Categorías

EL ÚLTIMO EXORCISMO crítica: Uno más y lo dejo

   

Uno más y lo dejo...

Tras la de Emma Evans y El rito, por fin una peli con
adolescente poseída a la que le queda bien el camisón

Por Chema Pamundi

 

<Un día de estos me gustaría ver una película de exorcismos en la que la víctima de la posesión fuese un jubilado vestido con eskijama (por decir algo), en vez de la misma niña con camisón, malos pelos y cara de loca que llevamos padeciendo desde que en 1974, William Friedkin y William Peter Blatty se inventaron este subgénero con la aún no superada El exorcista. Aparte de este reproche menor, no obstante, cabe decir que El último exorcismo es sin duda lo mejor que ha dado de sí el tema desde hace tiempo, superando de bastante largo a títulos resultones del último lustro como El exorcismo de Emily Rose o Requiem: el exorcismo de Mikaela. La cinta de Daniel Stamm le da al asunto un nuevo giro de tuerca (aunque en este caso sería más propio decir un nuevo giro de cabeza), con un guión excepcional que incluye inesperados guiños al "american gothic" setentero, y una dirección de actores sencillamente espectacular.

   El último exorcismo sigue las andanzas del reverendo Cotton Marcus, un hombre cuanto menos ambivalente. Por un lado, él mismo nos cuenta que está completamente desencantado con su dios, que ha perdido por completo la fe, y que si sigue dedicado a realizar exorcismos es sólo para demostrar al mundo que las posesiones demoniacas no son otra cosa que problemas psicológicos, abonados por el fanatismo religioso. Por otro lado sin embargo, el tipo tiene bastante pinta de ser un jeta, un charlatán redomado que se aprovecha de la credulidad y la buena fe de la gente para sacarles la pasta (en una de sus misas, entre salmo y salmo, llega a explicar una receta de tarta de plátano para demostrar que sus aborregados parroquianos le responderán “¡Amén!” sin importar lo que les cuente). Pero claro, si eso fuera todo lo que hay, no tendríamos película, ¿no? Pues eso. Durante su última sesión de exorcismo, tras la que piensa retirarse por completo del negocio, el buen reverendo Marcus comprobará que las cosas del Bien y del Mal no son tan simples como parecen…

 

EL_ÚLTIMO_EXORCISMO_crítica_1

"Tú ves gritando lo de `la guarra de tu hija` que ahora te probamos el camisón"

 

   Lejos de la típica fórmula de “un susto cada cinco minutos y una amputación cada diez”, que desgraciadamente domina de manera abusiva el moderno cine de terror, El último exorcismo prefiere tomarse su tiempo en presentar personajes, desmadejar su trama y cocinar la tensión a fuego lento, con la ayuda de una excelente puesta en escena que mezcla el hiper-realismo de docudrama con los ambientes malsanos típicos de un cuento de Lovecraft (pocas veces la América profunda ha dado tanta grima), primando las atmósferas sostenidas antes que los golpes de efecto (y cuando el director tiene que recurrir a ellos, consisten más en implicar al espectador en la situación que en aturdirlo como a un conejo ante los faros de un coche). La narración se las compone para frustrar una y otra vez con bastante inteligencia las expectativas del espectador, que sabe que en una cinta titulada El último exorcismo acabará por fuerza pasando algo gordo (y vaya si pasa…), pero que no sabe exactamente el qué ni el cuándo; y ahí está la gracia.

 

  "El último exorcismo es lo mejor que ha dado de sí el tema desde hace tiempo, superando a títulos como El exorcismo de Emily Rose o Requiem: el exorcismo de Mikaela"  

 

   La función no depende tanto de finales sorpresa, piruetas estilísticas ni despliegues de efectos especiales, como de algo más viejo que el mear de pie: una galería de personajes carismáticos, bien dibujados, creíbles, que den consistencia a la historia y mantengan enganchada a la audiencia incluso cuando la suspensión de la incredulidad se hace difícil de mantener (alguno podrá decir, no sin cierta razón, que la secuencia final salta la valla de lo plausible). A este respecto, el “puto amo” absoluto de la función es el socarrón reverendo protagonista, un individuo estrambótico y exagerado, pero tan magistralmente escrito e interpretado (por Patrick Fabian, actor al que hasta ahora sólo habíamos visto el pelo como secundario en diversas series de TV) que conecta de inmediato con la audiencia y se hace totalmente verosímil. Junto a él destaca también Ashley Bell en el papel de Nell, la adolescente supuestamente poseída, que a base de diálogos susurrados, escalofriantes miradas furtivas a la cámara y sutiles cambios de comportamiento entre la “víctima indefensa” y la “esquizofrénica peligrosa”, compone posiblemente la actuación más remarcable que jamás se ha visto en cine para un personaje de este tipo; sí, mejor incluso que Linda Blair.

 

EL_ÚLTIMO_EXORCISMO_crítica_2

"Si no tengo éxito como exorcizada siempre puedo probar como Samara en The Ring 3"

 

   El único “pero” que cabría ponerle a la película, poniéndonos pejigueros, es que utilice el germen narrativo de falso documental rodado cámara al hombro, un formato que lleva sobre-explotándose desde El proyecto de la bruja de Blair. O sea, el problema de El último exorcismo sería que, a nivel temático y estético, busca compararse con dos obras maestras incontestables del cine de terror contemporáneo (la otra, ya lo hemos dicho, es El exorcista); y ahí, claro, sale perdiendo. Sin embargo, hay que reconocer que Daniel Stamm sabe sacar el máximo partido a dicho formato: mueve la cámara de manera siempre efectiva (sin perder la sensación de verismo documental pero sin marear al espectador tampoco), rompe la cuarta pared con bastante picardía (esos monólogos del reverendo Marcus hablando directamente a cámara), y aporta al conjunto una sensación de calidez y cercanía que suponen un refrescante cambio de tercio respecto a la frialdad clínica y ultra-solemne típica de las películas de posesiones demoniacas. En El último exorcismo, uno se descubre disfrutando tanto de los momentos de intensa dentera y mal rollo como de las escenas más íntimamente cotidianas.

   El último exorcismo es, en resumen, un fantástico filme de terror, con un punto de partida original, una narrativa impecable, un ritmo de lo más sólido, un guión que combina con prodigiosa naturalidad el humor, el terror, el drama familiar y los giros sorpresa, y que además desarrolla hasta sus últimas consecuencias una idea central de lo más inquietante: por mucho que tú no creas en el Demonio, si es el Demonio quien cree en ti lo llevas clarinete…/>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Venus Hall of Fame
     
     
  Recomendada por Kuato a: fans de cualquier religión. A diferencia de la imagen respetuosa que suele darse de lo religioso en el cine de horror, aquí se deja bien claro que Jesucristo y Lucifer forman parte del mismo conjunto de supersticiones y fábulas chorras.
     
 
No recomendada por Kuato a:
miembros de la Conferencia Episcopal.
     
  Ego-Tour de luxe por: dar otra notable muestra de que, en este género, menos suele ser más. Aquí sólo hace falta una adolescente en camisón, de pie al fondo de un pasillo a oscuras, para poner al espectador de los nervios.
     
  Atmósfera turbínea por: igual que ocurre en muchas otras pelis rodadas como si fueran un documental, cuando las cosas se ponen chungas de verdad no hay quien se trague que el personaje que lleva la cámara siga filmando tan pancho en vez de salir zumbando de allí.

 

 

¿Desea saber más?


   

> EL ÚLTIMO EXORCISMO ficha + sinopsis

> EL ÚLTIMO EXORCISMO carteles y fotos

> EL ÚLTIMO EXORCISMO tráiler


   

> EL ÚLTIMO EXORCISMO artículo: Los documentales de La 2

A partir de ahora los documentales de la sobremesa
de La 2 no serán de animales sino de exorcismos

Aurum


   

> EL ÚLTIMO EXORCISMO rueda: Exorcismos por cuatro duros

Un granero, una adolescente en camisón, y una
videocámara, y ya tenemos una peli de exorcismos

Por Ray Zeta


   

> EL ÚLTIMO... photocall: El último exorcismo... fotografiado

Daniel Stamm posa para la prensa como el sucesor
de William Friedkin (o al menos eso dicen por ahí...)

Festival de Sitges, 09.10.10


 

Facebooktwittermail

No hay comentarios.

Agregar comentario