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PREDATORS artículo: La ecología de Predators

   

La ecología de Predators

Hagámonos los frikis sabiondos y desgranemos lo que aporta la información inédita de la peli al universo Predator

Por Chema Pamundi

 

<Con independencia de su calidad cinematográfica (yo la encuentro un pasa-ratos bastante decente aunque menos imaginativo que Depredador 2, y por supuesto a años luz de la cinta original de John McTiernan), Predators añade al canon de la saga unos cuantos datos nuevos, algunos de ellos originales y bien pensados, otros cuya coherencia y plausibilidad penden de un hilo, pero todos interesantes para cualquier fan irredento de estos indómitos cazadores intergalácticos con look de rastafari cabreado.

   En el presente artículo vamos a hacer un poco el “friki sabiondo”, para intentar desgranar lo que aporta toda esta información inédita al universo Predator. No obstante, amigo lector, antes de entrar en harina debes tener bien presentes dos cosas: la primera es que en Venusville sólo consideramos como “canon principal” de la saga Predator la información contenida en las películas. Todo lo demás (cómics, novelas, videojuegos, etc), forma hasta cierto punto parte de la mitología Predator, pero sólo como apuntes muy marginales con los que rellenar huecos en caso de duda (y la mayoría de veces, ni eso).

   A ver, no es que los comics y novelas de Predator no nos gusten (algunos nos parecen excelentes, con argumentos notablemente mejores que los de las películas), sino que suelen contener numerosas contradicciones internas entre sus diversos arcos narrativos y líneas temporales (la serie de cómic incluye algunos títulos tan delirantes como “Batman vs. Predator”, o “Predator vs. Judge Dredd”, o sea que imagínate).

   La segunda cosa que debes tener en cuenta es bastante obvia: todo este artículo es un spoiler de Predators como la copa de un pino, sólo apto para quien ya haya pasado por taquilla. Por tanto, si aún no has visto la película (y tenías planeado hacerlo), deja de leer ahora mismo. En caso contrario pasa y ponte cómodo, chato.

 

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"Al loro que estos de Venusville ya nos pusieron verde a raiz de los Aliens vs. Predators"

 

 

La escoria de la Tierra

<Predators se abre con un “in media res” absolutamente salvaje, en el que el protagonista Royce (Adrien Brody) se despierta cayendo desde una gran altura a velocidad terminal. Esta sorprendente secuencia ya nos proporciona los primeros “bits” de información novedosa: los Predators no sólo se limitan a visitar otros mundos para dar matarile a la fauna autóctona que encuentran en ellos (hasta el momento éste había sido su comportamiento en las demás películas de la saga), sino que también pueden abducir a sus víctimas y llevárselas a otro planeta (una especie de coto privado) para soltarlas allí y luego darles caza. Antes sólo les habíamos visto hacer algo parecido en la primera Alien vs. Predator, en la que descubríamos que criaban a los Aliens para montarse con ellos un parque temático en el subsuelo de la Antártida.

   El hecho mismo de que los ocho humanos protagonistas de la película hayan sido elegidos a dedo por su pericia como “guerreros”, nos dice también varias cosas interesantes: para empezar los Predators entienden que, a diferencia de otras especies que son letales en el combate de manera natural, por herencia genética (por ejemplo los Aliens), los humanos aprendemos a serlo por educación o por necesidad. Por tanto, a los Predators no les bastaría con criarnos (como hacen con los Aliens), porque a menos que nos sometieran a un severo condicionamiento y un entrenamiento intensivo no nos convertiríamos en oponentes dignos de enfrentarnos a ellos; les sale mucho más a cuenta simplemente observarnos, y seleccionar en el momento preciso a los individuos que demuestran haber desarrollado al máximo sus habilidades para matar (mercenarios, soldados de élite, yakuzas, psicópatas y otras perlas de la sociedad humana).

   Esto, además, es muy revelador sobre la inteligencia y capacidad de observación de los Predators. No en vano, incluir entre sus presas a un médico que por las noches lleva una discreta doble vida como serial killer (el Dr. Edwin, interpretado por Topher Grace) indica que tienen una profunda comprensión del funcionamiento de nuestra sociedad, y saben ver a la perfección qué individuos humanos merecen ser considerados como verdaderos “depredadores”.

 

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"Esto por decir que un alien acojona más que nosotros"

 

 

Mundo Predator

   Desde el estreno de la cinta se ha abierto entre los fans un animado debate respecto a si el planeta donde transcurre la acción (al que a partir de ahora llamaremos “Mundo Predator”) es o no es el planeta natal de nuestros cazadores alienígenas favoritos. En este caso, la información de la película resulta bastante oscura (es de suponer que nos lo aclararán en futuras entregas: Robert Rodriguez, productor y guionista de Predators ya ha dicho que le gustaría ambientar al menos otra película allí), aunque si tenemos que elegir una opción, en Venusville nos decantamos por pensar que no, que simplemente se trata de un planeta menor que utilizan como reserva de caza, ya sea para entrenar sus habilidades, como parte de algún ritual de iniciación, o por simple deporte.

   Para afirmar tal cosa nos basamos sobre todo en una escena de Alien vs. Predator 2: Requiem, en la que podía verse brevemente algo que sí que tenía toda la pinta de ser el planeta de origen de los Predators, un lugar dominado por una metrópolis de altas torres, grandes construcciones, gárgolas, cataratas de lava y un clima tendiendo a lo desértico con un solaco de aupa (tal y como está iluminado el cielo en dicha secuencia, incluso podría tratarse de una estrella binaria). Por el contrario, el planeta de esta nueva película parece ser una interminable selva virgen; recordemos cómo Noland (el superviviente interpretado por Lawrence Fishburne) explica que, de las diez temporadas de caza que lleva atrapado allí, las dos primeras se las pasó caminando en la misma dirección para intentar salir de la jungla (sin éxito).

   Además, el Mundo Predator no muestra apenas ningún rastro de civilización más allá de un totem lleno de calaveras y un campamento temporal de los Predators. La única construcción más o menos grande que aparece en pantalla es lo que Noland define como “una perforadora que alguien se dejó aquí”, y que desde luego no tiene aspecto de haber sido creada por los Predators. Más bien, especulando, parece de factura humana. ¿Nos llevaremos alguna sorpresa en “Predator IV” (o “Predators 2”, o como llamen a la próxima secuela), descubriendo que el ser humano ya vivió allí miles de años atrás? No nos extrañaría.

 

  "¿Es el planeta el planeta natal de los Predators? En Venusville nos decantamos por pensar que no, que se trata de un planeta menor que utilizan como reserva de caza"  

 

   Lo que sí que parece bastante claro es que, aunque los Predators ya han demostrado sobradamente que son capaces de adaptarse al combate en cualquier ambiente (desde una metrópolis como Los Ángeles hasta un páramo helado como La Antártida), su preferido es el de jungla húmeda y extremadamente cálida, pues de no ser así sencillamente hubiesen establecido su reserva de caza en un lugar con un clima y ecosistema diferentes (y hay que recordar que probablemente los Predators lleven usando ese planeta para cazar desde hace mucho, mucho tiempo: cuando Hanzo, el yakuza del grupo, encuentra una vieja katana, la reconoce al instante como un arma del Japón feudal).

   Por cierto, que hablando del entorno selvático del Mundo Predator la película ofrece una escena realmente curiosa, que uno no sabe si obedece a una mera chorrada de guión (en Predators hay unas cuantas), o si es una idea que, de nuevo, se explorará más a fondo en próximas secuelas: hablo del momento en que el Dr. Edwin, el médico asesino (interpretado por Topher Grace) reconoce una de las plantas venenosas de la jungla, incluso citando su nombre en latín: “Archaefructus liaoningensis” (una flor ya extinta, que al parecer creció en el norte de China durante el periodo Jurásico).

   Las posibilidades de que la misma especie exacta de planta crezca a la vez en dos planetas de sistemas solares diferentes (la Tierra y el Mundo Predator), son absolutamente ridículas, por no decir inexistentes. Así pues, la única alternativa plausible que se nos ocurre es que fuese plantada allí por los propios Predators, que habrían terraformado el lugar a fin de crear un entorno familiar para sus presas, en el que se sintiesen cómodas (de manera similar a lo que se hace con los animales en un zoológico), y así les “diesen más juego”.

   Es cierto que los humanos no son la única especie a la que se da caza en el Mundo Predator (eso deducimos por lo que cuenta Noland, y por la escena en la que Edwin es perseguido por una extraña criatura bípeda con pinta de hombre lagarto), pero cabe suponer que se tratará de especies similares en cuanto a necesidades metabólicas, y por tanto es posible que la flora que crece allí sea una mezcolanza de plantas, traídas de todos los lugares en los que los Predators capturan presas con las que poblar su coto de caza.

 

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"Es que Kill Bill y El último samurái son mis películas favoritas"

 

 

Los reyes de la caza

   Respecto a las estrellas de la función, es decir los propios Predators, hay que reconocer que mucha de la información nueva es un poco patillera, y parece obedecer más a necesidades de la trama argumental que a un estudio lógico de la evolución de los Predators como especie. Ahora resulta que su sociedad se divide en dos castas, una de ellas más imponente físicamente (y con máscaras faciales más horteras), que no sólo manda sobre la otra sino que también le da caza.

   Aunque por las anteriores películas ya sabíamos que los Predators más grandes, fuertes y veteranos suelen actuar como líderes del grupo, jamás se había apuntado nada parecido a esta mortal enemistad intra-especies (de hecho, lo que nos habían contado era que los líderes Predators actuaban como mentores de los más jóvenes, no como sus verdugos).

   En todo caso, en las primeras escenas del campamento Predator vemos cómo uno de los individuos de la “casta menor” está atado a un árbol como prisionero, o sea que pese a sus rivalidades parece que los Predators no se matan entre ellos a las primeras de cambio, ni tampoco desollan y exhiben los cadáveres de otros Predators igual que hacen con los de sus demás presas. Así pues, lo suyo huele más a una simple lucha por mantener el estatus social que a la habitual actividad cinegética de la especie.
 
   Otra cosa que no sabíamos es que los Predators operan siempre en grupos de tres (en el filme original sólo había un bicho, y en todos los demás han ido apareciendo en número variable), aunque quizás esto sea un comportamiento puntual que mantienen en el Mundo Predator debido a alguna tradición o rito de paso.

 

  "Respecto a las estrellas de la función, es decir los propios Predators, hay que reconocer que mucha de la información nueva es un poco patillera"  

 

   Noland hace asimismo diversos comentarios acerca de la velocidad de adaptación y la astucia de los Predators, cuyas tácticas de combate y hasta su tecnología irían evolucionando de una temporada de caza a otra según sus necesidades. La verdad es que esto también choca un poco con todo lo que creíamos saber hasta ahora: que los Predators cultivaban una sociedad fuertemente ritualizada, y que a fin de mantener sus tabús y costumbres habían estancado de manera voluntaria su desarrollo tecnológico (en Alien vs. Predator se ven imágenes de su llegada a la Tierra, hace miles de años, y los cachivaches que llevan son exactamente los mismos que utilizan hoy en día), desarrollando sólo aquellos “gadgets” que se ajustasen a su especial manera de luchar (casi siempre a corta distancia y en combate singular).

   Las únicas novedades que aporta la película en este campo son una jauría de sabuesos alienígenas que los Predators utilizan para hacer salir a las presas de sus escondites (unas criaturas bastante chuscas desde un punto de vista genético, con la cabeza llena de unas protuberancias óseas tan largas que incluso les estorban a la hora de intentar morder), y una sonda voladora de reconocimiento cuyo diseño (bastante poco imaginativo) recuerda mucho al de un halcón de cetrería.

   En cuanto a sus técnicas de combate, por primera vez les vemos utilizar trampas complejas, como el engaño de usar el cadáver de Cuchillo (el personaje de Dany Trejo, cuyo nombre es evidentemente un guiño de Robert Rodriguez a su propia película Machete) para atraer al resto de presas humanas, o cierto sentido del trabajo en equipo a la hora de emboscar y atacar (en las dos entregas de Alien vs. Predator daba la sensación de que cada cazador iba a lo suyo, sin coordinarse demasiado con sus colegas).

 

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"¿Película Machete? ¡Yo creía que el guiño era al tío de los Spy Kids!"

 

 

Conclusiones

   Como puede verse, Predators nos deja muy pocas certezas y muchas conjeturas. ¿Estamos en el planeta natal de los Predators? ¿Cuánto dura exactamente cada estación de caza? ¿Quién construyó la gran excavadora y para qué? Es más, hay que tener en cuenta que la mayor parte de la información que nos da la película viene por boca de Noland (Lawrence Fishburne), un personaje visiblemente trastornado y que incluso parece haber perdido la noción del tiempo (por cierto, otro misterio: ¿cómo ha logrado el tío conservar ese tripón cervecero, si lleva diez temporadas atrapado en un planeta desconocido, teniendo que malvivir a base del forrajeo y la montería? Será que la carne de Predator engorda más que el tocino…).

   En todo caso hay cancha de sobras para seguir expandiendo la franquicia, y como ya hemos apuntado Robert Rodriguez está por la labor de seguir dándole caña al asunto. Según dice, Predators era una especie de test, una película a pequeña escala para intentar recuperar el encanto de la cinta original de 1987 y ver si el público seguía mostrando apetito por la saga. Ahora, tras el satisfactorio éxito de taquilla de Predators, Rodriguez nos asegura que “la película realmente grande será la que vendrá después de ésta”; y pese a que Robert “troublemaker” Rodriguez siempre nos ha parecido un fantasmón de mucho cuidado (y Predators tampoco es precisamente una película para tirar cohetes), los fans somos como niños: nos lo creemos todo. Yo ya estoy otra vez impaciente…/>

 

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"Eso dije yo y empezaron a llegar los Alien vs. Predator..."

 

 

   

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1 Respuesta

  1. Anónimo
    Ecología Predators<br />Estupendu!!!

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