<La gallina de los huevos de oro del nuevo Hollywood está claro que ya no es elaborar grandes y sesudos guiones, ni que haya actores de carácter de esos que te llenen la pantalla con su presencia, ni incluso tías con cuerpos tan apetecibles que hacen que no tengas ningún remordimiento de conciencia al salir del cine por haberte dejado 8 euracos de tu sueldo...
Ahora, tras la moda moda-estafa de reestrenar versiones restauradas de clásicos como E.T. o Star Wars, el gancho para atraer a los espectadores incautos (porque hay que ser incauto para dejarse engañar de esta manera) es poder ver “lo que sea” en 3D, ya que se supone que nos quedaremos con la boca abierta y nuestros sentidos se pondrán a mil por hora experimentando esa experiencia tridimensional… ¡Bullshit! En la mayoría de películas estrenadas en 3D, el formato tridimensional no es más que un engañabobos, un efecto añadido en post-producción que deja mucho que desear y que solo sirve para encarecer la entrada.
Y en eso estamos. Poniendo ahora como excusa el centenario del hundimiento del transatlántico más tristemente famoso de la historia, ya se ha fijado la fecha oficial para la reposición en 3D de Titanic: será el 6 de abril del año 2012, con lo que la economía del jetas de James Cameron seguro que se verá incrementada en otros tropecientos millones de dólares por lo menos.
Porque la verdad es que Jimmy “el pícaro” se lo monta como nadie. Recordemos que tras unos inicios en que se esforzaba como el que más en los que nos obsequió con sus mejores pelis (Terminator, Aliens y Mentiras arriesgadas, por supuesto) lamentablemente le tocó la lotería con Titanic y allí se dio cuenta que podía vivir del cuento apenas currando como productor, porque hasta hacer la infantil y simplona Avatar han pasado nada menos que trece años.
Y ahora nos viene con la versión especial supuestamente hecha para que (ejem) “toda una generación que no ha podido ver la película pueda disfrutar de ella en pantalla grande con la última tecnología disponible en la actualidad”...
En otras palabras, ahora hay una nueva hornada de carnaza fresca a las que hay que chupar la pasta y cualquier excusa es buena para dicho propósito. Aquí, en las lejanas tierras de Venusville, lo único por lo que nos motivaría volver a ver la peli es por ver en tres dimensiones aquellas maravillosas ubres XXL que lucía la otrora oronda Kate Winslet (ahora desgraciadamente se ha unido a la moda de las mujeres delgaditas y planas) posando para la posteridad ante la mirada alelada del DiCaprio./>
Ya sabemos porqué Kate Winslet flotó en vez de hundirse...
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