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El retorno del rey Dijo que volvería y como es hombre de palabra Por Víctor Parkas |
<Un padre en apuros es mi película favorita. Si me mandasen a una isla desierta, junto con un aparato de TV, su correspondiente reproductor y un buen surtido de baterías, la cinta navideña de Schwarzenegger sería, entre cocoteros y palmeras, mi más grata compañía. A buen seguro, los fans de Arnie lo serán por Depredador, Desafío total o Terminator, pero su faceta que más alegrías me provoca es la que mostró en comedias de acción estrenadas durante los noventa: les cambio sin pensármelo Conan, el bárbaro por Poli de guardería, Mentiras arriesgadas o El último gran héroe. Siendo así, no es de extrañar que con El último desafío me lo haya pasado como un enano en un jardín.
El film, puesta al día de los parámetros macarras sobre los que trabajaba la productora Cannon, nos presenta a un sheriff entrado en años que debe impedir a un peligroso narcotraficante cubano -en busca y captura- cruzar la frontera. Eso es todo. Bueno, sólo eso y abalorios tales como niveles de testosterona rebasando todos los picos posibles, actitudes reaccionarias que harán las delicias a los afiliados y simpatizantes de la NRA y punchlines edición lápida que serían capaces de detener un tren blindado en marcha. Resumiendo: todo lo que hace divertida a una película americana de hostias y tiros está aquí en carretas tamaño familiar.
"Soy demasiado viejo para esta mierda"
La vuelta al ruedo, como protagonista absoluto, de Arnold Schwarzenegger, no podía haberse dado en mejores circunstancias, ya que el guión parece escrito expresamente para que lo recite él. Aunque en El último desafío no se encuentre en estado de gracia, la elección de ponerlo al frente de la película brilla por dos razones: Arnie ya tiene una edad y es tan consciente de ello como el personaje al que interpreta; y por otro lado, su carrera extra-cinematográfica como republicano gobernador del estado de California le ha granjeado una fama que no hace más que corroborar más aún con este nuevo título, fábula que de tan retrógrada e hiperbólica no puede ser más hilarante.
"Todo lo que hace divertida a una película americana de hostias y tiros está aquí en carretas tamaño familiar" |
Su clara condición revival del hard boiled imperante en la segunda mitad de los ochenta y el primer lustro de los noventa, entronca con un aroma western tanto en su puesta en escena (el pueblo fronterizo que defienden Schwarzenegger y sus hombres podría ser la puesta al día de cualquier set andado por John Ford) como en la ejecución de la violencia (el tiroteo final no puede apelar más a Grupo salvaje de Sam Peckinpah), así como en guiños puntuales espolvoreados a lo largo del metraje. El último desafío es, depurado en crepuscularidad genérica y con un libreto más simplista, el Sin perdón del cine con armas automáticas.
"La próxima vez ponte un traje de Turbo-Man"
No hay que olvidar que el director Kim Jee-woon firmó, en su corea natal, el gran homenaje al cine del oeste que fue El bueno, el malo y el raro. De aquella cinta, a parte del polvo y las chanzas, recupera una forma de facturar la acción que, dentro de una narrativa actual sujeta al modelo impuesto por Paul Greengrass, es recibida con cabalgatas ornamentadas por aquellos que disfrutamos de la limpidez en el storytelling cinematográfico. Desde que John Woo cruzase el charco para rodar Blanco humano, el debut de un director oriental en USA no había sido tan satisfactorio como hasta el estreno de El último desafío, la película más redonda dentro de la filmografía de Kim hasta la fecha.
Con el debate abierto alrededor del control de armas en Estados Unidos, El último desafío parece rodada y editada hace dos semanas con el único propósito de dar por culo: volarle la cabeza a alguien mientras caes con él al vacío, ancianas que ante un allanamiento de morada no pierden los anillos en coser a tiros a quien sea, u operar una ametralladora desde el maletero de un autobús escolar, son algunos de los numerosos caramelos a degustar en este film. En un panorama cinematográfico copado de superhéroes introspectivos, ciencia ficción obtusa y películas de terror psicológico, parece que únicamente el cine de acción es capaz de perder el miedo a ser acusado de frívolo. Y ahora que el Rey está de vuelta, todavía más./>
INFORME VENUSVILLE |
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Sentencia Quaid: Venus Hall of Fame |
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Recomendada por Kuato a: asiduos a las sesiones de Phenomena Experience. Nosotros vimos la película en un pase de prensa y no dejamos de escuchar aplausos, vitoreos y botellas de champagne descorchándose. | |
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No recomendada por Kuato a: la madre de Johnny Knoxville. En serio: ¿de qué productor es primo este tarado?. |
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Ego-Tour de luxe por: que pese al encorsetamiento sufrido por el estilo de rodar de Jae-woon Kim en su salto a Hollywood, el coreano se las haya arreglado para dar a luz una película tan pasada de vueltas y tan loca en los tiempos que corren. | |
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Atmósfera turbínea por: la traducción de un título con tanto subtexto como The Last Stand por un mash up cutre entre El último gran héroe y Desafío total. Lo llegan a subtitular con un “Para vosotros, que sois GILIPOLLAS” y no desentona. |
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