PACTO DE SILENCIO artículo: Los miserables, versión Redford

Los miserables, versión Redford

Aquí donde la ven, para Robert Redford Pacto de
silencio es una muy libre versión de Los miserables

De Tripictures

<Pacto de silencio se podría entender como el juego del gato y ratón entre dos hombres – el periodista Ben Shepard (Shia LaBeouf) y el fugitivo Jim Grant (Robert Redford) – que intentan exponer la verdad y, en el proceso, acaban redefiniendo sus vidas. La película, que tiene lugar en el presente, nos remite y recuerda a la historia y consecuencias del movimiento de protestas antibelicistas de finales de los sesenta y principios de los setenta (y, en particular, a una de las organizaciones más violentas: The Weather Underground), sin embargo, es una obra de ficción. De hecho, fue el potencial dramático de la historia misma, incluso más que la investigación meticulosa de la novela de 2003 de Neil Gordon, lo que inicialmente atrajo a Robert Redford al proyecto.

“Pensé que era una buena historia y que ofrecía la oportunidad de ver el interior de un acontecimiento que es parte de la historia americana”, dice Redford de la película, que es la primera en la que hace las veces de actor y director de forma simultánea desde 2007, año de su drama Leones por corderos. “No sólo te da la oportunidad de verlo, sino de meterte dentro de ello y ver cómo la gente estaba viviendo sus vidas treinta años después… de forma clandestina y con una identidad falsa. Para mí era un poco como Los miserables y el personaje Jean Valjean, sabes, diecinueve años después de una barra de pan”, explica Redford. “Se escapó de prisión, creó una identidad falsa, tuvo una hija, una vida buena, pero siempre le iba a perseguir el dolor de esa época. La cuestión es cómo lidia con eso esta gente, ¿cambian? ¿No cambian? Para mí, eso era lo interesante de la historia que iba a contar. No se trataba tanto del movimiento antibelicista mismo, porque eso pertenece a la Historia”.

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Trabajando con los productores Bill Holderman – quien colaboró anteriormente con Redford en Leones por corderos y su último trabajo como director, La conspiración (2010) – y Nicolas Chartier (En tierra hostil), el proyecto se desarrolló a lo largo de cuatro años. Adaptada por Lem Dobbs, quien había escrito el guión de Indomable y El halcón inglés para Steven Soderbergh, el guión se centraría en el devenir de Grant según vuelve a conectar con los fantasmas de su pasado – muchos de los cuales siguen viviendo de manera clandestina –, con la esperanza de exonerarse finalmente de las acusaciones de asesinato de las que huyó cuando era un estudiante relacionado con la sección más radical del movimiento antibelicista (mientras tanto Ben Shepard y el FBI le persiguen sin tregua, a unos pocos pasos tras su rastro en todo momento).

"Para mí era un poco como Los miserables y el personaje Jean Valjean, sabes, diecinueve años después de una barra de pan"

“Trata de un grupo de personas que eran clandestinas”, explica Redford. “Estaban muy unidas, por los estilos y pasiones de su época, y ahora se han hecho mayores y han tomado caminos diferentes. Algunos tienen rencor. Otros se arrepienten. Algunos creían en ello en esa época, pero sienten que tienen que pasar el resto de su vida pagando por ello. Otros sienten que fue una causa justa en aquel entonces y que sigue siéndolo hoy en día. Así que hay muchos sentimientos y relaciones – cómo se relacionaban todos me fascinaba”. Mientras Redford planeaba tanto el argumento como la producción misma, hasta el más mínimo detalle, también dejó una cantidad considerable de elementos de la historia abierta para que los interpretaran los actores. De hecho, él mismo como actor, motivó que aportaran cada uno de los individuos.

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“Era un guión esquelético al principio que crecía a lo largo de los ensayos,” explica Shia LaBeouf sobre la colaboración entre el director y su reparto. “Creo que tenía unas 80 páginas cuando me llegó – y después empezó a darle vida”, dice LaBeouf. “Cedió veinte páginas para que el guión evolucionara. Seguía estando lo suficientemente cómodo para seguir dándole luz verde… Y tenía la confianza en sí mismo y su equipo para llevarlo adelante”. LaBeouf señala una escena que comparte con Brendan Gleeson como ejemplo, en esta escena el periodista atosiga al jefe de policía retirado que interpreta Gleeson en una cena en Ann Arbor (Michigan) para obtener información. “Esa escena casi ni existía al principio”, explica LaBeouf. “Entonces traes a alguien como Gleeson y empiezas a jugar un poco… Redford permite que la escena respire, pero está estructurada. No está improvisada sin más – está muy estructurada en función de lo que se necesita explicar y por qué”.

“Actúa como si tuviera el control totalmente, pero permite que la película vaya por libre como algo que no tiene control ni fronteras, y eso hace que tenga vida… lo que permite que ocurran momentos reales y mantiene la estructura”, dice LaBeouf sobre Redford. “Es realmente asombroso lo que hace y que lo haga, aparentemente, con tanta facilidad. Eso es lo maravillosos de él”./>

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