UNDERWORLD: EL DESPERTAR crítica: Vampire Crisis

Vampire Crisis

Selene coge celos de Bella y regresa en el cuarto
episodio underworldiniano como mamá vampira

Por Beto

<Ya han pasado casi 9 años desde el estreno de Underworld (que ya comentamos por aquel entonces en nuestro entonces fanzine en papel). Y todavía recuerdo las buenas sensaciones que me dejó la película dirigida por Len Wiseman. La sociedad elitista vampírica enfrentada contra los hombres-lobo marginales resultó ser un buen cocktail que tuvo su continuación en Underworld Evolution (muy por debajo de su antecesora), y la precuela interesante, aunque para mi gusto injustamente tratada, Underworld, la rebelión de los licántropos, donde contamos con la agradable presencia de la maciza Rhona Mitra.

Pues bien, el señor Wiseman tenía ganas de más, y como ya estaba agotado el temita de las saga de los Corvinus y su árbol genealógico que engloba a vampiros, lobos y humanos, ha optado por presentar una cuarta entrega donde lo que prima es la acción pura y dura por encima de la historia. En medio de una sociedad que ha descubierto la existencia de vampiros y lycans, Selene huye de un cautiverio criogénico de 12 años en la empresa Biocom (vamos, la corporación Umbrella de turno) acompañada de su hija, un ser con habilidades vampiro-licántropas. Su objetivo será encontrar el paradero de Michael y frenar el proyecto de Biocom, que es la creación de una raza de super lycans. Para este cometido, Wiseman (esta vez desde la producción) ha contado con Mans Mårlind y Björn Stein, directores de Storm, lo que desde luego no auspiciaba nada bueno, desde luego.

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"Espero que no se noten los remaches que le he puesto al traje para que aún me entre "

¿Qué sale ganando Underworld: El despertar respecto a sus antecesoras? Pues sobre todo gana en acción y dinamismo. Lo que diríamos en un símil futbolístico, juego directo. Las escenas de lucha son mucho más cruentas y abundantes, destacando entre todas el ataque de la nueva raza de lycans a la guarida de los vampiros. Los nuevos hombre-lobo son mucho más ágiles y sanguinarios (y cada vez tienen menos de lobo que Mickey Rourke de guapo), destacando por encima de todos el super lycan que los lidera, una especie de jefe final de nivel de videojuego, ya que su tamaño es equiparable al de Hulk, pero cambiando el verde cantón por pelos y muchos colmillos.

"¿Qué ganamos respecto a sus antecesoras? Pues sobre todo acción y dinamismo. ¿Y en qué perdemos? En la profundidad de la historia"

Como contrapartida, los vampiros tienen que recurrir a cualquier arma que tengan a mano para repeler el ataque. ¡Ay, pobres vampiros! Tan alejados del glamour y lujo en el que vivían en épocas pasadas, se tienen que conformar ahora con vivir escondidos como ratas para no ser pasto de los colmillos de los lycans, pues se nos presenta a una sociedad vampírica al borde de la extinción. Es interesante observar cómo a lo largo de la saga la supremacía de una raza respecto a la otra ha variado radicalmente. Si tuviésemos que poner un pero a la lucha incesante que nos ofrece la cinta es que la raza de lycans es puro efecto de ordenador y lo peor es que se nota mucho, pero mucho, en las escenas de lucha y, sobre todo, en la persecución automovilística por la ciudad, con los lycans saltando de coche en coche como si se tratase de un juego de plataformas.

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"Repite que el látex le queda mejor a Milla Jovovich en Resident Evil y te mato"

¿Y en qué se sale perdiendo? En la profundidad de la historia. Quedan atrás las intrigas entre ambos clanes, las conspiraciones y ese ritmo más pausado que permitía ir digiriendo tranquilamente lo que la historia nos iba mostrando. En esta caso, el argumento pasa un segundo plano y todo protagonismo queda en las manos de Kate Beckinsale, que se dedica a pasear su cuerpo enfundado en cuero negro a lo largo de la cinta con cierta desidia, aunque eso sí, sin dejar de repartir hostias. Tal vez son manías mías pero juraría que la veo más poquita cosa. Debe de ser que aún me acuerdo de las curvas de Rhona Mitra (creo que ya la he mencionado, ¿no?).

Aprovecho la ocasión para sugerir al coreógrafo de las escenas de acción que cuando Kate dispare deje de estar como un palo tieso, ya que su pose me recuerda muchísimo a los primeros videojuegos de Tomb Raider, que nos mostraban a una Lara Croft a la que parecía que le habían insertado un palo por donde la espalda pierde su santo nombre. Por otra parte, los acompañantes de Selene no dejan de ser unos meros comparsas, incluidos el vampiro que le echa un cable, su hija (no sé ni para qué se inventan este personaje) o los tíos chungos de Biocom. Nada que ver con el protagonismo y empaque que lucían en Underworld Lucian, Kraven o el malo malísimo de Viktor. Billy Nighy, cómo te echamos de menos, amigo…/>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey



		Recomendada por Kuato a: a Joe Johnston, director de *El hombre lobo*. Estos lycans si que acojonan y no el lobisome del tres al cuarto que interpretó Benicio del Toro.

		No recomendada por Kuato a: Viktor, líder de los vampiros de antaño. Si viese que a sus huestes sólo les falta el dodotis cando se enfrentan con los lycans, reniega de ellos y se une a las huestes de su hermano Lucian.

		Ego-Tour de luxe por: la huida de Selene de Biocom. Especialmente en el sprint que hace por un corredor degollando a todo guardia que le sale al paso. Ni las cuchillas de Freddy Krueger se mueven tan rápido, oigan.

		Atmósfera turbínea por: el papel secundario de los vampiros en la cinta. Con la poca bola que les dan me veo en cuatro días al mismísimo Van Helsing en el paro.