Presentación de la poligonera Luger, aunque el polígono sea más falso que una pistola de plástico
FESTIVAL DE SITGES, 14/10/2025. Luger no será la película del Festival. Para algunos no será ni siquiera una buena película, pero con la de ladrillos que nos tragamos a diario, ver una historieta criminal de hampones cañís a modo de Guy Ritchie poligonero, a base de tiros y mamporros, te puede salvar el día. Y así habrá sido para más de uno, porque a todo el mundo le ha caído simpática. Antes de suicidarse viendo el Drácula rumano (Radu Jude) de tres horas, o perder ese tiempo precioso plegando calcetines o cultivando champiñones, no se lo piensen y vayan a ver Luger. Lo agradecerán.
El responsable es Bruno Martín, actor que se pasó a la producción (según sus palabras de manera forzada), y ahora se consolida como director con Luger, la historia de una pistola con sorpresa. ¿Satisfecho con el resultado? “Es la película que quería ver. Ha ido cogiendo forma desde las primeras ideas, pero esa idea se ha hecho a lo largo del proceso y al final tenemos la película que queríamos hacer todos. La pistola Luger es el macguffin de la película para hablar de las segundas oportunidades, del sacrificio y de la lealtad”.

"El título provisional de la peli era 'The Gentlemen: Los poligoneros de la mafia'"
Martín sigue contando que al principio, Luger no tenía un tono concreto: “Teníamos los conceptos de los que queríamos hablar, pero no el enfoque, y se pueden enfocar desde la comedia, el drama o el thriller”, explica. “El resultado es que tenemos una primera parte un poquito más cómica o distendida, en el que el espectador se siente cómplice y empatiza con los personajes, y a partir de ahí les sumimos en un pozo de mierda, así que es un tono cambiante”.
“La pistola Luger es el macguffin de la película para hablar de las segundas oportunidades, del sacrificio y de la lealtad”
¿Y qué hay del polígono? ¿Es realmente el más grande de Europa? “El polígono que sale no existe, se rodó todo en distintos polígonos del extrarradio de Madrid” (pues vaya plancha, con la ilusión que nos hacía visitarlo…). “Teníamos que crear un polígono que fuera más grande de los que existen en España para crear un laberinto del cual los personajes no pueden escapar. El nombre 'Santos 117' es inventado. Hicimos una lista de nombres y al final nos quedamos con éste”.

"Otro nombre era 'Five Points", pero estaba cogido"
En cuanto a los actores Mario Mayo y David Sainz, asistieron a las proyecciones de Austin (Estados Unidos) y Estrasburgo (Francia), y coinciden con que la película triunfó en ambos sitios. “El público americano entendió perfectamente la película. Estuvo totalmente entregado y empatizaron mucho con los personajes. Al final nos dedicaron una ovación extrema. Fue maravilloso”, explica Mario Mayo. “Yo no hablo inglés”, añade David Sainz, “pero después de la película me dijeron muchas cosas con mucho entusiasmo, así que supongo que les gustó”.
¿Y qué nos decís de las escenas de acción? “Pues que las peleas se ensayaban con el coordinador de stunts. Eran peleas que se parecen a las peleas de verdad, torpes y sucias, pero reales. Además era una producción a contrarreloj, así que había que llevarlo todo muy ensayado”, explica Mario Mayo. “Mario da muchas piñas, pero yo me llevo el doble de las que él da”, bromea David Sainz. “Cuando te pegan con una barra falsa veinte veces acaba doliendo”, replica Mario Mayo, David Sainz remata poniendo la guinda final: “No pasó nada porque todos somos Jackie Chan”.
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