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LA TRAMPA DEL MAL crítica: Los 5 negritos de Shyamalan

   

Los 5 negritos de Shyamalan

Si yendo en ascensor con otras 4 personas una se tira un cuesco, no lo duden, habrá sido el mismísimo Diablo

Por Robert Thornhill

 

<De nuevo Shyamalan a la carga, esta vez intentando iniciar una especie de “Trilogía del horror urbano”, en lo que le ha dado a llamar “The Night Chronicles”. No sé que tendrá pensado para las siguientes, pero La trampa del mal, por su duración (75 minutos), por la simplicidad de sus situaciones, y por ese mensaje moralizante que quieren inculcar en el espectador, es un producto más adecuado para la televisión al estilo de Alfred Hitchcock presenta o The Twilight Zone.

   Los directores de la peli son los mismos que perpetraron Quarantine, pero se nota que el indio estuvo todo el día encima suyo asesorándoles (o más bien persuadiéndoles), porque se huele su estilo a la legua (la escena inicial parece sacada de El incidente), con esos barridos del cielo con sus nubes incluidas marca de la casa. Y es que necesita recobrar el crédito perdido en el cine fantástico como gurú de lo sobrenatural y los fenómenos paranormales después de la patética y humorística Airbender: el último guerrero.

 

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"El que se ha tirado el pedo será quien tenga las manos rojas"

 

   Así las cosas, La trampa del mal no deja de ser una pequeña fábula sin grandes pretensiones, pero que mantiene la tensión creando una atmósfera maligna sin abusar de efectismos baratos. Lo que no es fácil, porque si en Buried (Enterrado), Ryan Reynolds sufría embutido en un claustrofóbico ataúd, aquí se hace más grande el habitáculo opresivo y se encierran a nuestras cobayas en un típico ascensor de seis plazas. Recinto en el que se reúnen de forma azarosa, y como el que no quiere la cosa, un ex-marine, un guardia de seguridad negro, una cazafortunas como la Zeta-Jones en Crueldad Intolerable, un vendedor de colchones (odioso, como todos los comerciales) y una vieja repelente y cleptómana, todos con pasados turbios y con vidas poco edificantes.

   A partir de ahí empieza el juego. El espectador deberá hacer sus apuestas y adivinar quién morirá primero y quién de ellos es el mismísimo Diablo, aunque el hecho de que ninguno de los enlatados en el cubículo sea un actor conocido ni tenga una personalidad especialmente atrayente, provoque que al espectador le importe una mierda lo que les pase a esos tipos o si se despeña o no el puto ascensor.

 

  "La cabina se convierte en una especie de casa de Gran Hermano donde los atrapados se van haciendo putaditas faltando sólo la Merceditas Milá para echar más leña"  

 

   Lo mejor es que la pequeña cabina en la que quedan envasados se convierte en una especie de casa de Gran Hermano donde se van haciendo putaditas (ahora le tocan el culito a la chica guapa, ahora se meten los unos con los otros...), faltando sólo la Merceditas Milá para echar más leña.

   Caso aparte son los presuntos encargados que intentan sacarlos del zulo. La inutilidad que emanan tanto los guardas de seguridad del edificio (cosa por otro lado plausible, pues ninguno de ellos es Denzel Washington), como los policías pasotillas a pesar de sus traumas interiores es digna de enmarcar. Sobre todo la del agente prota (Chris Messina), que con barba de tres días y la corbata suelta, se pasa la peli haciéndose el listillo como si fuera un experto del CSI cuando en el fondo no tiene ni pajolera idea.

 

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"Pues a Denzel Washington bien que lo puteaba también el Diablo en Fallen..."

 

   Y qué decir de los bomberos, que utilizan métodos bastos y poco ortodoxos para intentar sacar a nuestros pobres cautivos sin que haya ningún valiente como Keanu Reeves en Speed, que reptaba como nadie por las entrañas del ascensor...

   Pero vaya, todo vale si el resultado es entretener a la peña con una historia inverosímil pero bien contada. Además hay que reconocer a pesar de todo que M. Night Shyamalan tiene algo de lo que carecen el 90 % de los guionistas listillos que corren por Hollywood (que sólo se dedican a copiar y copiar): IMAGINACIÓN, un concepto en claro peligro de extinción./>

 

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Copas de yate
     
     
 

Recomendada por Kuato a: los que disfrutaban con las rocambolescas historias de The Twilight Zone con sus finales bizarros incluidos.

     
 

No recomendada por Kuato a: quien piense que la policía y los bomberos siguen siendo los salvadores de antaño de los ciudadanos.

     
 

Ego-Tour de luxe por: todo el surtido de muertes que nos ofrece la peli. Es un manual de cómo morir y matar sin salir de un ascensor.

     
 

Atmósfera turbínea por: ese tufillo religioso que impregna el conjunto de la peli, que sólo se entiende por el carácter televisivo del producto.

 

 

   

¿Desea saber más?

> LA TRAMPA DEL MAL ficha

> LA TRAMPA DEL MAL tráiler

> LA TRAMPA DEL MAL artículo: Las crónicas de M. Night Shyamalan

> LA TRAMPA DEL MAL premiere: En busca del prestigio perdido

 

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1 Respuesta

  1. Anónimo
    shyamalan<br />Es impresionante ver como este hombre ha ido decayendo más y más con cada nueva película. Él que tuvo la industria a sus pies que tenga que verse ahora como un director delegado a productos infantiles y de serie B que mejor funcionarian en TV. JOSÉ BLANCO REYES

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