PIRAÑA 3D crítica: La venganza de los "sushi-Sith"

La venganza de los "sushi-Sith" Si hay que morir devorado por pirañas, pues que sea al menos tomando chupitos con tías buenas en bikini Por Dr. Bishop

<Remake del film de 1.978 de Joe Dante, director que refinaría y sublimaría el mismo producto en su posterior Gremlins, este Piraña 3D ha sido realizado por el bruto de Alexandre Aja, cuyo cenit fílmico era hasta ahora la violación de una bella muchacha por una aberración mutante en la potentísima Las colinas tienen ojos (ya ven pues que su fuerte no es precisamente la comedia de enredo).

   El particular “talento” e irreverencia de Aja nos sigue abrumando apenas iniciado el primer diálogo del film que nos ocupa, referente a la regatera y melones (ciertamente imponentes) de una chica algo fresca. Controversia mamaria y por tanto siempre interesante, y aquí además ilustrativa del percal con el que deberemos tratar, una turbamulta de adolescentes en bañador y supurantes de feromonas, agolpados en un lago de Arizona con música rave a todo trapo, alcohol y cocaína para la tropa, vomitonas a chorro e inventos absolutamente formidables (chica en bikini con sal en el vientre, tequila en el ombligo y rodaja de lima en la boca, in other words, el chupito definitivo).

"Cuando me toque a mi ponerme, adivinad dónde va a estar la rodaja..."

   Sin embargo a Dios nuestro Señor no le debe hacer ni puta gracia tanto Festival Sónar en este Lloret de Mar del montón y, ya hasta los huevos de que esos niñatos no bajen la música y se forniquen entre ellos con condón, decide liberar de una galería subterránea, mediante un oportuno terremoto, un descomunal banco de pirañas prehistóricas (demonios, menuda frase más estúpida). No queda demasiado claro si el pescado en cuestión es originario del Plestoceno o del Mesolítico, aunque por su pinta monstruosa y pasada de vueltas apostaríamos más por un pantano de Mordor o la Cimmeria de Conan (quien argumenta además la diatriba científica es Cristopher Lloyd, el Doc Brown de Regreso al futuro, por lo que su credibilidad acaba donde empieza su cara de mad doctor).

   Otras apariciones estupendísimas son el cameo de Richard Dreyfuss (que mataría al mismísimo Tiburón, pero al minuto de peli ya es fast food de esos “marrrditos” roedores), Ving Rhames atacando con una hélice de lancha  a un aluvión de pezqueñines (imaginen el resultado de tan magnífica osadía) o el sorprendente papel de Elisabeth Shue como improbable sheriff (aunque nuestra libido siempre apruebe este tipo de inspirados cástings).

   Sea como sea, los actores no fueron contratados en Piraña 3D para lucir sus dotes interpretativas, sino para gritar lo más alto posible mientras chapotean entre tropezones humanos, genuina esencia y casi sinopsis de la película. Una masacre catártica final que convierte justamente este lago anclado entre Sodoma y Gomorra, esta caterva de promiscuos liberales “borrachos y drogados” (Gadafi dixit) en un cocido madrileño burbujeante de amputados, despellejados y monigotes gimoteantes (eso sí, que les quiten lo bailado antes a estos listos).

"Cuando nos dijeron que sería una fiesta con chicha por doquier, entendimos otra cosa"

   Si le añadimos a tan sanguinolento potaje la espontánea estupidez humana en estas situaciones de histerismo, como lanchas fuera borda atropellando cabezas humanas (¡¿pero a dónde va usted, desgraciado!?) o iluminados parando la pescadilla Sith ¡a balazos! (usted sí que sabe lo que se hace, maestro), la carnicería acaba siendo “El lago de los cisnes” en versión gore, llegando a dar cierto asco incluso a nosotros, mentes desgraciadamente muy cultivadas en este nivel de burradas.

   Quizás ustedes sean más valientes, pero a nosotros ver dos pirañacas enfrentándose por una polla, para luego eructárnosla en un primer plano, nos hace guiar inconscientemente nuestra mano hacia el paquete, agradeciendo palparlo entre lágrimas de alegría a pesar de habernos perdido un cojonudo festival sexual de primer orden./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Copas de yate
		Recomendada por Kuato a: católico apostólico romanos, que comprobarán como en este exterminio sólo sobrevive la gente decente y muere la más divertida: el habitual binomio moral sexo-muerte de las pelis slashers.
		No recomendada por Kuato a: oficinas de turismo en localidades costeras. Estos condenados critters submarinos le arruinan a uno la temporada veraniega.
		Ego-Tour de luxe por: un precioso y largo plano excelentemente dirigido, sincronizado a la perfección con la música,  bellísimo en su planificación y montaje… de dos chicas del grupo buceando en pelota picada. Ovación.
		Atmósfera turbínea por: que extrañamente, a esta peli no le sobra metraje como suele pasar últimamente, sino que el final abierto deja con ganas de veinte minutos extra de “fish & chips with bikinis”.

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