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LA TRAMPA crítica: Lupin va de concierto

Lupin acude a un concierto de rock disfrazado de Josh Harnett en la última de M. Night Shyamalan

RAY ZETA

Night Shyamalan sigue reinventándose. No le queda otra, si quiere seguir poniendo un plato caliente en su mesa… El otrora niño mimado de Hollywood que conquistó la industria con éxitos como El sexto sentido y El protegido, pero que luego fue desterrado del paraíso por fracasos como Airbender: El último guerrero y After Earth, no ha tenido más remedio que pasarse al cine de poco presupuesto autofinanciado para seguir trabajando. Películas de pequeño formato como La visita, Múltiple, Glass, Tiempo o Llaman a la puerta, en las que ha aplicado diferentes fórmulas cinematográficas como el formato de episodio televisivo, el estudio de personajes o la creación de expectativas con final inesperado, según la película.

O como en el caso de La trampa, un plot point alargado hasta la saciedad. Porque lo que hace Shyamalan en su última obra es proponer una situación de thriller (un asesino en serie asiste a un concierto de rock y descubre que la policía sabe que él está allí y que ha montado un dispositivo para detenerle), y alargarla lo indecible a base de puntos de avance. Y cuando digo lo indecible, quiero decir lo indecible. Shyamalan alarga la propuesta planteada a base de puntos de avance que rizan el rizo en un más difícil todavía, poniendo a prueba la credibilidad de la situaciones primero, y la de la paciencia de los espectadores después, hasta pasarse por el forro toda coherencia de guión.

 

"Soy tan bueno disfrazándome, que mi disfraz es el de niña, no el de padre"

 

El asesino en serie debe observar, recopilar información y trazar un plan de huida a contrarreloj, si no quiere dar con sus huesos en la cárcel. Mearse todo el cordón policial, en definitiva. ¿Y cómo lo hace? Pues en la más pura tradición de Arsene Lupin, resolviendo cada una de las situaciones con más pericia que Fénix sacando a Murdock del psiquiátrico en El Equipo A. Se cuela por todas partes, consigue los objetos que necesita, inventa trucos, habla con todo el mundo, hace amigos (y qué amigos)… Es como aquella canción de Estopa en la que sale un tipo que es un máquina, un pasao de página, y un fiera que tiene un toque mágico para la afición. Pues el asesino en serie de La trampa podría ser perfectamente ese tipo.

“Shyamalan alarga la propuesta planteada rizando el rizo en un más difícil todavía, hasta pasarse por el forro toda coherencia de guión”

Lo que consigue Shyamalan con todo esto es que se sigan las acciones del personaje con detenimiento y que el ritmo de la película no decaiga, pero el guionista-director de origen hindú lleva las situaciones tan al límite, que el conjunto resulta tan inverosímil como Hellboy disfrazado de pitufo. Más interesante resulta el último tercio de la película, en el que otro personaje irrumpe en escena adueñándose de las situaciones, aunque una vez más, la suspensión de credibilidad acabe haciendo presencia hasta el plano final. Imagino a Shyamalan descojonándose ante su ordenador mientras escribía el guión, imaginándose los jetos descompuestos de los espectadores que visionarán su película.

 

"Lo siento por Omar Sy, pero la cuarta temporada de Lupin me la dan a mí fijo"

 

Se dice de La trampa que es la peli más hitchcockiana de Shyamalan. En todo caso es la más briandepalmiana, aunque el alumno más aventajado de Alfred Hitchcock nunca rizó tanto el rizo con una propuesta tan exageradamente alargada. Ni siquiera en Ojos de serpiente, peli con la que se la compara por suceder ambas acciones en una recinto cerrado. En Ojos de serpiente era un combate de boxeo y en La trampa es un concierto de rock, aunque más allá del espacio donde sucede la peli, poco más tienen en común. También Muerte súbita de Jean-Claude Van Damm sucedía en un estadio cubierto durante un partido de hockey, y nadie la ha comparado con La trampa por eso.

Por todo ello, a la espera de ver cómo funciona La trampa comercialmente, a la carrera de M. Night Shyamalan le convendría un golpe de timón. Dejar las pelis de tan pequeño formato e intentarlo de nuevo en las ligas mayores. De La visita a aquí, las pelis de Shyamalan han funcionado razonablemente bien (Glass llegó incluso a los 250 millones de dólares partiendo de un presupuesto de 20), así que ahora sería un buen momento para que un estudio le financiara una peli de mayor producción. Si no ya me veo que después del hospital de Glass, la playa de Tiempo, la cabaña de Llaman a la puerta, y el estadio de La trampa, lo próximo va a ser un partido de fútbol en una cabina telefónica.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: fans nostálgicos de El Equipo A.

No recomendada por Kuato a: quien recuerde con lágrimas en los ojos El sexto sentido, El protegido y Señales.

Ego-Tour de luxe por: papá Shyamalan enchufando a sus hijas. Tras producirle The Watchers a Ishana, y darle uno de los papeles principales de La trampa a Saleka, ahora falta por colocar a Shivani.

Atmósfera turbínea por: empezar meándose a la poli de la sala, y acabar meándose en el público de la sala.

 

LA TRAMPA. "Trap" (2024). Dirección y guión: M. Night Shayamalan. Reparto: Josh Hartnett, Ariel Donoghue, Saleka Shyamalan, Hayley Mills, Allison Pill. ESTRENO EN VENUSVILLE: 09/08/2024.

 

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