VENGANZA: CONEXIÓN ESTAMBUL crítica: Operación ¡bomba!

Operación ¡bomba! Liam Neeson se consolida como nuevo duro héroe de acción a bombazo limpio Por Ray Zeta

<Siempre había visto a Liam Neeson como el sucesor natural de Sean Connery, pues si el gran actor escocés se había especializado en personajes de veterano mentor de jóvenes inexpertos en títulos como El nombre de la rosa, Los intocables de Eliot Ness, Los inmortales, La Roca o La liga de los hombres extraordinarios, Liam Neeson iba por el mismo camino al haber interpretado el mismo tipo de personaje en Star Wars Episodio I: La amenaza fantasma, El reino de los cielos o Batman Begins. Hasta fue contratado para poner voz a Aslam, el león de Las crónicas de Narnia, de la misma manera que Sean Connery hizo lo propio con el dragón de Dragonheart, animales ambos que debían inspirar valor, fortaleza, honestidad y lealtad a partes iguales.

   Poco me imaginaba que al igual que otros actores como Bruce Willis, Nicolas Cage o Will Smith, provenientes de la televisión y otros géneros, Liam Neeson acabaría reciclado en action heroe como un Sylvester Stallone o un Arnold Schwarzenegger más. Pero así es, gracias a sus intervenciones como protagonista en Blanco perfecto, Venganza, El Equipo A, Sin identidad y esta Venganza: Conexión Estambul, Nesson se ha ganado el pasaje por derecho propio a poder medirse y arrimar el hombro con Sly, Arnie, Bruce Willis y amigos, en las siguientes entregas de Los mercenarios.

"Entérense, con una pistola en la mano soy tan bueno como Stallone y Schwarzenegger juntos"

   Porque Liam Neeson se siente cómodo tanto con una pistola en la mano como a puño limpio, pegando tiros y repartiendo estopa, y encima lo hace de la manera más seria y creíble gracias a su bagaje teatral en la escena británica, lo que queda demostrado nuevamente en esta Venganza 2, digna secuela de su antecesora. Con un guión tan insultantemente simple como el de la primera parte (en la que rescataba a su hija adolecente de las garras de la mafia albanesa, encontrándola en París, una ciudad con una población de 2,5 millones de habitantes, en menos de 48 horas), Neeson es perseguido ahora en Estambul por toda un escuadrón de albaneses cabreados con hambre de venganza.

   Un guión tan simple como el de una aventura de Mortadelo y Filemón, que vuelve a funcionar gracias a la cafre violencia que muestra sin complejos, lo que se lo debemos agradecer a Luc Besson en su calidad de productor, quien con títulos como El beso del dragón, los Transporter, Desde París con amor, o el primer Venganza, ya ha demostrado no cortarse un pelo a la hora de matar malos a tiros o a bombazo limpio, con tal de facturar una peli accionera tan exagerada como divertida, como demuestra ya en este Venganza: Conexión Estambul en la primera escena: Rade Serbedzija (en su sempiterno papel de mafioso del este) realiza un juramento de sangre durante el funeral albanés celebrado en honor de los asesinados por Neeson en la primera parte, en el que sosteniendo un puñado de arena, pone a Dios por testigo que no descansará hasta acabar de la manera más lenta con el culpable de haber llevado la desgracia a su pueblo (como Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó pero sin el nabo, vamos).

"Entérense, a puño descubierto soy tan bueno como Van Damme y Steven Seagal juntos"

   A partir de allí el festival está servido. Los albaneses serán retratados como tíos de lo más chungos, cachas tatuados y rapados con pinta de hooligans o porteros de discoteca cabreados, presentados siempre con una música estridente y desagradable que contrastará con las melódicas tonadas Big Band que acompañan a Liam Neeson en su presentación en Los Angeles junto a amigos y familiares. Albaneses carne de cañón que solo servirán para que Neeson ejercite su puntería como quien compite en una barraca de tiro al blanco disparándole a ninotes de feria para ganar la muñeca de chochona, o para mantener peleas cuerpo a cuerpo como si fueran sparrings de los que cobran cinco dólares por asalto por dejarse zurrar hasta el carnet de identidad para que el campeón ejercite sus puños mientras saborea una cerveza fresquita.

   Tomen nota porque las action pieces son tan pasadas de vueltas como irresistibles: Liam Neeson partiéndose la jeta nada menos que con cinco albaneses con cara de bestiajo a la vez (¡cinco!, es que como en las pelis de Bruce Lee le van entrando uno a uno); Liam Neeson (siempre Liam Neeson) secuestrado con los ojos vendados en el interior de una furgoneta, memorizando el trayecto que efectúa ésta por las calles del centro de Estambul (igualito que Robert Redford en Sneekers (Los fisgones); Liam Neeson manteniendo un combate mano a mano con un albanés cachazas en una pista circular a modo de ring (impresionante cómo se quita la americana) en una situación que recuerda el combate mantenido por Jean-Claude Van Damme y Mickey Rourke en el circo romano de Double Team (sólo faltaba que se paseara por allí un tigre); y la mejor: Neeson encerrado en paradero desconocido, pide telefónicamente a su hija que vaya tirando granadas por el centro de Estambul (repito: granadas por el centro de Estambul), para ir oyendo las explosiones e irla guiando así hasta él. Por todo ello Venganza: Conexión Estambul se revela como una peli igual de simple que Venganza e igual de exagerada, pero igual de cojonuda./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Copas de yate
		Recomendada por Kuato a: quien quiera ver próximamente a Liam Neeson codo con codo con Sly, Arnie y Willis en una de Los mercenarios.
		No recomendada por Kuato a: quien prefiera el Liam Neeson más serio (y también más aburrido) de Ruby Cairo, Nell y Kinsey.
		Ego-Tour de luxe por: el maletín que saca del armario de su hotel: armas, bombas de mano… hasta un bazooka. Lo indispensable para pasar unos días con la familia en Estambul.
		Atmósfera turbínea por: que ya se haya hecho La amenaza fantasma. Viendo la línea que sigue Liam Neeson ahora, fijo que Qui-Gon Jinn se ventilaría a Darth Maul de un bombazo.