FAST CHARLIE crítica: SÍ es país para viejos

Pierce Brosnan es un sicario madurito que sigue los pasos de Antonio Banderas y Liam Neeson

Si no tuvimos suficiente con Cult Killer y El protector, con Antonio Banderas haciendo de vetusto asesino a sueldo, o La memoria de un asesino del siempre amargado Liam Neeson en busca de su jubilación como sicario, ahora nos llega Pierce Brosnan con este Fast Charlie de fácil visionado, pero también de fácil olvido. Un guion tramposo y plagado de licencias con malos de serie B, que se salva de la quema por la siempre agradable presencia de Morena Baccarin y el carisma que aún desprende el penúltimo James Bond. Y luego está James Caan como capo moribundo de una organización mafiosa un poco de andar por casa (nada que ver con su familia Corleone de El Padrino), y que supone su póstumo papel (o más bien cameo) en el mundo del cine antes de morir.

Bastante ha hecho Phillip Noyce con el pobre presupuesto con el que ha contado para hacer Fast Charlie (18 millones de dólares), que nada tiene que ver con aquellos tiempos de abundancia como en Salt, Juego de patriotas o El coleccionista de huesos, donde se notaba que habían muchos billetes verdes detrás de ellas. El tema es que en Fast Charlie no verán persecuciones espectaculares en plan Fast & Furious, ni grandes explosiones lumínicas como en las pelis de Michael Bay. Eso le da un cierto tono retro, que tampoco está mal en estos tiempos donde cuesta encontrar lo auténtico.

"Júrame que intentarás que el próximo James Bond sea mi hijo Scott Caan"

La película sigue a un fiel sicario como Pierce Brosnan, con ganas de jubilarse abandonando una organización mafiosa muy cutre dirigida por un James Caan en plan cascarrabias a lo Clint Eastwood, dirigiendo el cotarro desde su silla de ruedas, al que un gánster con ambiciones llamado Mendigo se lo quiere cargar. Especialmente sangrante es la escena del cumpleaños del viejuno capo, donde Pierce Brosnan emula a Ray Liotta en Uno de los nuestros, describiendo a los poco convincentes miembros de una banda que asusta más bien poco. Cualquier parecido con la obra maestra de Scorsese es pura coincidencia.

“Fast Charlie está repleta de guiños humorísticos que nos hacen ver que no quiere ser precisamente un referente en el género de los gángsters y los tíos duros”

Pero bueno, nos movemos bordeando la honrosa línea de la serie B, y ese guion lleno de engaños y unos mafiosos en las antípodas de Joe Pesci o Robert De Niro, en cierta manera se suple con un Pierce Brosnan siempre sarcástico, que entre tiro y tiro, se va camelando poco a poco a una tía dura como Morena Baccarin, que no se lo pone fácil, pero… ¿quién le va a hacer un feo al mismísimo James Bond? Sus momentos juntos elevan el nivel de la película, y ese juego amoroso es un plus que suple muchas carencias de Fast Charlie (sobre todo, esos inverosímiles conejos que se va sacando de la chistera el guionista para cuadrar la historia).

"Si Roger Moore aún ligaba hecho un vejete en Panorama para matar, yo también puedo"

Aparte de la habitual ironía que suele exhibir el otrora sex simbol Pierce Brosnan, la peli está repleta de guiños humorísticos que nos hacen ver que Fast Charlie no quiere ser precisamente un referente en el género de los gángsters y los tíos duros. Además, el antagonista de Caan se hace llamar el “Mendigo”, a su secuaz más violento le llaman “The Freak”, tenemos a uno que lo apodan “Rollo”, y Brosnan se mofa de un inútil aprendiz de sicario llamándole “Donut” porque ha matado a uno metiendo una bomba en una caja de donuts. Vaya, que esto parecen nombres sacados de Reservoir Dogs, pero sin Harvey Keitel ni Steve Buscemi de por medio. Después está la madurita exsuegra de Morena Baccarin, quien habiéndose gastado una morterada en ponerse un par de tetas para intentar echar una canita al aire, llama a la buenorra novia de Deadpool “chupatestículos”.

En estos tiempos que corren, donde las grandes estrellas de Hollywood son cada vez más jóvenes, como Timothée Chalamet, Zendaya o Sydney Sweeney, no está mal ver a maduritos de buen ver como Pierce Brosnan, y sobre todo a la hechizante Morena Baccarin dando un puñetazo en la mesa para demostrar que la experiencia es un grado. A ella la veremos dentro de poco en Deadpool y Lobezno, y en 2025 en la secuela Greenland: Migration, Y Pierce Brosnan se vislumbra como un claro sucesor más guapote y más cachondo de un Liam Neeson cansado ya de hacer de antihéroe amargado entrado en años. Apostamos por ello.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

Recomendada por Kuato a: los que quieran una peli blanca para pasar un rato con su pareja, la abuela y los niños. En Fast Charlie, violencia la justa y sexo inexistente.

No recomendada por Kuato a: los que les rechinen las neuronas al ver giros de guion tramposos y truquitos de guionista que no admiten un segundo visionado de la peli

Ego-Tour de luxe por: la química adulta entre Brosnan y Baccarin, que invita a continuar la historia iniciada en Fast Charlie (y a ser posible, con más presupuesto)

Atmósfera turbinea por: esa facilidad con la que Brosnan entra en un puticlub y se carga sin pestañear a unos malos que incomprensiblemente no se dan cuenta de su presencia. La credibilidad no es el fuerte de Fast Charlie.

■ FAST CHARLIE. ESTRENO EN VENUSVILLE: 19/07/2024.