<Ya se adaptó en 1988 y sus trenzas pasaron sin pena ni gloria por los países donde se estrenó. Quizás porque el producto tenía más pinta de obra televisiva que de cinematográfica, así que esperamos que hayan aprendido la lección.
Porque ahora Pippi conocerá una nueva adaptación de la mano de la directora sueca Debra Granik, de moda gracias a su film Winter’s Bone, y aunque no haya ni guión, ni reparto, ni ninguna fecha programada para nada, Suecia ya está anunciándolo como el acontecimiento cinematográfico de cuando quiera que sea que se estrene (que o mucho nos equivocaremos o será en Navidades o verano).
Nada que objetar, Pippi siempre nos ha caído simpática, mucho más que el repelente Daniel el travieso, así que si la adaptan sin caer en excesos de infantilismos no aptos para diabéticos (lo que mucho nos tememos va a ser así), nosotros encantados.
Será curioso además ver cómo en unos tiempos como los de ahora donde ha de imperar el decoro, la rectitud y la formalidad hasta en el último recodo de los recodos infantiles, adaptan un personaje tan políticamente incorrecto como el de Pippi, una niña que vive a su aire sin acatar órdenes, con caballos y monos en casa, y haciendo cada día campana (o novillos, como lo llamaban en la serie).
Sólo le vemos una desventaja al proyecto (y bueno, también una ventaja, que no van a ser todo malas noticias). La desventaja es que sea precisamente una producción sueca, por la precariedad de medios que va a suponer (¿se imaginan si la hicieran con el presupuesto de un Harry Potter?). Y la ventaja es que así al menos no se le ocurrirá adaptarla a Tim Burton, que aún hubiera sido capaz de hacerla colocándole trenzas y calzas largas a Johnny Depp.
¿Para cuándo ya puestos una adaptación de Orzowei?/>
O sea, que esta escena como que no
VENUSRELACIONADOS


