<Calentorro naciste y calentorro morirás. No sabemos si dicha frase se menciona en algún salmo biblíco, pero se le puede aplicar perfectamente a Paul Verhoeven, que pese a la admiración que le profesamos en Venusville (¿qué seríamos sino sin él? Habitantes de Venusville seguro que no porque no existiría...), no tenemos ningú reparo en rendirnos a la evidencia de que el hombre va más quemado que Eddie Murphy en Límite: 48 horas.
Sólo él podía no quedarse satisfecho con los folleteos de alto nivel con los que salían chispas de la pantalla mostrados en Instinto básico y embarcarse justo después en una peli como Showgirls cuyo único objetivo era lucir las tetas siliconadas de las actrices.
Sólo él fue capaz de rodar una historia de espías como El libro negro en Europa con la precariedad de medios que eso comporta sólo para poder sacar un primer plano de un chocho... ¿cómo podríamos decirlo? De los que no pasan frío, no sabemos si nos entienden... (“Es que en los Estados Unidos no me hubieran dejado”, dijo a su paso por el Festival de Sitges...).
Y sólo a él le queda suficiente marcha en el cuerpo a sus 73 tacos como para desear seguir rodando tetámenes, culámenes, y foqui-foquis, disfrazándolo de trhriller erótico. El próximo, The Surrogate, la "historia de un chaval de 19 años que se lía con la mujer de su jefe y la situación toma un giro inesperado".
El papel principal femenino se lo ha ofrecido a Halle Berry, quien pese a no estar en su mejor momento (ah, que gran salida del agua luciendo bikini naranja en Muere otro día, y qué andares de gatita melosa en Catwoman...), no nos negarán que sigue teniendo su morbo. Pero bueno, nos guardaremos de emitir ningún juicio picante al respecto, que luego nuestras lectoras (que también tenemos, no se vayan a pensar) nos tachan de machistas./>
Bueno, pero que se ha puesto tetas nuevas sí que se puede decir, ¿no?
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