M3GAN 2.0: noticia: James Wan se inspira en Terminator 2

James Wan declara haberse inspirado en Terminator 2: El Juicio final para crear M3GAN 2.0

Ya sabemos que Blumhouse no es sinónimo de calidad precisamente, y que por cada peli buena que les sale, producen diez que son auténticas pelis de serie Z infumables, de esas que criaban polvo incluso en los videoclubs de barrio. Sí, de tanto en tanto dan en la diana con títulos como Insidious, Sinister, La purga, Déjame salir o The Black Phone, pero la mayoría de las veces toca pagar el peaje de la línea habitual de la casa como con Fantasy Island, Imaginary, Diabólica, Firestarter, Five Nights at Freddy’s y demás.

A menos que como director o productor esté James Wan, claro, lo que siempre es sinónimo, si no de peli buena, al menos sí de peli digna, divertida o entretenida, como fue M3GAN, su versión particular de Muñeco diabólico (aquí “muñeca diabólica”). Siguiendo la rácana política del estudio, M3GAN costó cuatro duros (unos paupérrimos 12 millones de dólares) y lo petó recaudando más de 180, así que era cuestión de tiempo que llegara su secuela.

Secuela que James Wan vuelve a producir, y para la que ha declarado haberse inspirado en Terminator 2: El Juicio final: “Vimos el camino que tomó James Cameron con Terminator 2. Si parte de la inspiración humorística para la primera M3GAN fue que se suponía que sería nuestra versión de Terminator, pero con un muñeco asesino en lugar de Arnold Schwarzenegger, entonces nos pareció apropiado que la secuela fuera Terminator 2: El Juicio final. Sabíamos que M3GAN tenía que enfrentarse a una némesis potencialmente más poderosa que ella”.

¿Será que en esta ocasión, la muñeca M3gan pasa de ser mala a buena, y que debe proteger a su propietaria de una muñeca cabrona? Pues esperamos que así sea, porque esa es la acertada novedad que James Cameron aportó a la secuela de Terminator. Un cambio de rumbo que nos dejó a todos con el culo torcido de la sorpresa, así que esperamos que con M3GAN 2.0 James Wan consiga el mismo efecto. Por pedir que no quede.