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Déjate penetrar Fotocopia americana de la peli sueca del mismo título, realizada para jugar a las ocho diferencias vampíricas Por Dr. Bishop |
<Si usted se encuentra al límite de Un día de furia por la asfixiante saturación de películas de zombis (subgénero antaño trasgresor, ahora tan aburguesado como un Bono o Madonna), siempre tienen la opción de comerse la otra gran moda tragaperras del audiovisual mainstream de terror actual, el romance entre humano y vampiro.
True Blood, Diario de vampiros, la saga Crepúsculo… Todas ellas nos pontifican sobre el amor romántico entre especies, obviando eso sí cuestiones tan terrenales como las flagrantes dificultades técnicas de una cópula comme il faut entre mamífero y vampira: placeres sexuales incompatibles (incluso en la deliciosa postura acrobática del setenta y uno, ya saben, cómo el sesenta y nueve pero con dos dedos en el culo); nula lubricación de la mujer vampiro, de por sí endurecida por un frío corporal inhumano (profanen a pelo un bistec congelado y lo entenderán); alergias culinarias aberrantes (un morreo con aliento a alioli detonará el bello cráneo de su amada in your face); etc.
"A diferencia del niño de la peli sueca, yo no me parezco a Daniel el travieso"
Las inclemencias anatómicas deberían llegar a cotas inenarrables (también ya por decoro, no crean) en Déjame entrar, donde al citado conflicto coital se le suma la inseguridad virginal de un nerd preadolescente voyeur, con pérdidas de orina y conocido como “nenaza”, enfrentado sexualmente a una niña vampira famélica y killer. La parejita del año, tú.
El largometraje utiliza exactamente, por muy mal que nos pese al público snob, los mismos mecanismos emocionales de la saga Crepúsculo (la belleza trágica del amor imposible y sus intríngulis derivados), pero sustituyendo hábilmente la hormonación teenager hortera por una puesta en escena sofisticada y un tempo contemplativo europeo, herencia de la peli original sueca.
"En Déjame entrar, al citado conflicto coital se le suma la inseguridad virginal de un nerd preadolescente voyeur con pérdidas de orina y conocido como `nenaza`" |
Herencia o si gustan más fotocopia, ya que este remake americano es un calco demasiado literal del film sueco en el transcurso de su trama, tanto en lo excelente (el progresivo feeling entre los protagonistas, la fascinante relación entre la niña y su protector) como en lo espantoso, con un doble final tan previsible como tramposo (¿pero la chavala no se había largado?) y un fallo conceptual inexplicable (la niña es por edad en realidad una anciana, pero su comportamiento y conversación nunca lo demuestran, nos lo expliquen please).
Buscar las ocho diferencias entre ambas películas sería un coñazo de juego, no obstante basta decir que un americano, aunque sea manco y tuerto, siempre rodará mejor que un europeo entero, no digamos ya escandinavo. Y efectivamente la dirección de Matt Reeves nos provee de una genuina exhibición de escenatas, rematadas por el genial follonazo montado en la gasolinera, de planificación simplemente prodigiosa.
"Peor sería que además de vampira fueras también lesbi como los de Entrevista con el vampiro"
Es aquí precisamente donde la película gana enteros, con las aventuras del Coyote del “yo por mi hija mato” Richard Jenkins, el asesino serial más patoso que ha parido madre. Ya lo confiesa el muy agonías ante las broncazas de su niña, que si “me he vuelto descuidado”, que “quizás quiero que me cojan”... Ni que lo jures, padre coraje, que el numerito de ir con una bolsa de basura como máscara ya es para nota, figura. Llámenle “The Trash-Man” o “Steve Urkel”, él les responderá como siempre en su línea, cagándola ante la duda.
Y la pregunta reiterativa en estos casos… ¿Era necesario este remake? Hombre, advertirles que si no han visto la peli original sueca se pueden ahorrar el dinerito, que el remake americano viene a ser lo mismo pero con más brío y violencia, y además… ¿Alguno de nosotros, tan cosmopolitas que decimos ser, comprende una sola palabra en sueco? Pues eso./>
INFORME VENUSVILLE |
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Sentencia Quaid: Copas de yate |
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Recomendada por Kuato a: víctimas del mobbing escolar, que aprenderán que la violencia y el asesinato son la solución a su problema. Hay que poner esta peli en todos los coles. |
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No recomendada por Kuato a: ultraderechistas que abominen de una primera relación sexual con una vampira o, como diría Jiménez Losantos, con “gays, terroristas o catalanes”. |
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Ego-Tour de luxe por: Richard Jenkins en la ventana del hospital junto a la vampira. Realmente emocionante, sobre todo porque el pobre hombre deja al fin de sufrir más perrerías. |
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Atmósfera turbínea por: que el actor de La carretera repita como niño amanerado y la actriz de Kick-Ass como killer. Tan jóvenes y ya encasillados de por vida, cómo está Hollywood, Jesús. |
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¿Desea saber más? > DÉJAME ENTRAR photocall: Déjame posar |
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