SITGES 2024 crónica 4: Bienaventurados los pobres

Rich Flu; The Kingdom; Your Monster; A Different Man

Pocos días antes del arranque de Sitges 2024 apareció en prensa un artículo sobre los principales festivales de cine de España y sus subvenciones. El dato que me pareció más llamativo fue que San Sebastián y Sitges lideran la lista en cuanto a ingresos de taquilla (casi en un empate técnico), pero que, en cambio, dado que San Sebastián está considerado un festival de primera categoría internacional, a la altura de Cannes o la Berlinale, y Sitges no, el primero recibe diez veces más financiación del estado que el segundo; un millón de euros frente a cien mil y pico. Incluso el festival de Málaga, mucho menos veterano y tan especializado como Sitges (en su caso, en cine iberoamericano), pilla más pasta.

Show me the money!

Este agravio comparativo es el que, al menos a lo largo de la última década, ha empujado a Sitges a tener que autofinanciarse más de lo que sería deseable para un evento de su tamaño. Es un certamen cuya supervivencia depende de que sea rentable por sus propios medios, y por ello la organización parece vivir permanentemente obsesionada por el dinero que genera la venta de entradas. Que, por suerte, cada año va como un tiro (esta vez, la mayoría de sesiones se habían agotado a las pocas horas de estar disponibles). Sitges tiene una salud de hierro, no corre ningún peligro, pero estaría bien que los poderes públicos le prestasen algo más de atención y de ayuda, aunque fuese para poder quitarnos de encima la incómoda sensación de que el cine fantástico se sigue considerando un poco menos cultura que cualquier otro tipo de cine.

Las películas de hoy:

RICH FLU (Galder Gazteiu-Urrutia, España, 2024)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Se desata una pandemia global que mata a los ricos. Al principio solo afecta a las figuras en la cúspide de la pirámide económica (el Papa, la realeza, los principales billonarios…), pero a partir de ahí, la guillotina viral va bajando. Los síntomas de la enfermedad se las traen: si un día tu dentadura se pone a emitir un llamativo resplandor blanco, date por jodido. Todo el mundo empieza a intentar quitarse de encima sus activos a fin de evitar a la Parca, pero claro, no hay nadie a quién colocárselos y se instaura el caos. Vemos todo esto a través de la mirada de Laura (Mary Elizabeth Winstead), la despiadada asistente de confianza de un millonario. Laura estaba justo en la cúspide de su carrera cuando la plaga estalla, y ahora se verá obligada a reajustar constantemente a la baja su rol en esa nueva realidad para poder sobrevivir.

"David Broncano me pregunta cuánto dinero tengo en el banco"

Tras la exitosa El hoyo, Galder Gazteiu-Urrutia vuelve a incidir en una historia de ciencia ficción chunga con fuerte componente de denuncia social. Sin embargo, lo que en El hoyo era una carismática retranca para las metáforas y una unión más o menos orgánica entre fondo y forma, aquí es postizo discursismo de tertulianos televisivos y un exceso de gravedad y pretensiones que no cuadra con una premisa tan chiflada. A esta distopía estilo Black Mirror le hubiese sentado guay un tono más satírico o surrealista, menos cariacontecido y pedante. Más El ángel exterminador y menos Hijos de los hombres (película maravillosa, ojo, pero cuyo hiperrealismo juega en una liga distinta que aquí no cuela).

La primera mitad de Rich Flu aún se sostiene razonablemente bien, y se hubiera agradecido que profundizara todavía más en cómo se descalabra el orden mundial; pero en su segunda parte, cuando entra en juego el discutible girito argumental de los refugiados a la inversa, y los protagonistas viven una ristra de situaciones que pretenden ser “durísimas”, pero que en algunos casos parecen más bien pruebas del concurso “Supervivientes” (todo ello punteado por una insufrible banda sonora de coros plañideros), la película cae rodando por el terraplén de la vergüenza ajena y ya no se recupera, ni siquiera con su buen final de fábula con moraleja. Irrelevante.

Venusentencia: Dos Caras Harvey

THE KINGDOM (Julien Colonna, Francia, 2024)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Nunca deja de sorprender la capacidad del cine de mafiosos para renovarse. Cuando crees por enésima vez que ya lo has visto en todas sus variantes, llega un drama coming of age como este y devuelve tu percepción del género a la casilla de salida. The Kingdom cuenta la historia (al parecer real) de Lesia, una chica de 15 años de un pueblo en la costa de Córcega, que un buen día es enviada por sus tíos a pasar una semana con su padre cincuentón, al que no ha tratado mucho hasta entonces por cuestiones de trabajo; y es que el trabajo del tipo es, ni más ni menos, que el de jefe de un clan mafioso corso. Las cosas se aceleran cuando tanto una banda rival como la policía empiezan a cerrar el cerco sobre ellos, y la semana de vacaciones se transforma en un periodo indeterminado de huidas de un escondite a otro y ajustes de cuentas mutuos.

"Dispara al jabalí, pero que parezca un accidente"

La cotidianeidad de la relación paternofilial, sus momentos íntimos de diversión y confesiones, se entremezcla con un entorno de violencia que no les da respiro, pero que a la vez acelera la complicidad entre ambos. La situación será todo lo disfuncional que uno quiera, pero es la mano de cartas que la vida le ha repartido a Lesia y ella la juega a tope (en un diálogo con otro personaje, la muchacha confiesa que no le divierte especialmente acompañar a su padre a cazar jabalíes, pero que lo hace “para pasar todo el tiempo que pueda con él”). Día a día, sin que ninguno de los dos se dé cuenta, Lesia está desarrollando una vinculación emocional y una sensación de responsabilidad hacia el clan no tan diferentes a las que experimentaba Michael Corleone en El padrino.

El principal hallazgo de The Kingdom es su reparto, formado enteramente por actores no profesionales (a los que se seleccionó tras un proceso de casting de casi un año de duración), que dan un resultado dramático excelente y aportan al conjunto una sensación de realismo casi documental y una intensa emotividad sin forzar una sola nota, en una película más interesada por transmitir sensaciones viscerales que por dar una clase de historia sobre la ola de violencia mafiosa en la Córcega de los 90. Un debut notable del director Julien Colonna, al que desde ya mismo toca seguir de cerca.

Venusentencia: Copas de yate

YOUR MONSTER (Caroline Lindy, EUA, 2024)

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Laura es una actriz de musicales que se está recuperando a la vez de un cáncer y de la ruptura amorosa con su novio (un compositor y director teatral que cortó con ella, precisamente, en cuanto le diagnosticaron la enfermedad). En medio de la depresión más absoluta, Laura encuentra de repente la mejor forma posible de terapia en el monstruo que habita en el armario de su dormitorio, al que había olvidado desde que era niña y que de nuevo vuelve a aparecer para alegrarle la vida y aliviarle los picores.

Your Monster, escrita y dirigida por la debutante Caroline Lindy a partir de un episodio autobiográfico (le ocurrió lo mismo que a la protagonista; no lo del monstruo en el armario, sino lo del cáncer y la ruptura), es una macedonia de comedia romántica interespecies y oscuridades psicológicas con el mundillo de la farándula como telón de fondo, rollo Cisne Negro; y, aunque está cargada de razón en su discurso antipatriarcal y de buenas intenciones en su tratamiento de lo fantástico, en conjunto los resultados son algo forzados.

"Pues a mí me gusta más la versión de Léa Seydoux que la de Emma Watson"

Durante tres cuartas partes de su metraje, la película se mantiene en un tono casi de telefilm de sobremesa sin sobresaltos, dejando pasar todos los desvíos argumentales que podrían mejorarla (aunque fuera a costa de oscurecerla). Al final, muy al final, acaba tomando uno de dichos desvíos, pero no es precisamente el más original de ellos y, además, modifica tan de sopetón el comportamiento de los personajes que resulta un tanto inverosímil.

Si Your Monster logra llegar al aprobado es gracias a la buena química de la pareja protagonista (Melissa Barrera como Laura, y Tommy Dewey como el apuesto monstruo), y a unos diálogos con mucha más chispa que las anodinas situaciones que los sostienen. Es llamativo que lo que mejor acabe funcionándole a la película sean sus características a priori más trilladas y menos prometedoras (la historia de amor entre “la bella y la bestia”), mientras que los elementos originales que le podrían dar más personalidad propia sean los que la hacen tropezar. Pero así son las cosas del querer.

Venusentencia: Dos Caras Harvey

A DIFFERENT MAN (Aaron Schimberg, EUA, 2024)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Podría hacerse una sesión doble bien maja entre La sustancia y A Different Man, sobre experimentos corporales para lograr convertirte en “la mejor versión de ti mismo”, aunque en realidad se trata de dos obras muy distintas. La cinta de Aaron Schimberg adopta un mayor tono de comedia bufa y no está tan interesada en hablar del monstruo de la fama y el delirio de la eterna juventud, sino más bien de hasta qué punto nuestra identidad está moldeada por nuestro aspecto externo (y a su vez dicho aspecto está moldeado por los prejuicios sociales) y de la hipocresía de reclamar autenticidad a los demás cuando todos nos comportamos como farsantes.

El protagonista, Edward, es un solitario aspirante a actor, cuyas terribles deformidades faciales causadas por una neurofibromatosis aguda le cierran todas las puertas, tanto en lo profesionales como en lo social; y ya de ligar ni hablamos, claro. Siguiendo el consejo de su médico, se somete a un tratamiento experimental que promete curarle. Los resultados son espectaculares, pero el primer error de Edward es aprovecharlos para iniciar una nueva vida como una persona distinta a la que era, cambiando incluso de nombre y diciéndole a todo el mundo que Edward ha fallecido. La cosa parece ir bien al principio, hasta que entra en escena Oswald, una especie de clon físico del antiguo Edward con su misma afección facial, pero con todo el talento, la cultura, el don de gentes y la felicidad interior que a Edward le ha faltado siempre, tenga la cara que tenga.

"Como cuando dejé de ser el Soldado de invierno para ser sólo Bucky Barnes"

Su factura visual directa y sin filigranas, sus constantes giros buscando siempre llevar la sátira un paso más lejos, sus numerosas sutilezas de guion (el nombre que Edward elige, por casualidad, para iniciar su nueva vida es “Guy”, que podríamos traducir como “Tipo”), sus afiladísimos diálogos y un protagonista un poco tonto, inculto, resentido, que siempre ve la hierba más verde al otro lado de la valla y que en general es igual de feo por fuera que por dentro (magistral recital interpretativo de Sebastian Stan), hacen pensar que A Different Man no hubiera desentonado en la filmografía del Woody Allen de los buenos tiempos. O sea, que muy bien.

Venusentencia: Copas de yate

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