Categorías

WICKED crítica: Verde, que te quiero verde

Adaptación del musical de de El mago de Oz, con Glinda y Elphaba en modo Profesor X y Magneto

RAY ZETA

Con tanta bruja de Oz en las diferentes versiones, acabaremos teniendo que hacer un curso especial brujeril oziano para aclararnos sobre quién es quién... Según la novela original de L. Frank Baum de 1900, “El maravilloso mago de Oz”, hay cuatro brujas, dos buenas (la del norte y la del sur) y dos malas (la del este y la del oeste). La versión cinematográfica de 1939 obvió la bruja buena del sur y se quedó con la bruja buena del norte Glinda, protectora de Dorothy, y con las dos brujas malas: Nessarose o la del este, a quien Dorothy mata involuntariamente cuando su casa voladora le cae encima, y Elphaba o la del oeste, la bruja verde villana de la peli, muerta también accidentalmente cuando Dorothy le arroja sin querer un cubo de agua.

Oz, un mundo de fantasía, precuela que narra los orígenes del mago, prescindió también de la bruja del sur y se quedó con las tres de El mago de Oz, aunque con diferentes nombres, y novedades como que la bruja del oeste se vuelve verde y mala porque la del este le da una manzana hechizada con ese propósito. Y ahora llega Wicked, también precuela, pero en esta ocasión para contarnos la historia de Elphaba y Glinda antes de convertirse en las brujas del norte y del oeste respectivamente, cuando eran estudiantes que llevaban trenzas, correteaban detrás de los guaperas del insti, e iban a la discoteca por la tarde porque debían estar antes de las diez en casa. Y lo más importante, cuando eran mejores amigas, siendo Elphaba una joven prometedora con una talento especial para la magia.

 

"Parecemos la versión femenina de Albus Dumbledore y Gellert Grindelwald"

 

Pero no se asusten, porque siguiendo la tendencia del Hollywood actual, no hay personaje protagonista malo, o al menos no malo del todo. Desde Anakin Skywalker a Cruella de Vil, pasando por Megatron, ningún villano de la nueva hornada es un hijoputa de nacimiento de los que se entretenía de niño clavándoles alfileres a las mascotas del vecindario (eso se reserva a psychokillers profesionales como Michael Myers o Leatherface), sino que son rebeldes porque el mundo los ha hecho así, y se han convertido en villanos a su pesar debido a las desafortunadas e injustas circunstancias de la vida. Y Elphaba no es la excepción. Si hasta el mismo Gru, supervillano de manual, adopta huerfanitas desvalidas porque tiene su corazoncito, cómo no va a tenerlo Elphaba…

O sea, que Wicked narra la conversión de Elphaba en la mala malísima bruja del oeste y el distanciamiento de las dos amigas, igual que X-Men: Primera generación contó el del Profesor X y Magneto, o la reciente Transformers One ha hecho lo propio entre Optimus Prime y Megatron. ¿Ida de olla de los guionistas? Sí, pero justificada, ya que Wicked adapta el musical de 2003 de Stephen Schwartz y Winnie Holzman basado en la saga literaria “Wicked” de Gregory Maguire, formada por cuatro volúmenes: “Memorias de una bruja mala” (1995), “Hijo de bruja” (2005), “Un león entre los hombres” (2008) y “Fuera de Oz” (2011). O sea, que si este primer díptico funciona (recuerden que son dos entregas a modo de Parte 1 y Parte 2), es muy posible que en breve tengamos otro como por arte de magia (nunca mejor dicho).

“Una puesta en escena colorista y vibrante, números musicales espectaculares con gracia y gancho perfectamente integrados en la narración, y dos actrices en estado de gracia”

No se sorprendan pues, si los personajes irrumpen a cantar en cualquier momento, y disfruten de los números musicales tanto como del resto de película, porque como buen blockbuster comercial, Wicked se luce en todos sus apartados. Una puesta en escena colorista y vibrante; números musicales espectaculares con gracia y gancho perfectamente integrados en la narración; dos actrices, Cynthia Erivo y Ariana Grande, en estado de gracia: la primera llenando de ternura y matizando un personaje que irá acercándose al Lado Oscuro de manera plenamente justificada, la segunda en una autoparodia constante con guiños a Barbie, y ambas desplegando una química que ya quisieran Brad Pitt y George Clooney para sus pelis conjuntas; y personajes secundarios carismáticos como los interpretados por Jonathan Bailey, Michelle Yeoh y Jeff Goldblum.

Jonathan Bailey se siente como pez en el agua haciendo del príncipe encantador un chulito, un pasota y un canalla irresistible, con el que todos nos iríamos de fiesta, al igual que Jeff Goldblum como el mago de Oz, a quien le bastan escasos minutos para hacerse suyo el personaje hasta el punto de mimetizarse con él como si fuera el protagonista de la función (intuimos, y esperamos, que gozará de más minutos en la segunda parte). Michelle Yeoh por su parte, está perfecta como profesora de magia y artes oscuras, pero más perdida que Babe en una fábrica de jamones a la hora de cantar, por lo que salva la papeleta entonando apenas un par de frases hablando con música, más que cantando. La próxima vez, que además de profesora de artes oscuras, lo sea también de artes marciales.

 

"Si tienes en clase a un niño con una cicatriz en forma de rayo en la frente, catéale"

 

La dirección a cargo de John M. Chu resulta rápida, ágil y ligera, pese a sus dos horas y cuarenta minutos de metraje (lo que no se esperaba, después del rollete que significó En un barrio de Nueva York), repleta de referencias a El mago de Oz clásico para integrarse en su mismo universo (no lo aceptaríamos de otra manera), además de tener un ojo puesto en propuestas más actuales como la saga de Harry Potter (Shiz no es más que un Hogwarts reciclado), la serie Miércoles (ay, ese bailecito en Oztrellas…), o el género de superhéroes en general (¿qué es Wicked, si no la génesis de Elphaba como superheróína, y su conversión en supervillana a modo de Jean Grey / Fénix Oscura?), sin olvidarse de hablar de temas de interés social como la xenofobia, el rechazo y el miedo al diferente o la corrupción política, mal nos pese, siempre de moda.

Todo ello con el triunfo añadido de primar la ironía por encima de la ñoñería, lo que hace que en el Mortal Kombat celebrado en el Venusville Square Garden, Wonka VS. Wicked, Wicked resulte vencedora, así como en los enfrentamientos con West Side Story y En un barrio de Nueva York (sendos fracasos que ni siquiera cubrieron su presupuesto). Wicked: Parte uno se revela como el mejor musical de todos ellos al recuperar la majestuosidad de los grandes musicales del Hollywood de antaño y ofrecer una acertada y épica actualización del universo de Oz para las generaciones presentes, que no conectarían con El mago de Oz clásico ni por la técnica Ludovico. La única pega es que hay que esperar un año entero para poder ver la conclusión, lo que va a volvernos verdes de la impaciencia.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Venus Hall of Fame

INF VNV 5

Recomendada por Kuato a: quien tras Oz, un mundo de fantasía perdiera la fe en el reino de Oz.

No recomendada por Kuato a: quien se le hizo bola Wonka por hablar como cuando se ducha uno de buen humor.

Ego-Tour de luxe por: ver a Michelle Yeoh cantando, aunque sea poco.

Atmósfera turbínea por: que Oz, un mundo de fantasía contaba la historia del mago de Oz cuando aún no era el mago de Oz, y las hadas ya existían, y en cambio, Wicked cuenta la historia de las hadas de Oz cuando aún no son las hadas de Oz, y el mago ya existe. ¿Cómo se come esto?

 

WICKED: PARTE UNO. “Wicked: Part One” (2024). Dirección: Jon M. Chu. Guión: L. Frank Baum, Winnie Holzman, Gregory Maguire. Reparto: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jeff Goldblum, Michelle Yeoh, Jonathan Bailey, Marissa Bode. ESTRENO EN VENUSVILLE: 22/11/2024.

 

VENUSRELACIONADOS

Facebooktwittermail

No hay comentarios.

Agregar comentario