<A esto nos referíamos cuando en la reseña de Daybreakers de junio escribimos “peli de vampiros que ofenda la sensibilidad del fan del género”. Los vampiros, serios y que den miedos, nada de vampiros colegas y enrollados como los de Mordiscos peligrosos o Un vampiro suelto en Brooklyn. Ser un vampiro es una putada (con ciertas ventajas, lo reconocemos), pero una putada al fin y al cabo, pues se acabaron de por vida (nunca mejor dicho), las cervecitas, las paellas, las camas mullidas, los polvos y las cagadas (literal, no metafórico, que ya lo decía Christopher Walken en La adicción: "No hay nada como cagar para sentirse humano").
O sea, que se nos quiera vender a estas alturas la moto de que “ser vampiro es guai” nos da una cagarela (sí, hoy estamos escatológicos) incluso mayor que viendo las últimas pelis de Steven Seagal. Que se lo pregunten sino a Louis de Pointe de Lac./>
Estreno en Venusville: 26.02.10
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