SINISTER crítica: En la bata del miedo

En la bata del miedo

Ethan Hawke y su bata se adentran
en la boca del miedo con un Cinexín

Por Ray Zeta

<Ethan Hawke no es un actor que se prodigue mucho por las pantallas últimamente. Sin ir más lejos en estos últimos tres años exceptuando su colaboración en la serie televisiva Moby Dick, sólo le hemos visto en la estupenda cinta vampírica Daybreakers. Por eso, que haya elegido una película de terror clásico para su semi-regreso cinematográfico es una buena noticia (además de una prueba inequívoca de que se encuentra a gusto con el fantástico), y más aún si el director del proyecto es Scott Derrickson, quien tan buen trabajo realizó en el género con El exorcismo de Emily Rose (Ultimátum a la Tierra, si les parece, la dejaremos estar, que no quisiera que cambiaran su concepto sobre el director). Ethan Hawke dirigido pues por Scott Derrickson en una horror movie… A priori una combinación ganadora, y así es al menos parcialmente.

Porque en su primera mitad, Sinister nos presenta a Ethan Hawke como un escritor sobre crímenes y matanzas perpetradas por psycho-kyllers, que tiene la manía de mudarse con su familia a la casa donde sucedieron los hechos para escribir el libro desde el mismo escenario del crimen (¿recuerdan Kalifornia? David Duchovny también era un escritor que escribía sobre el mismo tema recorriendo casas en las que también se habían cometido crímenes, o sea que podemos ir entendiendo de dónde viene el dicho “la letra con sangre entra”…). Y por eso nos lleva el uniforme de escritor cinematográfico por excelencia, diríamos que inspirado en el concursante tipo de “Gran Hermano”, o sea look desaliñado, gafas, bata raída de estar por casa, pantuflas, y un vaso de whisky en la mano que ir pimplándose a sorbos. Uniforme que también llevaba Johnny Depp en La ventana secreta pareciendo encima que venía de follar cabras, ya que Depp llevaba en esa peli unos pelos que cualquiera diría que hubiera metido la cabeza en una centrifugadora.

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Ethan Hawke en Sinister VS. Johnny Depp en La ventana secreta: las 8 diferencias

Y como ésta es una película de terror clásico que explota las constantes clásicas del género, esa es la primera constante cubierta: el escritor protagonista debe vestir con el uniforme oficial de escritor cinematográfico. Segunda constante: en la casa deben sucederse fenómenos paranormales como en el túnel del terror de un parque de atracciones, si no el público se aburre… Y así sucede, focalizado en un proyector y unas cintas súper 8 found footage muy revoltosas y “divertidas” que dan por saco al protagonista durante toda la peli, relacionadas con la sangrienta matanza acaecida en la casa. Tercera constante: igual que a un gremlin no se le deja comer después de medianoche por mucho que lo pida, llore o berree, al protagonista de una película de terror que está en una casa donde suceden fenómenos extraños, no se le deja abandonar por mucho que lo pida, llore o berree su mujer.

"Sinister es una horror movie clásica de pies cabeza, que mezcla el tema de los psycho-killers, los fantasmas y las casas encantadas, pero de forma irregular"

Cuarta constante: el protagonista siempre acude a un experto en la materia que le explique, le esclarezca y le ilumine sobre los hechos inexplicables que ocurren (el típico secundario que aparece solo para contar lo que sabe, que la mayoría de veces es un profesor relacionado con el tema). Y quinta constante: si en la familia protagonista hay niños (no sean ingenuos, siempre lo hay), estos tendrán una conexión especial con las actividades paranormales que suceden en la casa (como pasa en El resplandor, Poltergeist, El escondite, El orfanato, El laberinto del fauno, Insidious, Paranormal Activity, La otra hija, No tengas miedo a la oscuridad… continúen ustedes mismos la lista hasta cien, no les será difícil).

"No pasaba tanto miedo desde que vi las pintas de Robert De Niro en Grandes esperanzas"

Vemos pues que Sinister es una horror movie clásica de pies cabeza, que mezcla el tema de los psycho-killers, los fantasmas y las casas encantadas, pero lo hace de una forma un tanto irregular. Xapó la primera mitad, en la que Scott Derrickson nos mete el canguelo en el cuerpo sin efectismos ni trucos de feria, a base de crear una atmósfera claustrofóbica y amenazante. Es la mitad en la que juega las cartas de un terror puro a base de ir mostrando los fenómenos extraños que suceden en la casa (como una peli de Paranormal Activity pero sin cámaras, en color, bien hecha y sin faltarle el respeto al espectador), y la evolución del personaje de Ethan Hawke de escéptico a fan número uno de “Cuarto milenio”, otorgándole cierto protagonismo al material found footage encontrado, unas cintas que cada vez que se proyectan dan tan mal rollito que se acaba oliendo la caquita del respetable de la sala.

Menos inspirado se muestra Derrickson en la segunda mitad del film, cuando introduce de cara a la galería elementos más comerciales como espectros siniestros y fantasmas infantiles (pero no se preocupen, que como no es una peli oriental no son niños con peluca negra cayéndoles sobre la cara pintada de blanco). Elementos del todo innecesarios que no hacían ni puñetera falta (más allá de provocar sustos estridentes para que las parejitas del cine se abracen), pues acaban por enviar al traste la terrorífica atmósfera existente hasta ese momento (es como si de la mitad en adelante, los productores hubieran tenido necesidad de justificar a base de efectos el presupuesto que se habían pateado en carajillos). Por suerte, en su tramo final la película remonta con un final valiente y contundente que valida las esperanzas depositadas en el dúo Ethan Hawke-Scott Derrickson como combinación ganadora./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey



		Recomendada por Kuato a: escritores que escriban sobre jardinería, cocina o bricolaje, porque los que escriban sobre psycho-killers van a salir por patas.

		No recomendada por Kuato a: todos los que tuvimos en los años 70 el Cinexín. Las cintas de súper 8 encontradas aquí no son del Pato Donald, Charlot o Tom y Jerry precisamente.

		Ego-Tour de luxe por: que por una vez el personaje secundario que sale sólo para explicarle al prota en calidad de experto lo que sucede no palma. Éste es listo y se lo cuenta todo por web-cam.

		Atmósfera turbínea por: ¿es necesario que cada vez que salga un fantasmito nos haga el gesto de silencio poniéndose el dedo índice sobre los labios? Me recordaron a Raúl mandando callar al Camp Nou en el 2-2 de la temporada 1999-2000….