SECUESTRADOS crítica: Desde Albania con horror

Desde Albania con horror Los soldados enmascarados de Desmembrados asaltan la casa de "Gran Hermano Family" y la lían parda Por Beto

<Sin concesiones ni miramientos. De esta forma tan clara plantea Miguel Ángel Vivas Secuestrados desde el principio, con una brutal escena inicial en la que un hombre que ha sido secuestrado con evidentes signos de violencia huye por el bosque y previene a una familia de que corren un gran peligro hasta el desenlace final de la película, que parece sacado de un film tarantiniano.

   El miedo a que profanen nuestro hogar, recinto de seguridad para toda familia, es aquí explotado sabiamente con una historia absolutamente sin ninguna subtrama, ya que muestra simplemente cómo unos tíos entran a saco en una gran casa de las afueras de Madrid (que parece la casa de Gran Hermano por lo inmensa que es, aunque sin chonis ni nengs que merodeen por la misma), secuestran a una familia en busca de pasta, ahostiando a quien haga falta e incluso pelando a quien sea, que los muchachotes son de gatillo fácil.

"¡Esto por decir que en Hispania estamos ridículos!"

   Tampoco es que Vivas se haya devanado los sesos con el grupito secuestrador: tenemos al jefe (el calculador que aparentemente nunca pierde los nervios), al psicópata salido (a quien sólo echarle un vistazo sabes que la liará parda), y finalmente al más  jovencito, que es el más bueno de los tres y que ve que la situación se les está yendo de las manos (no es que sea el yerno que quisieran todas las suegras, pero puestos a elegir entre este trío nos quedamos con él). Lo que nos lleva a un aspecto realmente fascista de la película (aunque el director se empeñe en defenderlo como realista), que dos de los tres ladrones sean de nacionalidad albanesa y uno sea español. ¿Adivinan quién? ¡Pues claro! El jovencito, el que es menos malo y bruto de los tres.

   También hace mucha gracia que Vivas niegue similitudes con Funny Games (recuerden, en ella dos jóvenes sonados secuestran a una familia para torturarla psicológicamente primero y físicamente después). Es verdad que en Secuestrados se prescinde de toda la verborrea psicológica de la cinta de Haneke y nos centramos en el sufrimiento físico, pero tampoco es menos cierto que bebe de las mismas fuentes. Eso es tan cierto como que Mickey Rourke es un muñeco de botox andante.

"En realidad somos de Cuenca y nos cubrimos para que no nos reconozcan en el pueblo"

   Dejando a un lado este estudio sociológico de esta banda de malandrines, además de la violencia mostrada, buena parte del éxito de la cinta se basa en el buen hacer del director, que con una docena escasa de planos secuencia que tiene, provoca que la cámara nos acompañe a lo largo de la historia continuamente evitando que nos desconectemos de la trama. Además Vivas lo combina con la pantalla partida con gran acierto, ya que muestra lo que sucede en dos escenarios simultáneamente sin producir transiciones que alteren el clímax.

   Aún así, sin duda lo más sobrecogedor de Secuestrados es que te deja con la sensación de que un atentado de esta magnitud le puede suceder a cualquiera y que no estamos a salvo ni en nuestra propia casa, a diferencia de otros títulos similares como Funny Games, Martyrs o Los extraños, que no dejan de tener un halo fantástico en su trama. Aunque bien es cierto que es más fácil que te suceda si estás forrado de pasta como la familia protagonista, de forma que a mí no creo que me busquen.../>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Copas de yate
		Recomendada por Kuato a: los que piensan que no hay nada mejor que vivir en las afueras de la ciudad, a no ser que vivas en una mansión al estilo de Hostage, naturalmente.
		No recomendada por Kuato a: las abuelitas que están cansadas de abrir las puertas a los operadores de telefonía en sus casas, no sea que se les ocurran ideas maliciosas para espantarlos.
		Ego-Tour de luxe por: la escena a cámara partida en la que en un lado vemos cómo Manuela Vellés lucha con uno de los albaneses y... no digo más. ¡Vaya desparrame!.
		Atmósfera turbínea por: el final. Tanto tiro y tanto muerto escapa al realismo del film que tan buen resultado proporciona en el resto del metraje.

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