H.I.E.L.D a la que vimos en Ant-Man y la avispa), Guardián Rojo (el padre de Yelena) y Bucky Barnes, el Soldado de Invierno, que quizás sea lo más parecido a un “héroe de verdad” que desfila por la pantalla, pero al que las necesidades del guion acaban arrastrando al barro junto a los demás.
"Si nos presentamos al programa 'Tu cara me suena', lo ganamos de calle"
Lo de los superhéroes cutres y gamberros que parecen carecer de disciplina, equilibrio emocional y código ético, pero que pese a eso acaban salvando el mundo casi por accidente, podría ser un ejercicio interesante: reírse de todo lo que ha dejado de funcionar en el MCU de los últimos años, y reutilizarlo como combustible para intentar levantar cabeza. Por desgracia, a Thunderbolts* le falta carisma por todas partes, tiene un problema de ritmo muy acusado (como ya he apuntado, los primeros 40 minutos son un prólogo-tabarra aburridísimo), se toma a sí misma demasiado en serio, es feúcha en el apartado visual (vale que es una película sobre el desencanto, pero no hacía falta bañarla en una paleta de colores mortecinos estilo Salvar al soldado Ryan), y la mayoría de sus personajes apenas tienen la entidad de un meme. O sea, que a Thunderbolts* le falta básicamente todo lo que hacía funcionar a El Escuadrón Suicida de James Gunn, a cualquier entrega de Deadpool o, incluso, al primer ¡Shazam!, por poner algunos ejemplos más o menos recientes.
"A Thunderbolts* le falta carisma por todas partes y la mayoría de sus personajes apenas tienen la entidad de un meme"
Quedémonos un momento con lo de los personajes. Yelena Belova es una fantástica Viuda Negra, interpretada por una Florence Pugh tan fina como de costumbre (aunque su acento ruso no hay dios que se lo crea), y David Harbour aporta una energía cómica y una presencia física contundentes como Guardián Rojo. Pero el resto…podrían desaparecer a mitad de la función y nadie los echaría de menos. US Agent es un quiero y no puedo. Fantasma es un chiste sin arco dramático. Soldado de Invierno parece ya amortizado del todo (es más: la desgana con la que lo interpreta Sebastian Stan da a entender que no le importaría sacrificarlo por la causa); y si nos fijamos en los villanos, la cosa no mejora. A la corrupta Valentina Allegra de Fontaine la hemos visto ya las suficientes veces como para poder concluir que es una señora sin el más mínimo interés (aunque Julia Louis-Dreyfus le pone ganas), y el antagonista principal, Centinela/El Vacío, sigue la tónica de no-villanos que son malos porque el mundo los ha hecho así (en este caso, el pobrecito tiene problemas de desdoblamiento de personalidad y no puede controlar lo que le pasa). Da la sensación de que, a estas alturas, los guionistas de Marvel matizarían incluso a Hitler.
"Tranquila, si como Vengadores no colamos, nos reciclamos en los Chiripitifláuticos"
Es verdad que Thunderbolts* mejora a medida que avanza, que su clímax tiene cierta profundidad emocional (inexistente en los productos Marvel de los últimos tiempos) y que su final deja un cliffhanger que pica la curiosidad como cierre de la Fase 5; pero no es menos cierto que carece de escenas dignas de ser recordadas, tanto en lo dramático como en lo adrenalítico (la secuencia más espectacular que tiene es la de Soldado de Invierno haciendo estrellarse un coche), que la dirección es en general bastante rutinaria y que, incluso en sus momentos más inspirados, le cuesta funcionar por sí misma, en primer lugar debido a su propia naturaleza de contenedor de reciclaje para personajes que vienen rebotados de otras diecisiete series y películas, pero también por el peaje de tener que arrastrar una metatrama que cada vez se antoja más espesa e indigesta. Si este es tu primer título del Universo Marvel, no vas a entender casi nada, y tampoco es que vayan a entrarte unas ganas locas de ver los 35 anteriores.
Thunderbolts* se lo curra para intentar recuperar a parte del fandom perdido, tirando de los mismos hilos que convirtieron a Guardianes de la galaxia en un éxito inesperado. Lo puede conseguir parcialmente, porque mejora resultados respecto a espantos absolutos como Thor: Love and Thunder, Ant-Man y la Avispa: Quantumanía, Capitán America: Brave New World o The Marvels (es que madre mía, menuda rachita…), pero le falta talento para ser el electroshock que haga latir de nuevo el corazón del MCU. El futuro sigue pintando chungo, hasta el punto de que la escena postcréditos, que anuncia la llegada de Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos (a estrenar este verano), tiene un ominoso tono profético que transmite fuertes vibras de “última bala”. Si eso tampoco funciona…
INFORME VENUSVILLE
Venusentencia: Dos Caras Harvey.
Recomendada por Kuato a: quienes van a ver cada nuevo estreno Marvel pensando “La esperanza es lo último que se pierde”.
No recomendada por Kuato a: quien se esté tomando unas vacaciones del cine Marvel. Ya le avisaremos cuando ocurra algo interesante.
Ego-tour de luxe por: el momento “Alicia a través del espejo”, en el que los héroes se meten en la psique del villano a ver si le arreglan los traumitas, tiene quizá las únicas imágenes potentes de la película.
Atmósfera turbinea por: que dicho momento se resuelva a base de saltos y mamporros, aunque sean metafóricos, es decepcionantemente poco original.
■ THUNDERBOLTS*. “Thunderbolts*” (2025). Dirección: Jake Schreier. Guión: Kurt Busiek, Joanna Calo, Lee Sung Jin. Reparto: Florence Pugh, David Harbour, Lewis Pullman, Sebastian Stan, Rachel Weisz, Olga Kurylenko, Hannah Jonh-Kamen, Julia Louis-Dreyfus, Wyatt Russell, Geraldine Viswanathan. ESTRENO EN VENUSVILLE: 30/04/2025.
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