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LOS CUATRO FANTÁSTICOS: PRIMEROS PASOS crítica: Marvel empieza la remontada

Por fin otra película Marvel para ver sin necesidad de hacerlo planchando o plegando calcetines

CHEMA PAMUNDI

Lo impensable, ha ocurrido. En nuestra hora de mayor desesperación, incertidumbre y desánimo, la franquicia más antigua, aristocrática e icónica del universo Marvel (desde 1961 resolviendo entuertos), ha llegado para brindarnos lo que ya casi nadie esperaba: una película de superhéroes ESTUPENDA, que además tiene serias posibilidades de hacer remontar el interés por el MCU. Dan ciertas ganas de correr a gorrazos a los responsables de Marvel Studios, al imaginar dónde estaríamos ahora si esta cinta hubiese llegado en 2020, justo después de Vengadores: Endgame, en lugar de pasarnos los últimos seis años comiendo entremeses mal cocinados como Los Eternos, Wakanda Forever o The Marvels. Pero en fin, siempre podremos consolarnos pensando que, de haberse dado ese caso, quizá no hubiésemos tenido como protagonistas de los 4F a Pedro Pascal, Vanessa Kirby, Ebon Moss-Bachrach y Joseph Quinn, que son bastante responsables de que esto haya salido tan bien.

Este es la primer título Marvel post-Thanos que se preocupa en serio por “ordenar la habitación” en lo que se refiere a metatramas, en lugar de desordenarla aún más de lo que ya estaba (como hizo Doctor Strange en el multiverso de la locura), o de limitarse a barrer el desorden debajo de la cama (como ha hecho la reciente Thunderbolts*). No es solo que Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos pueda verse (y comprenderse) sin necesidad de haberse tragado otras siete películas y series antes que ella, sino que retoma temas fundacionales del universo Marvel, de cuando los superhéroes eran un género más inocente, esquemático, honesto y directo.

La acción de Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos tiene lugar en una versión alternativa de la Tierra, en la que no parece haber más superhéroes que ellos (aunque ya sabemos que de cara a Vengadores: Doomsday, los 4F aparecerán con su nave en la “Tierra oficial” del MCU; algo que ya se apunta en la escena post-créditos de Thunderbolts*). La suya es una sociedad idílica, que parece haber llegado al cénit del progreso tecnológico, representado por una especie de eternos años 50 con toques cyberpunk. Allí se desarrollan las aventuras de esta familia de superhéroes tan disfuncional como divertida: Reed Richards, alias Mr. Fantástico, genio científico que puede estirar su cuerpo hasta límites insospechados; su esposa Sue Storm (la Mujer Invisible), el hermano de esta Johnny Storm (la Antorcha Humana), y el mejor amigo de los otros tres, Ben Grimm (La Cosa). Durante la función aparecerá un quinto héroe, o más bien protohéroe, Franklin Richards, el hijo recién nacido de Reed y Sue, que enseguida empezará a apuntar maneras como uno de los individuos potencialmente más poderosos del universo Marvel.

 

"Si pinchamos, nos reciclamos en la Familia Blue que el color ya lo tenemos"

 

La trama de fondo, bien sencilla, va de frenar a Galactus, una entidad cósmica de tamaño colosal, cuyo sobrenombre de “El devorador de mundos” ya hace suponer que no ha venido a nuestro planeta para hacer turismo mochilero. Le acompaña su heraldo, Silver Surfer (nombre de pila Shalla-Bal), una alienígena plateada que cruza el espacio sobre una tabla de surf, y que es un personaje con mucha más enjundia y menos ridículo de lo que parece. Galactus se muestra dispuesto a no destruir a la Tierra si los Cuatro Fantásticos le entregan al pequeño Franklin, y el dilema moral que eso les plantea (tratar de derrotar a Galactus a hostia limpia, lo cual parece imposible, o acceder a su chantaje y salvar el planeta a costa de perder a su hijo), es el principal motor dramático de la historia, que en su tramo final adquiere tintes apocalípticos.

Al igual que la reciente Superman, y ojalá esto se convierta a partir de ahora en un estándar del cine de superhéroes (por favor te lo pido, diosito), Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos no pierde tiempo en detallarnos el siempre estomagante origen de los protagonistas. En su lugar, se nos narra de corrido una versión resumidísima de cómo pillaron los poderes y de sus primeras misiones, mediante una elipsis de diversos noticiarios televisivos, aprovechando que la película se abre durante las celebraciones del cuarto aniversario de existencia del supergrupo (por cierto, qué maravilla la minisecuencia de combate contra el mutante Giganto, que calca la portada del primer tebeo que se publicó de los Cuatro Fantásticos).

Ese arranque marca la principal prioridad del guión, que es establecer un ritmo alto e ir de frente y al grano, sin dar rodeos ni guardarse ases en la manga. En el primer cuarto de hora ya están los cuatro delante de Galactus pidiéndole explicaciones, y lo que sigue es quizá la mejor escena de acción de la cinta: una frenética persecución multiplanar en la que pasan mil cosas al mismo tiempo: portales cerrándose, la nave espacial perdiendo piezas, Silver Surfer tratando de pillarlos, Sue Storm poniéndose de parto, la Antorcha Humana y La Cosa insultándose…, y que supone toda una masterclass de planificación y adrenalina. Salvo por algunos monólogos explicativos necesarios (y que tampoco se enrollan demasiado), toda la cinta mantiene esa cadencia endiablada.

“La franquicia más antigua, aristocrática e icónica del universo Marvel ha llegado para brindarnos lo que ya casi nadie esperaba: una película de superhéroes ESTUPENDA”

Si algo exuda por todas partes Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos, es carisma. Se nota, por ejemplo, en el suntuoso diseño de producción retrofuturista, que llena cada plano con detallitos de ciencia-ficción pulp que parecen directamente traídos de los Jetsons o los Thunderbirds (el robot H.E.R.B.I.E., sin ir más lejos). O en la chispa de los diálogos, que mezclan las dosis justas de épica, tragedia y gamberrada (hay chistes recurrentes muy graciosos, como el motivo por el cuál La Cosa se niega una y otra vez a decir su icónica frase “¡Es la hora de las tortas!”). O en un villano Marvel que, por fin, da miedo y tiene una presencia rotunda (es ACOJONANTE ese momento en el que, recién aterrizado en Manhattan, lo primero que hace es agarrar un puñado de tierra y olerla, como quien se deleita con el aroma de un vino antes de bebérselo).

Pero, sobre todo, este carisma se nota en unos personajes protagonistas muy bien escritos, que hacen justicia a sus versiones de tebeo y que tienen, todos ellos, profundidad psicológica y espacio para brillar; es lo contrario de lo que ocurría en las anteriores iteraciones cinematográficas del grupo, en las que, o bien solo importaba Reed Richards y los otros tres eran simples comparsas unidimensionales (así ocurría en la película de 2005 y en su secuela), o bien los cuatro estaban tan uniformemente amargados que parecían todos el mismo personaje (esto pasaba en el calamitoso reboot de 2015).

Aquí vemos asomar en ellos matices sutiles, que siempre han estado presentes en los cómics, como la obsesión de Reed Richards por el control, la determinación bajo presión de Sue Storm, la disimulada inseguridad de Johnny Storm o la espiritualidad de Ben Grimm (la escena en la que visita una Sinagoga ha sido criticada por algunos, al interpretarse como un guiño político pro-Israel por parte de Hollywood, cuando la realidad es que el personaje es judío porque así lo creó Jack Kirby, que también lo era). Los cuatro actores que los encarnan demuestran ser un acierto total. Tienen una química fabulosa y logran transmitir de manera creíble la dinámica familiar que da su razón de ser al grupo.

 

"Ahora entiendo por qué Johnny va siempre tan caliente"

 

Quizás el eslabón más débil en este apartado sea la versión femenina de Silver Surfer. La idea de base es muy acertada para un universo paralelo, ya que en los cómics, Shalla-Bal es una emperatriz galáctica ex-amante del Silver Surfer original. Además, la encarna Julia Garner, una actriz siempre extraordinaria. Sin embargo, la evolución emocional del personaje se siente algo atropellada, más guiada por conveniencias de guion que por la lógica, y su aspecto físico, creado por entero mediante efectos digitales, no acaba de convencer.

Los efectos digitales serían, ya que los mencionamos, el único borrón que empaña un poco el espectáculo. No es que sean malos, pero tampoco deslumbran; por desgracia, ese empieza a ser un mal endémico de los blockbusters de nuestro tiempo. Da la sensación de que Hollywood ha tocado techo a nivel tecnológico y que los departamentos de efectos visuales cada vez trabajan más a destajo y con presupuestos más apretados. El resultado, en casi todas estas producciones, acaba siendo una variante de la teoría del “valle inquietante”, por la cual los espectadores nos damos perfecta cuenta de que estamos viendo peores trucajes que hace diez años, pero ya no nos quejamos porque nos hemos acostumbrado.

Pese a ser ya la 37ª película del MCU, Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos se siente tan fresca y desacomplejada como si fuera la primera. Se podrá decir que, a diferencia de las entregas iniciales de Iron Man o Los Vengadores, aquí nada es espontáneo, que todo está hecho tirando de algoritmo para que funcione. Es cierto, pero hemos de ser conscientes de que, en un contexto tan viciado y resabiado como el actual, esto es lo más parecido que vamos a obtener al “sabor original”. Te tiene dos horas seguidas sonriendo, consigue dejarte boquiabierto en tres o cuatro momentazos, y te hace salir del cine maldiciendo por tener que esperar un año y medio para volver a ver más aventuras de esta peculiar familia. Tenían que ser ellos, claro. El grupo de superhéroes que lo empezó todo. Marvel da en la diana con su última bala. Qué alivio, joder.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Venus Hall of Fame

INF VNV 5

Recomendada por Kuato a: los fans que creían que Marvel ya no iba a levantar cabeza (es decir, todos).

No recomendada por Kuato a: quienes se jactan de que las películas de superhéroes “no son cine” van a rabiar fuerte, porque esto no solo es cine, sino cine excelente.

Ego-Tour de luxe por: que incluso el Hombre Topo, que aparece en dos escenas, sea molón.

Atmósfera turbínea por: que ahora las pelis Marvel que quedan por en medio hasta que volvamos a ver a los 4F, van a darnos todavía más pereza.

 

■ LOS CUATRO FANTÁSTICOS: PRIMEROS PASOS. "The Fantastic Four: First Steps" (2025). Dirección: Matt Shakman. Guión: Eric Pearson, Josh Friedman, Jeff Kaplan, Ian Springer, Peter Cameron. Reparto: Vanessa Kirby, Pedro Pascal, Ebon Moss-Bachrach, Joseph Quinn, John Malkovich, Paul Walter Hauser, Julia Garner, Ralph Ineson, Natasha Lyonne, Sarah Niles, Robert Downey Jr. ESTRENO EN VENUSVILLE: 24/07/2025.

 

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