Park Hoon-jung presenta Tristes Tropiques disertando sobre el cine de acción coreano
FESTIVAL DE SITGES, 16/10/2025. Park Hoon-jung es un tipo tranquilo, con temple, de esos que ven su cabeza a diez pasos y aún así respira hondo mientras cuenta hasta diez. Curioso contraste viendo su cine, formado por pelis de acción tailandesa de lo más violentas como I Saw de Devil (sólo como guionista), New World, The Childe o la actual Tristes Tropiques. Un tipo ciertamente interesante que sin duda protagonizaría una rueda de prensa jugosísima… si no fuera por la traductora coreana. Una intérprete que no solo no entiende el sentido de las preguntas que formulan los periodistas, sino que encima no tiene ni pajotera idea de cine, como demuestra que no conoce ningún título cinematográfico. Fijo que si oye Oppenheimer, creerá que se trata de una ópera de Wagner…
Aún así, se las apaña, no sin esfuerzo, para transmitirle a Park Hoon-jung algunas de las preguntas, a lo que el guionista director responde, como era de esperar, como el hombre tranquilo que es. ¿Cómo fue el proceso de escritura del guión? Pues a juzgar por su respuesta, tan sosegado como escribir una guía telefónica: “Llevo diez películas y la creación del guión ha sido similar a las anteriores, no ha habido nada particular. Eliges el tema central y luego desarrollas la narrativa”, contesta Park Hoon-jung… Pues menos mal que la peli va de un grupo de huérfanos coreanos criados por un exmilitar tailandés para convertirlos en asesinos, porque si llega a ir de un grupo de yayos que juegan a petanca, el hombre se nos muere de aburrimiento.

"Para tranquilizarme me pongo una peli de Ari Aster y duermo como un bebé "
¿Y cómo fue rodar en la jungla tailandesa? Aquí Park Hoon-jung ya no se muestra tan imperturbablemente sereno, pues está claro que la jungla tailandesa no le dejó un buen recuerdo. “Ha sido el rodaje más difícil”, explica, “costó mucho encontrar la jungla apropiada y hacía demasiado calor”. Y sigue contando que como todo su equipo de rodaje era coreano, no están habituados al ambiente selvático, y como tuvieron que estar mucho tiempo, se les hizo muy duro (aunque luego viendo la peli, no sale tanta selva como parecería, un poco al principio y gracias).
“Antes la violencia era más física, ahora es más sofisticada y tiene humor”
Nos cuenta que el casting se realizó en varios países de Asia: Corea, Tailandia y Japón, lo que dificultó el proceso debido a los diferentes idiomas. Y en cuanto al personaje del Maestro (el exmilitar que educa niños para ser asesinos profesionales), no está inspirado en el coronel Kurtz de “El corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad (Apocalypse Now), como podría parecer. “Es un personaje complejo que resume todas las características de una generación anterior que ha tenido una infancia muy dura de pobreza y que de mayor ha tenido éxito por sus propias manos”, y añade que no descarta que se le haya colado alguna influencia de las películas que ha visto o novelas que ha leído.

"Mi inspiración para crear el personaje del Maestro fue Don Minervo de Zipi y Zape"
“Obras de género negro”, puntualiza, “de cualquier lugar del mundo: de Hong Kong, Estados Unidos o Europa”, que son con las que se inspira para hacer su cine de acción. Y hablando de género negro, pero no del clásico sino del que se dan tiros y hostias, ¿cómo ha evolucionado el cine de acción coreano? Park Hoon-jung es claro y conciso en su respuesta, pues de otra cosa igual no, pero lo que es de cine de acción coreano, algo sabe: “Antes la violencia era más física, ahora es más sofisticada y tiene humor”. Y en un plano más profundo, explica que el cine de acción “refleja la deshumanización del mundo actual y de la sociedad”. ¡Toma ya!
Y acaba con un pensamiento optimista al reconocer que pertenece a una generación de directores coreanos privilegiada: “Somos la generación que hemos crecido viendo películas de Hollywood y Hong Kong, por eso es más fácil ahora expresar lo que hemos vivido durante la infancia y la juventud”. Y añade que Corea está viviendo actualmente un ambiente social muy conservador, pero que su generación de directores está cambiando esa tendencia con libertad de expresión y libertad de estilo. Y como nos anuncian que es su cumpleaños, la sala en pleno le canta a modo de despedida el “Happy Birthday” a todo pulmón. A lo que Park Hoon-jung reacciona, ¿se imaginan cómo?, exacto: como el hombre más tranquilo.
■ SITGES 2025
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