FRANKLYN crítica: Un superhéroe sin braguero

Un superhéroe sin braguero Dinos qué paranoia alternativa te montas, y te diremos qué cómics y películas de cine fantástico consumes Por Robert Thornhill

<Comedura de tarro que se ambienta en el mismo Londres gótico de V de Vendetta con un protagonista con ansias de héroe que lucha contra el sistema y que perfectamente lo ubicaríamos en cualquier cómic de Alan Moore. La peli ha tardado dos años en estrenarse (aunque lleva bastante tiempo corriendo por la red), y no es de extrañar, porque el recorrido comercial que puede tener este producto para mentes despiertas y con ganas de desgastar neuronas es bastante dudoso.
 
   La ciudad imaginaria donde vive Ryan Phillippe en sus sueños paranoicos se hace llamar “Ciudad Intermedia” (“Meanwhile City” en el original, algo así como “Ciudad Mientras Tanto”, por lo que yo seguiría… “Mientras Tanto” ves la peli, te echas una cabezadita) que no aporta nada nuevo a las que nos presentaban en otras similares como Dark City o incluso Batman con su Gotham City. Urbes oscuras con estética de la época de Jack el destripador, donde la gente está más pa allá que pa acá, de manera que un tío que lleva una ridícula máscara de carnaval, como es el caso de nuestro amigo Franklyn, puede pasar desapercibido.

"Soy un incomprendido. Mi intención no era ir de Rorschach sino de Jack Skellington"

   Lo realmente interesante de esta “nueva” propuesta de metrópoli pseudomodernista es que la población ya ha dado un paso más de la moda del facebook, y en lugar de unirse a cansinas propuestas como “Me cago en los controladores aéreos y en su puta madre”, van más allá y se crean sus propias religiones minimalistas y temáticas a las que se asocia la gente a modo de club de fans.

   Lamentablemente, esta jugosa idea que tiene tantas posibilidades y que podría haber dado tanto juego no es desarrollada por el existencialista director McMorrow, que pasa de puntillas por ese maravilloso multirreligionarismo y se dedica a explicar historias que carecen del más mínimo interés. Porque la verdadera chicha de la peli es seguir la vida de cuatro personajes a cual más deprimente, cuyos caminos acaban finalmente entrelazándose… aunque con un buen calzador, todo se ha de decir.

   Las historias son de dramones de esos que te hacen vomitar. En primer lugar tenemos a Bernard Hill, el rey Theoden en la trilogía de El Señor de los Anillos, un viejete que busca a su hijo que estaba en un manicomio, internado por Dios sabe qué razón (en este tipo de pelis la clave es que el sufrido espectador salga del cine haciéndose preguntas y atando cabos). Después tenemos a un pringaíllo (Sam Riley) al que su prometida ha dejado plantado a pocos días de su boda, y que, en lugar de irse de putas para ahogar las penas, les mete la vara a sus colegas y se hace un harakiri mental que no veas. Una pena de tío.

   Pero la que se lleva la palma del frikismo más auténtico es Eva Green (recordemos: la única mujer que ha conquistado el corazón del macho entre los machos James Bond) quien se pasa la peli autograbando sus intentos de suicidio (como forma de arte gore) y que va con su madre al psiquiatra en una escena con un histrionismo propio de programas educativos como “Sálvame”.

"Si nos ficha Jorge Javier, tú haces de Kiko y yo de Belén Esteban"

   Y por último, el siempre inexpresivo Ryan Phillippe, quien se enfunda una capucha a lo Rorschach de Watchmen (también recuerda al muñeco Número 9) haciendo de una especie de superhéroe (aunque sin poderes) que persigue por los bajos fondos de la Ciudad Intermedia a alguien con el terrorífico nombre de “El Individuo”, apelativo que viene a demostrar la imaginación que derrocha el guionista (quién si no, el mismo director).

   Es de esos personajes que si Franklyn tuviera algún tipo de repercusión mediática, rápidamente lo veríamos en parodias como Scary Movie o similares, porque raya el ridículo.  Y es posible que sea eso lo que le falte a esta peli, un poco de distensión, sentido del humor y mucha más acción, porque resulta soporífera y se queda en un intento de hacer algo original sin conseguirlo./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Condenada a alforfones
		Recomendada por Kuato a: los que se lo pasan pipa viendo cómo la gente explica sus patéticas vidas sin ningún pudor en “El diario de Patricia”.
		No recomendada por Kuato a: quien piense que un personaje con una capucha de fantasma y vestido de negro, necesariamente tiene que dar miedo. Con Franklyn y Ryan Phillipe se les chafará ese mito.
		Ego-Tour de luxe por: ese agnosticismo que propone la peli en que las religiones se convierten en clubs de amigos sin ánimo de lucro y que no te obligan ni a ir a misa, ni rezar, ni te prohíben comer carne. ¡Vivan las religiones del futuro!.
		Atmósfera turbínea por: que el director describa Franklyn como “un cuento de hadas urbano, con fe, amor, redención, suspense, el bien y el mal, además de la sensación de que un poder subliminal, quizá mágico, está detrás de todo”. ¿Qué se ha fumao este tío?

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