TRANSFORMERS 3 noticia: Michael Bay y James Cameron, amigos tridimensionales para siempre

<Dios los cría y ellos se juntan. Parece que la nueva moda de los pesos pesados de Hollywood es formar parejas de hecho para ciertas colaboraciones (ya se sabe, se trabaja la mitad y se comparten gastos al 50 %, lo que hoy en día es más que interesante, sobre todo si uno le tiene manía a ciertas tareas del hogar como puede ser planchar, cocinar o fregar platos).

Tras la pareja mítica formada por Steven Spielberg y George Lucas, Spielberg está formando actualmente tándem con Peter Jackson para facturar la trilogía de Tintin, y con Michael Bay para producir Transformers, mientras éste segundo forma equipo con James Cameron para que le supervise el 3D de la tercera entrega de Optimus Prime (ya ven que el intercambio de parejas está a la orden del día en Hollywood).

Sin ir más lejos, esta misma semana Michael Bay organizó una proyección privada en las dependencias de Paramoun Pictures para mostrar quince minutos de metraje variado de Transformers 3 (cuyo montaje final aún está pendiente). Una proyección a la que asistió James Cameron como sumo sacerdote del 3D por expresa invitación de Bay, que acabó derivando en un debate en torno a las ventajas y desventajas de hacer películas en formato tridimensional.

No es ningún secreto que Bay se sintiera al principio reacio a filmar Transformers 3 en 3D por mostrarse escéptico a este medio (“No es más que un truco”, declaró hace un par de años), y que si finalmente se decidió fue porque precisamente James Cameron lo convenció, hasta que terminó por encantarle (“Es el formato más adecuado para esta película”, acabó diciendo…).

Según cuentan las crónicas de la proyección, hacerla en 3D ha significado un aumento del presupuesto en 30 millones de dólares y las escenas tridimensionales impresionaron aunque los efectos especiales no estén aún terminados del todo (pues ya pueden ir espabilando, que el estreno mundial está previsto para el 1 de julio…). Robots voladores, helicópteros militares, máquinas con tentáculos, y los Trasnformers de siempre integran metraje cinematográfico convencional, digital y tridimensional ( “He visto la película y no he sido capaz de distinguir entre lo analógico y lo digital”, declaró Cameron. “Esta película es la mejor prueba del hecho de que resulta inapreciable para la vista”).

Sin embargo, en el debate salieron a colación temas como la utilización en muchos casos (la mayoría, diríamos nosotros) del 3D como un engañabobos para aumentar el precio de las entradas con resultados más que dudosos, ya que, según los cineastas “no todo el 3D es un buen 3D, algunas películas se convierten de forma barata y rápida, y a los espectadores no les gustan los resultados. Algunos estudios están tomando decisiones poco acertadas en cuanto a qué películas convertir en 3D, y cómo convertirlas” (justamente lo que desde Venusville estamos denunciando desde el principio).

Aún así, James Cameron mantiene que “el 3D vuelve a meter a la gente en una experiencia cinematográfica, con la gran pantalla y todo eso que nos encanta,
el 3D ha llegado para quedarse, y las cámaras y los medios de conversión seguirán mejorando”.

Pues a ver si es verdad, que ya estamos cansados de que nos saquen los cuartos de la manera más vil y rastrera con imágenes supuestamente filmadas en 3D que se ven exactamente igual que un vídeo casero proyectado con el Cine Exín… Siguiente prueba: Transformers 3: Dark of the Moon./>