![]() |
Pepe, el guarro Versión de Harry el sucio con José Coronado haciendo Por Ray Zeta |
<Ni Harry el sucio, Martin Riggs o John McClane; a partir de ahora el nombre del poli cortador de bacalao del panorama cinematográfico policíaco es Trinidad, Santos Trinidad. Ya era hora que tuviéramos un héroe patrio con placa y pistola capaz de equipararse a las vacas sagradas del género, que tanto el inspector Manuel Flores de Brigada central como Pepe Carvalho no pasaron de personajes televisivos, y habiendo pasado 30 años del detective Germán Areta de El crack, no era plan que fueran Vivancos o Torrente nuestra representación en tales menesteres.
Así que sea bienvenido el inspector Santos Trinidad, un tipo que lo tiene todo para aspirar y hacerse con la banda de Mr. Venuspoli: es tan duro como Clint Eastwood siendo pisado en un callo, gasta look de quinqui setentero con greñas guarronas y bigote chicano al más puro estilo Ron Jeremy, no se cansa de putear a su compañero, va menos por comisaría que Superlópez por la oficina, y es tan borrachuzo como Torrente (pero a diferencia de éste no detiene la priva cuando ha de entrar en servicio). Un perla que solo empezar la peli ya da buena muestra de sus cualidades gastándose la paga en las tragaperras, atiborrándose de cubatas, meando en plena calle, y liándose a tiros en un puticlub.
"Cuando Harry el sucio se saque la chorra y mee en plena calle, hablamos"
Un bomboncito de personaje tan redondo como la o de un canuto que José Coronado se encarga sorprendentemente de llenar con un trabajo soberbio para hacer las delicias del respetable con una socarronería y una mala leche que huelen más a premio festivalero, ya sea Concha, Goya u Oscar, que Anthony Hopkins interpretando a un tullido ciego y sordomudo. Y digo sorprendentemente porque poco intuíamos el buen oficio interpretativo del ex Coyote cuando presentaba el concurso El Gordo y anunciaba yogures para cagar más y mejor. Si a John Travolta se le recuerda por su papel de Vincent Vega en Pulp Fiction, a José Coronado se le recordará sin duda por el de Santos Trinidad el resto de su vida.
"Si a John Travolta se le recuerda por su papel de Vincent Vega en Pulp Fiction, a José Coronado se le recordará por el de Santos Trinidad" |
Pero Enrique Urbizu si lo intuyó, y por eso le dio una oportunidad de oro hace ahora diez años con La caja 507, y por eso se la ha vuelto a dar ahora corregida y aumentada en una obra con sabor a cine negro clásico, que pese a sufrir algo de bajón de ritmo en su tercio medio, es todo un regalo para los amantes del género. Tanto por el retrato del prota (Santos es además de todo lo dicho, como habrán podido imaginar, un perdedor que está de vuelta de todo), como por su enredada trama detectivesca (ya se sabe, en una obra de cine negro se empieza con algo tan simple como una femme fatale buscando a un familiar desaparecido y se puede acabar con algo tan gordo como una red de pederastia para políticos; No habrá paz para los malvados no es la excepción).
"Anda, alégrame el día y esta vez pónmelo de marca"
Un caso investigado por puro egoísmo en solitario por nuestro hombre en el Madrid más chungo (el otro poli encarnado por Juanjo Artero promocionado como co-protagonista apenas sale en un papel sin ninguna importancia, será que está mareado de tanto barco). Un caso con olor a fritanga y sabor a carajillo que engloba desde narcos colombianos hasta terroristas islámicos, y que como no podía ser de otra manera siguiendo las bases del género, no se corta un pelo a la hora de denunciar la corrupción y la mierda de la que están hasta el cuello las altas esferas policiales.
Ya lo ven pues, cine negro duro y contundente a la española como no se veía desde el citado El Crack de José Luis Garci con Alfredo Landa. Agustín Díaz Yanes lo intentó con Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto y Solo quiero caminar, pero ambas estaban protagonizadas por tías, y por eso claro, no cuajaron como la peli que nos ocupa, porque las tías no pueden dejarse bigote chicano, vacilar a otras tías y liarla parda en un puticlub. Pero José Coronado sí puede, así ganamos un prota que hace todo eso y que encima tiene la gracia de que en vez en vez de beber Jack Daniels, fumar Lucky Strike y jugar al Black Jack, bebe Dyc, fuma Ducados y juega al Siete y medio, además de tener la frase ingeniosa siempre a punto devolviéndonos el cinismo de los mejores films noir. Si No habrá paz para los malvados no es la obra maestra del cine negro que nos han hecho creer desde el Festival de San Sebastian, sí que es la mejor que hemos tenido en los últimos años./>
INFORME VENUSVILLE |
||
![]() |
Sentencia Quaid: Copas de yate |
|
![]() |
||
![]() |
Recomendada por Kuato a: ludópatas alcohólicos con aversión al barbero. |
|
![]() |
No recomendada por Kuato a: puristas del cine negro que no sepan verlo si no es con un tipo en gabardina apurando un bourbon. Aquí José Coronado va en mangas de camisa plimplando cubatas de ron Havana. | |
![]() |
Ego-Tour de luxe por: el personaje Santos Trinidad, el yerno que todas las madres querrían tener y el canguro que todas las mamás querrían contratar. |
|
![]() |
Atmósfera turbínea por: que no esté en proyecto una precuela contando cómo Santos Trinidad pasa de ser el primero de su promoción a convertirse en el entrañable despojo humano que es ahora. |
¿Desea saber más?
![]() |
> NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS ficha + sinopsis |
![]() |
> NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS crítica: Pepe, el guarro Versión de Harry el sucio con José Coronado haciendo Por Ray Zeta |
![]() |
> NO HABRÁ... photocall: No habrá paz para los más guarros Con José Coronado con el pelo cortito, afeitadito, Festival de San Sebastian |
![]() |
> NO HABRÁ PAZ... rueda: No habrá paz para los pesados Lecturas políticas abstenerse; aquí Urbizu y Coronado Por Ray Zeta |
VENUSRELACIONADOS



3 Respuestas