<Está visto que Sylvester Stallone está decidido a ser el Papá Pitufo de Hollywood y acoger bajo su gran ala de mamá gallina a todo aquél actor arruinado que necesite salir del arroyo. Primero fueron los action heros ochenteros pasados de moda, aquellas viejas glorias del celuloide testosterónico que actualmente sobreviven de producciones de serie Z que se amontonan en estanterías polvorientas de videoclub de extrarradio, y ahora ya son todos los actores que pasan por un momento tan bajo en su carrera que están al borde de irse a dormir debajo de un puente tapándose con cartones.
Caso de Wesley Snipes y Nicolas Cage… y ahora también de Mel Gibson, a quien Sly le ha ofrecido el papel del villano en la tercera parte mercenaria (incluso lo quería como director antes de que se decidieran por Patrick Hugues). Y es que Mel Gibson, otrora uno de los reyes de Hollywood gracias a sus éxitos comerciales tanto como actor como director (desde la saga Arma letal hasta Braveheart, pasando por La Pasión de Cristo y Apocalypto) no levanta cabeza desde que encadenara los escándalos de ser detenido por conducir borracho primero (lo que propició los polémicos insultos xenófobos a los policías que le detuvieron), y la denuncia por presuntos malos tratos a su pareja después.
Desde Entonces, nuestro Martin Riggs ha visto cómo se le ha ido haciendo la cama en Hollywood hasta no ser querido en ninguna producción y habérsele retirado la financiación de la película de vikingos que iba a dirigir, sobreviviendo exclusivamente de la caridad cinematográfica de sus amiguetes (Jodie Foster en el caso de El Castor y Robert Rodriguez en Machete Kills) o de su propio bolsillo (Vacaciones en el infierno), saldándose con estrepitosos fracasos sus últimas incursiones.
Que estará perfecto y bordará el personaje sobra decirlo, pero a ver si con Machete Kills y Los mercenarios 3 Gibson recupera caché y regresa por todo lo alto, tanto como actor como con la mencionada peli vikinga, aunque lo dudamos. Más bien creemos que será un mini-éxito momentáneo en tono autoparódico. ¿Acaso no saca Santiago Segura como villanos a los actores más cutres en su saga de Torrente buscando la comicidad y la complicidad con el espectador? (Espartaco Santoni, José Luis Moreno, Fabio Testi…) Pues esto es lo mismo: si Charlie Sheen no fuera el borracho, drogata y putero que es, no saldría en Machete Kills como presidente de los Estados Unidos, y si Mel Gibson no estuviera pasando por el penoso momento personal que está pasando, probablemente tampoco saldría como villano en Los mercenarios 3./>
Mel Gibson: ¿parece enfadado? ¡Está enfadado!
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