Último episodio de Expediente Warren con nuestro matrimonio favorito pidiendo la jubilación
Tras cuatro películas en doce años, los Warren se han convertido en miembros casi de nuestra familia. Son como esos afables vecinos siempre prestos a ayudarnos. Él, dejándonos la cortadora del césped; ella, ofreciéndonos galletitas recién hechas. Por eso, el día que anuncian que dejan su casa para irse a vivir a otra ciudad, nos invade un vació y una tristeza sólo comparable a la pérdida de un ser querido. Y la culpa es de James Wan, que no contento con haberlo petado con Insidious, se sacó de la manga esta otra saga basándose en el matrimonio real de investigadores paranormales, con películas totalmente terroríficas y una pareja de protagonistas, Patrick Wilson y Vera Farmiga, con más buena química que la ginebra con tónica.
Aunque todavía quede todo lo que el Warrenverso pueda dar de sí, los echaremos de menos, y eso a pesar de que este cuarto episodio, al igual que el anterior dirigido por Michael Chaves con James Wan en labores de producción, es el más flojo de la saga con diferencia. Y eso es porque al plantearse este capítulo como final de saga, se ha buscado la introspección y se ha hecho a la familia Warren protagonista indirecta del caso investigado. El suceso más paranormal de la película es el esfuerzo de credibilidad que nos pide el guión: que un objeto que investigan a mediados de los 60 arriesgando su bienestar familiar, sea casualmente el causante de un nuevo motivo de investigación más de veinte años después.
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Expediente Warren: El último rito tiene el problema que se basa más en las tramas familiares que vive el matrimonio Warren en su madurez, abandonando progresivamente su actividad profesional por los problemas de salud de él, y con la hija echándose novio, que en el caso sobrenatural que ocupa su última investigación. Hija, por cierto, que no veíamos desde hacía años, y que ahora ya ha pegado el estirón, fuma a escondidas, sube a los coches de los chicos, y se pasa por el forro de la minifalda eso de estar a las diez en casa. Imposible no derramar una lagrimita de satisfacción al conocerla desde pequeñita, y comprobar que se ha convertido en una mujer hecha y derecha, digna de una serie juvenil del estilo de Al salir de clase.
“Expediente Warren: El último rito tiene el problema que se basa más en las tramas familiares que vive el matrimonio Warren, que en el caso sobrenatural que ocupa su última investigación”
Si a todo esto le suman que el metraje es de 135 minutos (a todas luces desproporcionado), que el ritmo es más lento que rápido, y que durante más de media peli se nos cuenta los avatares de la familia Warren, hasta confluir con la trama de una casa encantada debido a un espejo maldito, no es de extrañar que al espectador se le escape más de un bostezo. Porque el fan de la saga Expediente Warren aprecia a los Warren, pero lo que quiere es verlos en acción, mano a mano combatiendo demonios, limpiando casas encantadas, y “desfaciendo” entuertos paranormales. Por mucho que los amemos, no queremos verlos durante media peli yendo al súper a hacer la compra, al control anual del ginecólogo o a jugar a petanca con los amiguetes jubilados.
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Queremos ver una peli de terror, no un drama familiar, y eso es lo que vemos desafortunadamente en Expediente Warren: El último rito. Al final llega la parte paranormal de terror, sí, pero llega tarde y se lo gasta todo en una media hora final de efectos y casquería gratuita, que tampoco impresiona por su nula originalidad, aunque sea lo que salva la peli. Ahí sí que vemos a los Warren como nos gusta, enfrentándose codo con codo a entidades demoníacas malignas, con la seguridad que les caracteriza sin más arma que su experiencia y su palabra, demostrando que se puede combatir al Mal siendo un matrimonio madurito, sin necesidad de ser alguien molón como Ash, Hansel y Gretel versión Tommy Wirkola, o el Van Helsing de Hugh Jackman.
Una lástima, pues siendo la saga Expediente Warren el buque insignia del Warrenverso, este episodio final merecía un fin de fiesta más sonado para acabar por todo lo alto saliendo a hombros por la puerta grande con las dos orejas y el rabo de Belcebú, y no ha sido así. Y se hace difícil confiar en el Warrenverso ahora que esta saga ha llegado a su fin, por muchas Annabelles, Monjas y Lloronas que James Wan produzca, pues siempre han sido películas de relleno. Lo mejor es que se ponga fin a todo el Warrenverso (dejar que la tripulación se hunda con su capitán), crear una nueva franquicia, y recuperar a los Warren cuando sean unos ancianitos entrañables con ganas de contar batallitas y seguir resolviendo casos paranormales. Entonces sí que nos ofrecerán galletitas.
INFORME VENUSVILLE
Venusentencia: Dos Caras Harvey
Recomendada por Kuato a: fans de series como This is Us, Better Things o Parenthood.
No recomendada por Kuato a: quien no vaya nunca a visitar a sus abuelos al geriátrico.
Ego-Tour de luxe por: los cameos de la última escena a modo de banquete final en las aventuras de Astérix.
Atmósfera turbínea por: enseñarnos hasta cuando van a comprar el pan.
■ EXPEDIENTE WARREN: EL ÚLTIMO RITO. "The Conjuring: Last Rites" (2025). Dirección: Michael Chaves. Guión: David Leslie Johnson-McGoldrick. Reparto: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Mia Tomlinson, Ben Hardy, Steve Coulter, Rebecca Calder, Elliot Cowan, Kíla Lord Cassidy, Beau Gadsdon, John Brotherton, Shannon Kook. ESTRENO EN VENUSVILLE: 05/09/2025.
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