AGNOSIA crítica: Hernández y Fernández se enamoran

Hernández y Fernández se enamoran La película con más actores caracterizados de Groucho Marx desde el Todos dicen I love you de Woody Allen Por Sapo

<La agnosia, de la palabra “desconocimiento” en griego, es una enfermedad que se manifiesta en la incapacidad para reconocer estímulos previamente aprendidos o aprender nuevos estímulos sin haber deficiencia en la alteración de la percepción, lenguaje o intelecto (wikipedia dixit). O sea, que la capacidad sensorial funciona pero falla el procesamiento de la información en el cerebro.

   Debo confesar que las películas de títulos de una sola palabra que además no sé qué significa me atraen poderosamente. Con ese talante positivo me adentré en la propuesta de Agnosia pero de ella salí con el ánimo mustio.

"Al menos podrían haber hecho que no se me notara tanto el pegamento..."

   La agnosia puede afectar a todos los sentidos pero el caso de la vista es el que se ha estudiado más, y no hay como una buena afectación visual para tener un interesante punto de partida de una película de suspense. Desde Sola en la oscuridad hasta la actual Los ojos de Julia, el tema siempre funciona. Y si el director se apellida “Mira”, no tenía mejor alternativa que construir un proyecto fílmico centrado en la agnosia.

   Pero no sólo de los buenos puntos de partida vive una película. Y en ese desarrollo posterior Agnosia luce y cruje.

   A la buena ambientación de la Barcelona de principios del siglo XX se le sobrepone una trama de espionaje industrial de lo más increíble: una empresa alemana pirateando un diseño de lente catalán cuando es notorio y sabido que, en esa época, los alemanes iban sobrados de óptica mientras aquí lo que tiraba era el textil. Además, el giro fantasioso que toman los acontecimientos, al estilo de recientes filmes franceses como El imperio de los lobos no convence.

   Pero el clímax nefasto del asunto es cuando la agnóstica Bárbara Goenaga (porque sufre agnosia y porque no se cree nada de lo que representa) revela la fórmula de la lente estroboscópica en una escena digna de parvulario. No faltaba sino que aquí el maestro Jack Taylor, interpretando al psiquiatra que trata a la protagonista, fuera una réplica en carne y hueso del profesor Franz de Copenhague, entrañable personaje del TBO, para que la credibilidad de la historia deslice cuesta abajo sin remisión.

"Desde que ha visto Dorian Gray que no gano para sábanas"

   Sin embargo la trama del triángulo amoroso entre la propia Goenaga, Eduardo Noriega y su trasunto, ambos con bigote y sombrero como unos sosias de los Hernández y Fernández, está bien resuelta con la fría perversión del pretendiente oficial opuesta a la suave calidez del amante ocasional. Destacable la escena del fumadero de opio, a la par que burdel, en que la madame china ofrece las opciones de “hacer” o “mirar” mientras Noriega sodomiza prostitutas. Lástima que éste nunca se encuentre cómodo en este papel.

   Para acabar un apunte que me sume en cierta tristeza. Todavía me pregunto la razón por la cual una actriz de buena trayectoria en el cine alemán como Martina Gedeck ha aceptado participar en Agnosia en un patético papel de Mata-Hari de segunda división. Son malos tiempos para la lírica./>

Padece agnosia sintiéndote fina y segura

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey
		Recomendada por Kuato a: un público femenino que apreciará la correcta trama amorosa triangular y obviará la poca consistencia del resto.
		No recomendada por Kuato a: los ingenieros que, por deformación profesional, no tragarán fantasía en temas de espionaje industrial.
		Ego-Tour de luxe por: la sensualidad de la espléndida Bárbara Goenaga, cuya interpretación sostiene la película.
		Atmósfera turbínea por: los eminentes científicos teutones, tan ufanos ellos, que se creen capaces de construir la fantástica lente estroboscópica a partir de un número de teléfono.

¿Desea saber más? > AGNOSIA ficha > AGNOSIA photocall: Los que sí saben > AGNOSIA rueda: Querer saber, saber querer > AGNOSIA tráiler