<Que el cine fantástico y de terror pasa por un excelente momento nadie lo duda. El género se ha revitalizado con la entrada de directores jóvenes con nuevas ideas, el favor del público, y de productores con buen olfato en cuyo punto de mira tienen el mercado internacional (que les pregunten si no a Juan Carlos Fresnadillo, Gonzalo López-Gallego o Carles Torrens).
Pero claro, lo que tiene mérito es abrir camino y no subirse al tren en marcha que es más fácil. A ese tren parece que quiere subirse también la inefable Isabel Coixet que ya ha anunciado su próxima incursión en el cine de terror (sólo de pensarlo ya temblamos). No se trata de desdeñar las aportaciones que al cine de terror puedan hacer creadores de renombre que hasta el momento no se hayan sentido tentados por el género. Si tienen ideas y calidad, adelante, que seguro que aportan cosas interesantes. Pero en el caso que nos ocupa, nos da en nuestra mutante nariz que la cosa no va por ahí.
Panda Eyes es su título, de entrada un proyecto por encargo de la productora HBO, lo que ya condiciona la libertad creativa. En segundo lugar, se trata de una trama inspirada en el clásico japonés de Hideo Nakata The Ring, lo que le quita también interés al asunto, pues con el título original citado, el remake americano de Gore Verbinski, y la fallida secuela del mismo Nakata, vamos más que servidos y ringeados.
Lo que más nos asusta pero es que no se trata de que Isabel Coixet, enemiga pública nº 1 del cine venusvillero, haya visto la luz y haya decidido dejarse de rolletes costumbristas intelectualoides para pasarse a la fantacción. Lo más preocupante es que ella afirme que no se trata de un cambio total de registro sino que quiere trasladar al género los temas que le gustan, o sea llevarse el terror a su terreno. Y eso sí que no lo consentimos. Antes dejamos que Lars Von Trier dirija Melancolía 2./>
Isabel Coixet enjaulada por las autoridades de Venusville por profanar el cine de terror
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