<Nos ha pasado exactamente como el chiste de la asamblea de monjas en un convento: la madre superiora anuncia que durante el transcurso de la noche ha entrado un hombre, y mientras todas las monjas exclaman un perplejo “ooooh”, una, al final de la sala, ríe por lo bajini (“ji, ji, ji”). La situación se repite con cada uno de los detalles narrados (y se coló en una de las habitaciones, y no ha salido hasta el amanecer, y se ha encontrado un condón… Ooooh, ji, ji, ji), hasta que la madre superiora anuncia que el condón estaba roto, así que las monjas que se exclamaban ríen (ji, ji, ji), y la que reía se exclama (ooooh).
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