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FURIA CIEGA crítica: Este muerto está muy vivo

   

Este muerto está muy vivo

Vean a Nicolas Cage de duro fumando, bebiendo, disparando y follando... todo a la vez y sin peluquín

Por Da II

 

<Extraña, hasta cierto punto curiosa, casi siempre desfasada, con un punto cutre entre el encanto y la carcajada, con algunos detalles estelares. Desde luego, si entre los personajes principales hubieran aparecido un zombie y un mexicano, o un zombie mexicano, más allá de esas cuestiones de autor como el estilo, la película la podría haber firmado el mismísimo Robert Rodríguez. Por suerte, y visto los derroteros por los que está cayendo la carrera del colega, la película la firma el poco conocido Patrick Lussier, cuyo gran logro hasta la fecha ha sido más por ser colaborador de Wes Craven que por su propia trayectoria. En lo que casi podemos considerar su debut más allá del cine de terror.

   Desde luego la influencia del terror se nota en la ambientación, en varias secuencias, en sus momentos de casquería. Más allá de esta influencia, el resto lo resuelve con sencillez. Con una extrema dureza, a lo Bronson. Los personajes son duros, los diálogos, las escenas. Todo cocinado crudo. El planteamiento, en sí y sin los detalles, no es nuevo. Sin embargo, aquí se dispone con cierta originalidad, o al menos lejos del patrón habitual, ya que se trata de un tipo que regresa a la circulación para salvar a su nieta de una secta satánica, y como ya he dicho, con unos métodos que dejan en angelito los de Harry el sucio.

 

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"Eso por decir que el flequillo postizo que llevaba en Ghost Rider era ridículo"

 

   Aquí se debe de valorar y reconocer el importante paso que ha dado Nicolasete Cage en su carrera al presentarse en un papel más acorde con la edad como éste de abuelo vengativo, e infernal. Por supuesto que muy a su manera, en un personaje excesivamente desfasado, pero a él ya le van este tipo de personajes algo desmesurados. Pero sobre todo más importante todavía es que al fin se ha deshecho de esos peluquines que acostumbraba en sus últimas películas, aunque realmente en ésta quizá le hubiera convenido por ese aire espectral que le daban las fregonas con las que se cubría la calvicie.

   La película se sustenta en el peso de los protagonistas, porque al final la trama por más que se trate de muertos y del infierno no deja de ser la clásica de persecución por la profunda América del medio oeste, incluido por supuesto un sheriff algo chulesco, aunque aquí en un papel muy marginal.

 

  "El bueno y arruinado de Nicolas Cage empieza a tener un aspecto semejante al de Mickey Rourke: de viejete verde hinchado por una vida de desfase"  

 

   También, por supuesto, está la chica, Amber Heard, cuya importancia más allá de mero acompañante está a la altura de su curriculum, donde lo más destacable es el ascenso o descenso durante los últimos tres años en el ranking de las más calientes de las revistas Maxim o FHM, sin desmerecer el logro de mantenerse en dichas listas (el año pasado incluso con un meritorio décimo puesto en Maxim), la verdad es que su papel es más propio de la típica niña con mini pantaloncitos que se cargan más o menos al principio de cualquiera de terror. Ni se la cargan ni se vuelve a poner los pantaloncitos. Supongo que el director debió caer en la cuenta que era otro género.

   Sin embargo el reparto masculino consigue dar cierta coherencia a las desmesuras e inconexiones, algunas realmente surrealistas, otras con su punto gore, por las que transcurre la trama. Por un lado, Billy Burke (el papa de la muchachita de Crepúsculo) como capo de la secta satánica, una especie de animalitos salvajes que ríete de los Davidianos de Wako; y que con un posado muy a lo Elvis de finales de los 60 consigue una interpretación ajustada para un psicópata algo cabronazo.

 

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"No te emociones, que lo de follar y disparar a la vez ya lo hizo Clive Owen en Shoot`em Up"

 

   El sobrino de Coppola, por su lado, no es que borde un papel majestuoso, pero comparado por algunos de los fangales que se había arrastrado en los últimos años, pues sería como un actor novato ante su primer papel protagonista. El bueno y arruinado de Nicolas se muestra solvente, sin lujos eso sí. Es cierto que el tipo empieza a tener un aspecto semejante al de Rourke, de viejete verde hinchado por una vida de desfase, y que por alguna extraña razón, llegados a un punto determinado de hinchazón, les da por teñirse unas mechas rubias en los restos de su cabellera (al que no acabo de ver en un futuro con mechas, por eso, es al amigo Charlie Sheen, el siguiente en unirse al club).

   Mención aparte merece quizá el personaje más interesante de la película, el “Contable”, interpretado por el veterano William Fichtner, el agente Mahone de Prision Break, uno de esos eternos secundarios de lujo, que aquí cuadra una personaje bastante divertido, una especie de U.S Marshall del infierno, pero cuyas formas realmente recuerdan a un Terminator con un toque coñón de una mala lecha sádica y refinada. A pesar de que la gracia del personaje cae ligeramente cuando deciden darle un punto de compasión o buen rollo, como si hasta el mismo director se hubiera encariñado del personaje. Sin duda, es lo mejor y más destacado de la película. Solo por el personaje y la interpretación del mismo merece la pena./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Dos Caras Harvey
     
     
  Recomendada por Kuato a: todos aquellos que todavía se despiertan sudorosos en la noche al recordar al fantasma del motorista, y en especial aquella rata muerta que llevaba como peluquín.
     
 

No recomendada por Kuato a: los que esperen más presencia automovilística, con carreras y trompos. El papel de los coches viene más por el lado sentimental, de coleccionista.

     
  Ego-Tour de luxe por: el polvo que se marca Nicolasito con una camarera. Y no a la escena de acción mientras se la tira. No. Al polvo en sí, con gafas de sol, puro y botella de Jackie, pero sobre todo con un careto de viejete pervertido que no tiene desperdicio.
     
  Atmósfera turbínea por: cuando la película cae en cierta tontería emotiva. Y el final, muy flojo, muy manido, resuelto sin ninguna gracia, incluso confuso y finiquitado de la peor forma. En fin, anunciar que todo termina con una matanza no es un spoiler demasiado dramático.

 

 

   

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