IRA DE TITANES noticia: Habemus sinopsis titánica

<“Una década después de su heroica victoria sobre el Kraken, Perseo está intentando llevar una vida tranquila como pescador junto a su hijo de 10 años Helio, pero mientras tanto, ruge la lucha por la supremacía entre los dioses y los titanes. Peligrosamente debilitados por la falta de devoción de la humanidad, los dioses están perdiendo el control de los titanes, y Kronos, su feroz líder (y padre de Zeus), Hades y Poseidón, traman una ofensiva.

Perseo no puede ignorar su verdadera vocación de semidiós hijo de Zeus cuando Hades y Ares, hijo celestial de Zeus, llegan a un acuerdo con Kronos para capturar a Zeus. La fuerza de los titanes se hace más fuerte a medida que los restantes poderes celestiales de Zeus son absorbidos y el infierno se desata en la tierra.

Consiguiendo la ayuda de la Reina Andromeda, Agenor, el hijo semidiós de Poseidón, y del dios caído Hephaestus, Perseo se embarca en una peligrosa búsqueda en el infierno para rescatar a Zeus, derrocar a los titanes y salvar a la raza humana”.

Ésta es la sinopsis difundida de Ira de titanes, la secuela de Furia de titanes, en la que esta vez no será Louis Leterrier quien dirija a Sam Worthington corriendo en faldita, sino Jonathan Liebesman, el de Ultimatum a la Tierra.

Además de Worthington repite Ralph Fiennes como Zeus (esperemos que esta vez no parezca tanto un homeless como la vez anterior), y se unen al Olimpo Rosemund Pike como Andrómeda, Bill Nighy como Hephaestus y Edgar Ramirez como Ares.

Nosotros encantados con que llegue a las pantallas esta Ira de titanes, ya que gracias a a bichejos y monstruitos como los escorpiones gigantes, la brujas ciegas estigias, la Medusa y el Kraken, Furia de titanes nos pareció un espectáculo de primera para ser saboreado sin complejos.

Así que si esta segunda parte sigue la línea, cojonudo, solo pedimos tres cosas: que esta vez no le añadan el 3D en post-producción, pues sin duda es de lo peorcito que hemos visto en la vida (¡y miren que hemos visto!); que Perseo deje al niño en casa y se vaya a correr aventuras solo (que ya sabemos la cagada que representa la presencia de un niño en una peli de acción, repasen El regreso de la momia y La leyenda del Zorro, por ejemplo); y que Sam Worthington se muestre más expresivo, que en la primera peli salía con un careto que cualquiera diría que la falda le apretaba un testículo./>

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