JUAN DE LOS MUERTOS crítica: Zombis que dejé en La Habana

Zombis que dejé en La Habana

Para fantasmas en NY llamen a los Ghost Busters,
para zombis en La Habana, a Juan de los muertos

Por Mr. Moore

<A estas alturas de la película a uno cada vez se le atragantan más las modas y corrientes efímeras varias. Léase ver a gente con el reloj que llevábamos cuando teníamos ocho años y del que lo que más gracia nos hacía era que tenía luz, o ver al personal llevar unas gafas del tamaño de Asia, que habrían sido la pesadilla de cualquier empollón de los años ochenta. Pues bien, en el tema freak, algo especialmente indigesto que ha acontecido en los últimos años ha sido el resurgir de los zombis.

Pero ojo, no me malinterpreten, he disfrutado Zombies Party y Bienvenidos a Zombieland como el que más, he eyaculado tinta al leer “World War Z” de Brooks Jr. o el “Walking Dead” de Kirkman, y hasta fui de los cools que “caminaron” durante la zombiewalk Sitgera de este año... Pero lamentablemente toda una caterva de subproductos que se apuntan al carro aflora cual capullo en primavera (¿“Lazarillo de Tormes zombie”? ¿“Orgullo y prejuicio zombie”? ¿Wtf?)… Afortunadamente este no es el caso de Juan de los Muertos.

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"¿Alguien más cree que Zombis nazis en mejor que Zombis Party?"

El tema es el de siempre, humanidad en receso, cada vez más infestada de comecerebros y grupito variopinto de supervivientes al escape, pero aquí los amigos de La Habana le han sabido dar un par de giros de tuerca la mar de coñones. Por un lado la figura del antihéroe hiperbólico con un tiradísimo buscavidas autóctono llamado Juan, la gracia de la ubicación, una Cuba castrista crepuscular en la que los noticieros (a pesar de que la pandemia ya se ha cobrado a casi toda la isla) siguen insistiendo en que todo es una maniobra del imperialismo yankee y los disidentes para boicotear el país (¡delirante!), y la coña marinera de crear una empresilla (“Juan de los Muertos”), donde por un módico precio se encargan de eliminar al familiar convertido como si una compañía de desratización a domicilio se tratara, etc.

"El tema es el de siempre, humanidad infestada de comecerebros, pero aquí le han sabido dar un par de giros de tuerca la mar de coñones"

A destacar también el grupito de no infectados que se forma, digno de aparecer en cualquier videojuego de la saga “Left4Dead”: un negro hipermusculado con pocas luces, una travesti cubana loquísima que golpea mejor que Chuck Norris, o una pizpireta y buenorra españolita (por cierto, de largo la peor interpretación de toda la película, fatal la tal Andrea Duro de la plantilla de Física o Química…). También tienen guasa las armas utilizadas, remos que se convierten en armas mortíferas, certeros tirachinas o arpones para pesca (este último nos depara la escena más tronchante de toda la película junto con una jubilada zombie), dignas de aparecer como armas improvisadas de “Dead Rising”.

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"Pues si nuestra factura le parece cara, llame a Milla Jovovich como Alice y verá"

Los zombies, por su parte, están bastante conseguidos, y alternan la velocidad de los de 28 días después o Bienvenidos a Zombieland con la parsimoniosidad y perrerío del zombie classic-old-style... A destacar las muertes (o mejor deberíamos decir “remuertes”) a las que son sometidos, coñonas y cafres a partes iguales, como el combo que nos montan la China y su forzudo acompañante montando un dúo matarife acojonante digno de cualquier peli de samuráis de Takashi Miike.

Olvídense pues de jineteras, puros y mojitos, si ésta es la verdadera Cuba, nos apuntamos a un viaje organizado YA. Eso sí, saquen los condones del neceser, ¡pillines! y llénenlo de balas explosivas y trazadoras, háganme caso./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Copas de yate



		Recomendada por Kuato a: disidentes cubanos que crean que en la isla el único zombie que queda es el que aún gobierna.

		No recomendada por Kuato a: sobresaturados del tema zombie. O sea que estén hartos de ver a muertos vivientes, aunque vayan vestidos de faralaes o de chulapo madrileño.

		Ego-Tour de luxe por: la tronchante escena del bus militar, con todo el plantel de héroes protagonistas desnudos, esposados, y siendo mordidos por el primer detenido y creando un pánico colectivo de lágrima.

		Atmósfera turbínea por: ya lo hemos comentado, la participación patria y femenina tiene una interpretación menos natural que un huevo Kinder.