INGRID crítica: Una mujer llamada caballa

Una mujer llamada caballa Nueva película catalana. ¿Recuerdan la crítica de E.S.O.? Pues si les dije que era vomitiva, esta Ingrid es aún peor Por Ray Zeta

<A este paso las distribuidoras me van a vetar la entrada a los pases de prensa de las películas de producción catalana, porque si ahora hace tan sólo una semana escribí con respecto a E.S.O. Entidad Sobrenatural Oculta que es una de las peores películas de cine fantástico de la historia, sobre esta Íngrid no puedo decir más que lo mismo.

   Poner los dos títulos uno al lado del otro es exactamente como si La Cosa y La Masa se enzarzaran en un combate cuerpo a cuerpo para decidir cuál de los dos luce más cinturita de avispa. Y aún diría más, como decían los Hernández y Fernández, si me apuran E.S.O. es levemente mejor (o en todo caso dejémoslo en “menos peor”) porque va destinado a un público pre-adolescente (sí, de tanto oírlo en la rueda de prensa me lo he acabado creyendo, como podrán ver en la crónica titulada “El síndrome de E.S.O.colmo”).

"Mi verdadero nombre es Juani Gutiérrez, pero me lo he cambiado por Íngrid para ligar más"

   Puede que un chaval de 14 años que esté acostumbrado a ver el culebrón de sobremesa de TV3 diariamente sea capaz de ver E.S.O. sin que le provoque lesiones cerebrales irreversibles, pero Íngrid va dedicado no ya a un público adulto, sino a un público adulto presuntamente curtido y bragado capaz de resistir películas fuertes (insertar risas).

   Un público que se descojonará de lo lindo al leer esto, pues por algo hemos visto pelis que sin ser nada del otro mundo tenían mil veces más atmósfera malsana (Asesinato en 8 mm., por ejemplo), mayor contenido sexual (Instinto básico o cualquier otro thriller erótico), y más escenas lésbicas (hasta la ridícula Jennifer’s Body le pasa la mano por la cara en ese aspecto), que las escenas presuntamente fuertes que aquí se muestran.

   E.S.O., aunque mala, es una película fantástica con elementos fantásticos de primera división como los fantasmas de niños, en cambio Íngrid fracasa del todo en ese campo, pues se basa en un elemento fantástico de regional preferente (que compitiera en la sección oficial del Festival de Sitges es lo más fantástico de la película). Una trama con sonambulismo misterioso tan ridículo, que a su lado el que padecía Heidi cuando estaba en casa de Clara es digno de figurar en los anales del cine de terror.

   Íngrid intenta ir más de documento social presuntamente rompedor que quiere mostrar una Barcelona cultural alternativa con artistas post-modernos (o sea tíos y tías pseudo-punkis pircingueados y tatuados hasta en el glande o clítoris según su sexo), performances artísticas (si es que tiene algo de artístico que actrices embutidas en camisas de fuerza que les permiten enseñar las tetas simulen una orgía), música en vivo de lo más machacona a cargo de grupos del momento (disculpen mi ignorancia musical, pero “Love of Lesbian” es el único que reconocí), e iniciaciones al sado-maso (a la prota la cuelgan con unas cadenas que le atraviesan los pezones igualito que a Richard Harris en Un hombre llamado caballo).

"Venga va, hazme una limpieza de sable pequeñita y te regalo una caja de vino Montsolís"

   Y todo lo contempla Eduard Farelo birra en mano desde un rinconcito como el pringao oficial de las fiestas que no se come un rosco, aguantando pacientemente con la única intención de follarse a la protagonista (una protagonista que supuestamente le introduce en un mundo de riesgo y misterio; y recalco que he usado la palaba “supuestamente”), pero que como buen pringao no se la llega a follar, evidentemente, en ningún momento.

   Porque esta Íngrid, como decía el chiste, no es una puta que folla con todo el mundo (que aquí son tanto tíos como tías), sino una hija de puta, o sea una tía que folla con todo el mundo menos con él./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Condenada a alforfones
		Recomendada por Kuato a: internautas seguidores de my spaces dedicados al sado-maso gestionados por peña con pseudónimos como “Lady Pain”, “Mr. 25 cm.” o similares.
		No recomendada por Kuato a: los que vistan un pullover sin mangas Lacoste y se peinen engominándose con la raya en medio.
		Ego-Tour de luxe por: los jetos de alucinado que pone Eduard Farelo en las fiestas alternativas, cien por cien naturales.
		Atmósfera turbínea por: Jurgen Muller. Quedaría bien de Bela Lugosi en Ed Wood, pero aquí canta más que Danny DeVito como James Bond. Como todos.

¿Desea saber más? > INGRID ficha > INGRID rueda: El subvencionado y el Führer