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Un aventajado de su época Este hombre ya imaginó replicantes y Por Beto |
<A veces nos encontramos con personajes que se adelantan a la mentalidad de su tiempo y que deben esperar a épocas postreras para que su labor sea reconocida tal y como se merece. Philip K. Dick (1928–1982) es un claro ejemplo. No es que su labor como escritor no fuese elogiada en su época, pero sí fue poco reconocida tanto en lo concerniente a galardones como monetariamente (vamos, que no pudo jubilarse anticipadamente con lo que ganaba…).
Por aquel entonces predominaba la ciencia-ficción que profundizaba en asuntos más técnicos, como Harlan Ellison o Isaac Asimov, y menos incisivos. En cambio Dick incidía en los temas que marcaron siempre su obra: la manipulación de la opinión pública, el abuso de poder, el sistema como dogma totalitario, la lucha contra el mismo, la manipulación del tiempo y la paranoia.
Afortunadamente estamos viendo que con el paso del tiempo la industria cinematográfica ha girado su mirada hacia su obra y cada vez son más los films llevados a la gran pantalla basados en ella. Blade Runner (1982), Desafío total (1990), Confeccions d’un Barjo (1992), Asesinos cibernéticos (1995), Minority Report (2002), Infiltrado (2004), Paycheck (2004), A Scanner Darkly (2006), Next (2007), Destino oculto (2011)…. Y parece que esto no ha hecho más que comenzar, ya que la bibliografía de Dick comprende 50 novelas y más de 120 relatos cortos…
Philip K. Dick perdía la cabeza por la ciencia ficción
Si analizamos las temáticas de su obra, vemos claramente que repite unas constantes en la mayoría de ellas: la existencia de sistemas totalitarios (Minority Report), la persecución del hombre sencillo que es perseguido por el Sistema y que aparentemente representa una amenaza para el mismo (Infiltrado, Blade Runner), la compleja lucha de ese hombre contra ese Sistema (Paycheck, Desafío total) y el armamentismo como trasfondo en todas ellas (Asesinos cibernéticos, Infiltrado)... Ejemplos que podrían ser perfectamente intercambiables ya que como hemos dicho se repiten a lo largo de todos los títulos.
Otra constante que se reproduce es la existencia de otras razas o seres, sean humanos o no, que difieren del hombre conocido como tal y que tienen un papel importante en las historias. A saber: replicantes en Blade Runner, mutantes en Desafío total, precogs en Minority Report, alienígenas de Alpha Centauri en Infiltrado o cyborgs en Asesinos cibernéticos.
"Dick incidía en los temas que marcaron siempre su obra, como la manipulación de la opinión pública y la lucha contra el Sistema" |
La mente humana también es un elemento clave, y la figura del personaje que tiene lagunas mentales o cuya memoria ha sido manipulada o borrada aparece en varios de sus personajes: Ben Affleck en Paycheck ve como su memoria es borrada para que olvide los conocimientos aplicados en su anterior empresa; nuestro Arnie ve implantados recuerdos falsos en Desafío total para que no recuerde quién es y lo que representa, y los mismos precogs utilizan su mente en Minority Report para adivinar el futuro. Como vemos, todos los protagonistas son además personajes atormentados por un pasado desconocido que les persigue y manipulados por una realidad falsa que les ha sido impuesta.
Otro punto a destacar es su inquietud por las copias que suplantan a seres humanos, como los replicantes antes mencionados de Blade Runner, los alienígenas de Alpha Centauri en Infiltrado o los screamers creados por los mismos humanos en Asesinos cibernéticos.
Ridley Scott y Philip K. Dick, pareja bladerunniana de hecho
Por lo que respecta a si las adaptaciones de sus novelas respetan el espíritu original de las mismas, pues nos encontramos con un poco de todo. Por ejemplo, Blade Runner fue la única película de la que llegó a ver algunas escenas Dick, y comentó que Harrison Ford y Sean Young eran tal y como había imaginado que tenían que ser Deckard y Rachel en su novela (de la que por cierto, un tal K. W. Meter ha escrito tres continuaciones de la misma, ¡vaya herejía!). Otros films en cambio, poco tienen que ver con la historia original, como Minority Report, donde, por poner un par de ejemplos, Anderton (Tom Cruise) lleva 30 años trabajando en Precrimen (o sea, es un tío madurito), no existen arañas rastreadoras, y las premoniciones no son visualizadas en pantallas de cristal, además de tener un final mucho más edulcorado.
También hay películas que provienen de relatos cortos (Desafío total) y que finalizaban mucho antes que la historia del celuloide. En este caso, la historia acaba cuando los médicos que van implantarle un chip de memoria a Arnie descubren que ya tiene uno (no hablaremos de mediocres adaptaciones como Asesinos cibernéticos, que ha pasado a la historia con más pena que gloria…).
A pesar de lo comentado, un hecho que indica claramente que las películas basadas en obras de Philip K. Dick han marcado la línea a seguir por la ciencia-ficción cinematográfica, es que otras películas del género han adoptado ideas de las mismas. Por ejemplo, los spinners (coches voladores) de El quinto elemento son muy similares a los de Blade Runner, o la escapada por la cornisa de Mila Jovovich se parece a la de Deckard, o el anuncio publicitario de un McDonalds en clara alusión al de Coca-Cola…
Esperaremos a la siguiente adaptación al cine para volver a disfrutar con esa ciencia-ficción comprometida que tanto gustaba a Dick, que al ritmo actual seguro que será dentro de muy poco./>
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