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VENOM: EL ÚLTIMO BAILE crítica: La extraña pareja

Tercer y último episodio de Venom con Eddie despidiéndose del simbionte a la luz de las velas

RAY ZETA

Me pregunto qué lumbreras de Sony tuvo la brillante idea de cederle la dirección del tercer episodio de Venom a la guionista de 50 sombras de Grey… Y me lo pregunto para felicitarle, ya que contra todo pronóstico, a pesar de no haber dirigido nunca nada, de haber escrito guiones de pelis tan ñoñas como la citada 50 sombras de Grey y Al encuentro de Mr. Banks, y haber escrito también la ridícula Venom: Habrá matanza, Kelly Marcel ha conseguido la mejor película de la trilogía venomiana. Lo que, no se engañen que les conocemos, tampoco era tan difícil, ya que si el primer Venom era mala, el segundo, Venom: Habrá matanza, fue aún peor (marca de la casa de los superhéroes Sony, recuerden si no Morbius y Madame Web).

Será entonces que con Venom: Habrá matanza tocamos fondo y por ello no esperábamos nada de este tercer episodio que pone punto y final a la saga, o que con los dos episodios anteriores desarrollamos unas tragaderas que ni las de Carpanta, o que somos víctimas de un Síndrome de Estocolmo cinematográfico galopante y por eso no nos ha parecido tan mala (aunque tampoco sea buena). Porque lo cierto es que Venom: El último baile arrastra todos los errores de fondo de sus dos predecesoras aunque lo disimule: un guión inexistente (o contado en una sola línea, que para el caso es lo mismo), personajes secundarios con el carisma de un zapato, y un exceso de comedia en la relación Eddie/Venom, que cualquiera diría que estamos ante una buddy movie.

 

"Hasta que no laves los platos, no bajo la basura"

 

En este caso, Knull estaba llamado a ocupar la plaza vacante de supervillano intergaláctico dejada por Thanos, pero apenas sale en un par de escenas con menos explicación que el manual de instrucciones de una piedra; personajes como los de Juno Temple como jefa del laboratorio del Área 51, o los de la familia hippie de Rhys Ifans, aportan menos que Bad Bunny en un coro gregoriano; tan solo Chiwetel Ejiofor despunta algo como militar, pero tampoco como para tirar cohetes, ya que su papel es casi testimonial. De ahí que una vez más, la peli despliegue todo su arsenal en las discusiones de Tom Hardy con su némesis simbionte como dos locazas histéricas discutiendo a quién no le toca lavar los platos por haber hecho la compra y la colada.

“Kelly Marcel ha conseguido la mejor película de la trilogía venomiana”

Eso, y sus escenas gags con monerías tan gratuitas como innecesarias, que a la postre acaban siendo la razón de ser la saga, en este caso desde parodias como la de Cocktail, hasta protagonizar Tom Hardy y su alter ego okupa alienígena, escenas en los casinos de Las Vegas en la más pura tradición de Rainman. Más alguna pelea en la que la extraña pareja se enfrenta a un grupo más numeroso que ellos, claro, que como no podía ser de otra manera, siempre son tíos chungos para justificarlo. ¿Me lo parece a mí, o las escenas de pelea son cada vez más violentas? “Me pareció ver a un lindo gatito”, decía Piolín del gato Silvestre… Pues a mí me ha parecido ver a Venom arrancarle la cabeza a un tío de un mordisco, cosa que desde aquí agradezco…

 

"Antes era el Lagarto, pero guárdame el secreto"

 

Aunque todo con un tono de comedia de acción que provocará que los fans del personaje de toda la vida, se tiren de los pelos por apartarse de la oscuridad pesadillesca que desprenden los tebeos. Desde su inicio, la trilogía de Venom se ha planteado como una saga palomitera de lo más blanca destinada a un público familiar, y al contrario de otras como la de Deadpool, se ha cuidado mucho la violencia y el lenguaje obsceno, no sea que alguna mamá despistada salga despavorida de la sala con su retoño al primer chiste de mal gusto o a la primera muerte cafre. Y eso que el personaje de Venom podría competir de tú a tú con Deadpool para erigirse en el súper más gamberro, irreverente y políticamente incorrecto del panorama superheroico actual.

Venom: El último baile cierra la trilogía y la deja cerrada y bien cerrada, con un final de fiesta accionero la mar de resultón en el que se unen otros simbiontes como Christmas, Agony y Toxin, pero aún así no consigue que nos desprendamos de la sensación de estar ante una trilogía fallida, tanto por la baja calidad de sus películas, como por su desconexión con el universo marveliano más próximo. El personaje de Venom clamaba a gritos interactuar con Spider-Man, ni que fuera en un cameo, así como presentar a los Seis Siniestros de cara a posibles futuros episodios. Pero nada, a la espera de la inminente Kraven el cazador, deberemos seguir conformándonos con haber visto a Venom enfrentarse a Spider-Man en Spider-Man 3.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quien aún se despierte sudoroso gritando de madrugada por acordarse de Spider-Man 3 de Sam Raimi.

No recomendada por Kuato a: quien todavía espere que Sam Raimi haga algún día Spider-Man 4.

Ego-Tour de luxe por: la decapitación. Ha tardado tres películas pero por fin ha llegado.

Atmósfera turbínea por: que en la peli salgan Rhys Ifans y Chiwetel Ejiofor, cuando ambos han interpretado a otros personajes del MCU. A tomar por saco la coherencia.

 

VENOM: EL ÚLTIMO BAILE. "Venom: The Last Dance" (2024). Dirección: Kelly Marcel. Guión: Kelly Marcel, Tom Hardy. Reparto: Tom Hardy, Juno Temple, Chiwetel Ejiofor, Rhys Ifans, Stephen Graham, Peggy Lu, Alanna Ubach, Andy Serkis, Cristo Fernández. ESTRENO EN VENUSVILLE: 25/10/2024.

 

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