NADIE 2 crítica: Sólo sé que no soy nadie

**Secuela de Nadie con más hostias, más tiros, y sobre todo, con más camisas hawaianas**

Era de esperar que tras convertirse en uno de los sleepers del año 2021, Nadie, aquella versión familiar de John Wick con aires del Robert McCall de El ecualizador, tuviera su correspondiente secuela. Y como pasa casi siempre, las segundas partes nunca están a la altura de la original. Este es el caso de Nadie 2, donde se pierde toda esa frescura y originalidad de la primera, presentándonos la simple peli de tortas y mamporros de toda la vida, con un Bob Odenkirk que se aleja de su referente inicial para convertirse en un nuevo Bud Spencer que aprovecha cualquier momento para dar leña.

Si en Nadie contemplábamos el despertar de un humilde y apocado padre de familia, que dejaba estallar su pasado como ex-combatiente para enfrentarse él solito a la mismísima mafia rusa, aquí el personaje se desmelena y se gusta, convirtiéndose en un perdonavidas al estilo de Jason Statham, que está deseando encontrar rivales a los que dar cera por placer. Si a ese nuevo carácter del personaje le sumamos toda una ristra de macarrillas bastante inútiles sacados de la factoría del Equipo A, el resultado es una borrachera de peleas y explosiones con un cargante tono humorístico, que lamentablemente se carga el épico y carismático personaje de Hutch Mansell que se había construido en Nadie. La consecuencia inmediata de ese cambio de tono de la saga, es que se esfuma esa empatía que sentíamos por aquel pobre Don Nadie original, y nos encontramos ante otro Liam Neeson sesentón con camisa hawaiana, de profesión: pelear.

"O convencemos a Keanu Reeves que haga un cameo como en Ballerina o no llegamos a la 3"

El guion lo vuelve a escribir el también guionista de la saga John Wick y Ballerina Derek Kolstad, quien esta vez se olvida total y absolutamente de crear una historia con cara y ojos y compone un guion lleno de tópicos y diálogos vacíos, que sólo sirven de excusa para dar rienda suelta al pim-pam-pum de Odenkirk, quien ya no nos transmite tanta ternura como en la primera entrega. Después de una introducción de cara a la galería en la que tiene que cargarse a gánsteres asiáticos, corsos y brasileños para saldar cuentas con mafiosos rusos jubilados, da paso a unas vacaciones familiares en una especie de parque acuático, donde el espectador avezado ya sabe que se va a liar parda.

“Derek Kolstad compone un guion lleno de tópicos y diálogos vacíos, que sólo sirven de excusa para dar rienda suelta al pim-pam-pum de Odenkirk”

Porque nuevamente topa con otro grupo de traficantes y con nuevos mafiosillos, con los que se vuelve a enfrentar en una orgía continua de acción, explosiones y peleas. Se autoparodian momentos de Nadie (como esa lucha en un bote anfibio imitando la del autobús), se vuelven a quemar fajos de dólares de los malos, y la jefa mafiosa interpretada por Sharon Stone mantiene con su perrito en brazos el histrionismo de Aleksey Serebryakov, mientras se marca bailecitos con dudoso sentido del ritmo. Se nota la dirección del indonesio Timo Tjahjanto, con más escenas sangrientas y un buen surtido de set pieces de acción que nos dejará saciados de adrenalina. Enfrentamientos con katanas y persecuciones por laberintos de espejos (quizás un guiño al Salón de Espejos de John Wick 4), atreviéndose a usar el slow motion made in Michael Bay cuando dispara Connie Nielsen, son momentos palomiteros que se agradecen.

"Imaginad que somos los de Armageddon en su día de fiesta"

Nadie 2 no pretende seguir la línea de la primera parte, como hicieron sagas como la de John Wick o El ecualizador, sino que ha optado por quitarle ese tono de aura misteriosa y reprimida al personaje, para poner las cartas boca arriba y desnudar su pasado. Aunque se dejan entrever sus pinitos como agente encubierto de ese padre interpretado por Christopher Lloyd, que continúa siendo un secundario de lujo al que apenas le dan bola siendo sus escenas bastante mediocres (como esa salida de la residencia de ancianos). Algo más de peso adquiere su hermano negro y sobre todo la cada vez más atractiva Connie Nielsen, que se destapa como una gran tiradora por lo que, ¿quién sabe ?, en una hipotética tercera parte podrían ser los nuevos Sr. y Sra. Smith.

Pese a defraudar en su comparación con la primera parte, Nadie 2 no deja de ser una de esas películas veraniegas para pasar el rato sin más, con una cervecita al lado y unas buenas palomitas, viendo a Bob Odenkirk dándolo todo en la pantalla. Por cierto, su próxima película vuelve a ser de acción y se titula Normal, significativo título que huele a encasillamiento del actor, que puede suponer el relevo para un Liam Neeson que parece que se ha pasado a la comedia.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

Recomendada por Kuato a: los que disfrutaban con aquellas pelis de Sergio Corbucci viendo a Terence Hill y Bud Spencer dar tortazos sonoros.

No recomendada por Kuato a: los que hayan pensado que Hutch Mansell era el nuevo John Wick. Keanu Reeves jamás se pondría una camisa hawaiana tan hortera. Solo les une su amor por los perros.

Ego-Tour de luxe por: esa larga escena final en plan Solo en casa, pero en un parque de atracciones, acabando con ese “Power of Love” acuático que dan ganas de romper a aplaudir.

Atmósfera turbinea por: la sobreactuación de Sharon Stone, que quizás es por exigencias del guion y porque le habrán soltado mucha pasta, pero esa imagen chupada es indigna para la otrora sex symbol de Hollywood.

■ NADIE 2. "Nobody 2" (2025). Dirección: Timo Tjahjanto. Guión: Derek Kolstad, Aaron Rabin. Reparto: Bob Odenkirk, Connie Nielsen, Christopher Lloyd, Sharon Stone, Colin Hanks, John Ortiz, Daniel Bernhardt, RZA, Gage Munroe, Paisley Cadorath, David MacInnis. ESTRENO EN VENUSVILLE: 14/08/2025.