Opus; Drácula; No dejes a los niños solos; Feels Like Home
Hay invitados que se toman su presencia en Sitges como una fecha más en su agenda profesional, y otros que comprenden que este festival es diferente, que se nutre de un fandom apasionado y que el cine fantástico sigue siendo un nicho que necesita esa pasión para sobrevivir. En este segundo grupo de invitados ha estado el equipo de la película Bulk. Durante la rueda de prensa, el actor Sam Riley se ha paseado por la primera fila de asientos dando la mano a todos los acreditados y agradeciéndoles su presencia allí; y más tarde, el director Ben Wheatley ha pedido a la organización del certamen poder presentar la cinta no solo en el pase premiere de tarde en el Auditori, sino también en el pase despertador de las 8 de la mañana en el cine Prado, algo que no suele hacer ni el tato.
Hay que decir que Wheatley ha tenido siempre una relación muy estrecha con Sitges, donde ha presentado la mayor parte de su chulísima filmografía (Down terrace, Kill list, Turistas, A field in England, High-Rise…). El otro día le entregaron el premio Màquina del Temps y dijo “Este fue mi primer festival. Fui al bar del hotel y vi allí a George A. Romero y pensé, ‘¿serán así todos los festivales?’. Luego me pasé tres días emborrachándome, viendo cine y hablando de cine. Fue increíble”. Este sí que sabe.
Venga, ahora las peliculitas:

Ben Wheatley, el hombre agradecido
OPUS (Mark Anthony Green, EUA, 2025)
Trailer, fotos, sinopsis y ficha
Alfred Moretti, pop star que llevaba treinta años retirado y que genera en el mundo entero una admiración demiúrgica, reaparece de pronto con un nuevo disco que tiene pinta de ser su obra maestra. Como acto de presentación, invita a su opulento rancho a varios influencers de postín, para que pasen allí unos días a todo trapo y tengan ocasión de escuchar el álbum en primicia. Entre los invitados se encuentra, para sorpresa general, la joven Ariel, una desconocida periodista de una revista musical que ansía poder publicar sus propios artículos. Ariel ve la invitación como una oportunidad única de lucirse y ser al fin reconocida por su trabajo, pero en ese rancho están pasando cosas MUY raras que convertirán su experiencia en una pesadilla.
Sátira sobre el elitismo cultural y las miserias del fandom, que suspende en casi todo, lo cual es curioso teniendo en cuenta sus pretensiones de gran discurso moral y sus mal disimulados refritos de obras más o menos recientes como Midsommar o El menú. Su idea de fondo es interesante pero está mal desarrollada hasta el punto de no resultar una tesis convincente, y su desenlace es de tal nivel de bochorno que incluso resulta extravagante.

"No actuaré más solo para cobrar el cheque, ¡lo juro!"
John Malkovich saca petróleo a un papel hecho a su medida, pero que podría tener diálogos mucho mejores. El personaje de Ayo Adebiri padece similares problemas, pero ella no tiene las tablas de Malkovich y durante buena parte del metraje se la ve perdida, sin saber modular bien sus reacciones más allá de una permanente cara de “What-The-Fuck”, como si estuviera pendiente de que los guionistas pusieran en su boca alguna frase memorable que la permitiese lucirse (spoiler: no ocurre).
En cierta escena al principio de la película, Ariel le revela a su mejor amigo que está frustrada de tener que trabajar para otros y no poder publicar nada propio, y el amigo le responde que ella es demasiado estándar como para resultar interesante. No se me ocurre mejor definición para Opus
Venusentencia: Congelada en carbonita

DRÁCULA (Luc Besson, Francia, 2025)
Trailer, fotos, sinopsis y ficha
¿Otro Drácula? ¿Menos de un año después del Nosferatu de Robert Eggers? Pues sí, otro. Luc Besson ha reconocido en varias entrevistas que dicho personaje nunca le había interesado demasiado, y que lo que estaba buscando era más bien un proyecto a la medida del actor Caleb Landry Jones, con quien quedó fascinado tras dirigirlo en Dogman. Quizá por eso Besson se ha acabado inventando un Drácula alternativo, desprovisto de casi todos sus elementos de cine de terror en favor del melodrama romántico y la peripecia de aventuras disparatada, y con un aspecto visual entre lo ampuloso, lo kitsch y hasta el manga (el conde en modo monstruo parece diseñado por Junji Ito).
El guión (del propio Besson) tiene una jeta descomunal, fusilando sin la menor vergüenza el prólogo de la versión Coppola, y avanzando a partir de ahí a base de coincidencias loquísimas, viajes exprés de ida y vuelta entre Transilvania y París, ideas terribles (Drácula usando una especie de perfume-burundanga para seducir a sus víctimas) y escenas tan ridículas que no pueden ser comedia involuntaria (o sea, Besson tenía que ser consciente de que la gente se iba a reír de la película, no con ella).

"Cuando veas a alguien diciendo que copiamos a Coppola, dispara"
Eso sí, hay que reconocer que entretenida lo es un rato, que de ritmo va como un tiro y que se agradece su espíritu pop sin el menor interés por sentar cátedra. Ninguno de sus cambios respecto a la novela de Bram Stoker (o respecto a la obra de teatro, que ha sido la base de muchos Drácula, incluyendo el de Todd Browning y Bela Lugosi) mejoran la historia, pero tampoco molestan. Eso sí, tras llevar las cosas muy hasta el límite, da la sensación de que Besson se acaba rilando y deja pasar una ocasión única de darle la vuelta a la historia y cascarse un final rompedor, tipo Malditos bastardos, que renove de verdad el mito. Sales del cine un poco como si tu equipo hubiera estado a punto de ganar un partido que había jugado rematadamente mal, pero le hubiesen empatado en el descuento.
Venusentencia: Dos Caras Harvey

NO DEJES A LOS NIÑOS SOLOS (Emilio Portes, México, 2025)
Trailer, fotos, sinopsis y ficha
Catalina, una madre que ha enviudado hace poco, acaba de mudarse con sus dos hijos, Emiliano y Matías, a una casa fantástica con dos plantas, jardín y piscina. La mayoría de las cajas de la mudanza están aún por desembalar, y el trastero sigue atestado con pertenencias del anterior propietario. Una noche, Catalina debe ir a una fiesta de su empresa pero le falla la canguro en el último momento, de modo que decide hacer justo lo contrario de lo que indica el título de la película. Total, solo serán unas horas. Total, el hijo pequeño tiene brotes esquizo y a ella se le ha olvidado darle la pastilla que los mitiga. Total, al otro lado del jardín hay un rottweiler que cada vez que ve a los niños se vuelve loco. Total, ¿QUÉ PUEDE PASAR DE MALO?
Especie de Solo en casa extremo, que mezcla suspense y terror sobrenatural con algunos chisporroteos de comedia, y que tenía todos los números para salir fatal, pero sin embargo es un triunfo. De hecho, te pasas los primeros actos esperando a que la acción descarrile, y en lugar de eso no hace más que mejorar, hasta alcanzar una intensidad notable en sus veinte minutos finales.

"En la jungla hay que esperar, hasta un cinco o un ocho sacar"
Se le puede achacar una fase introductoria demasiado alargada hasta que empieza a pasar algo relevante, y diría que también le sobran muchas de las escenas de la madre en la fiesta, referentes a corruptelas empresariales y jefes babosos, dos subtramas menores de las que el espectador puede tender a desconectar. Pero si desconecta es porque su cabeza sigue pendiente de lo que les debe de estar pasando en ese momento a los dos churumbeles, lo cual indica que la película, en realidad, está funcionando.
No dejes a los niños solos tiene una muy buena puesta en escena, aprovecha de coña el espacio fílmico de la casa (que es un laberinto de dos pisos pero nunca te pierdes), pone de los nervios cuando toca hacerlo y los dos críos sostienen toda la acción con un temple actoral asombroso, apoyado por unos diálogos naturales, espontáneos, creíbles. Hitchcock dijo una vez “Nunca trabajes con niños ni con animales”. Si viera No dejes a los niños solos, igual cambiaba de opinión.
Venusentencia: Copas de yate

FEELS LIKE HOME (Gábor Holtai, Hungría, 2025)
Trailer, fotos, sinopsis y ficha
Rita, una mujer que se acaba de quedar sin empleo, es secuestrada por unos tipos que la llevan a un piso y le aseguran ser su familia. En concreto, le dicen que ella no se llama Rita sino Szilvi, y que es una de las hijas del clan, que al parecer los abandonó hace tiempo. Rita sabe perfectamente quién es, pero los métodos de persuasión de la familia (llámale persuasión, llámale tortura psicológica) son de lo más expeditivos y ella pronto asume que, si quiere sobrevivir a esa pesadilla, no le va a quedar otra que entrar en el juego y asumir su cautiverio, mientras investiga todo lo que puede sobre las dinámicas de la familia para darle la vuelta a la situación desde dentro.
Si Feels Like Home recuerda a obras como Canino o La mosquitera es porque, en efecto, tiene bastantes puntos en común con ambas. Eso puede ser un lastre a la hora de verla, aunque en realidad Feels Like Home despliega discurso propio, mucho más oscuro y depresivo que el de las dos citadas. Aquí lo que tenemos es una sátira sobre cómo operan los mecanismos de coacción que utilizan los sistemas totalitarios para controlar a sus ciudadanos, creando una realidad falsa a base de desinformación y amenazas veladas para convencerles de que cedan voluntariamente su libre albedrío a cambio de seguridad.

"La verdad es que somos la familia Alcántara"
El suspense que sostiene la película es ver cómo hace Rita para ganarse poco a poco a los miembros de la familia e ir invirtiendo los equilibrios de poder, hasta ponerlos a su favor. Eso, y descubrir qué hará en caso de que lo consiga, porque la tiranía es una gran mierda cuando los demás la ejercen sobre ti, pero cuando eres tú quien puede llegar a ejercerla adquiere un atractivo muy tentador. El director y guionista de Feels Like Home, Gábor Holtai, ha estado cuatro o cinco años trabajando en ella y dice que al gobierno de su país, Hungría, no le ha hecho ni puñetera gracia el resultado final. No me extraña lo más mínimo.
Venusentencia: Copas de yate

■ SITGES 2025










