<Ernest Borgnine ha fallecido por causas naturales a la edad de 95 años. Su cara de matón de barrio y su sobrepeso le hicieron ideal para interpretar esos papeles secundarios a los que ningún galán de Hollywood hubiera optado jamás ni por físico ni por voluntad propia. Personajes antipáticos y violentos, villanos en su mayoría, que interpretó con un carácter y un carisma fuera de toda duda que hicieron que aún en ese registro se ganara la simpatía y el favor del público. Aún puteando a Spencer Tracy en Conspiración de silencio (1955), interponiéndose en el amor de Joan Crawford y Sterling Hayden en Johnny Guitar (1954), o incluso pegando hasta la muerte a Frank Sinatra en De aquí a la eternidad (1953).
Porque Ernest Borgnine era un actor como la copa de un pino que pese a haberse encasillado en secundario convertía en grande el personaje más pequeño, con más de 200 trabajos a sus espaldas tocando todos los géneros venusvilleros: el western (Veracruz, Chuka, El cazador de recompensas), el péplum (Demetrius y los diez gladiadores, Barrabás), el bélico (Doce del pátibulo, El último torpedo), la acción (El emperador del Norte, Convoy) y las aventuras en general (Los vikingos, El vuelo del Fénix, El príncipe y el mendigo), que en cuanto tuvo la ocasión de interpretar un papel protagonista, se hizo con el Oscar de su año. Fue por Marty en 1955 por el papel de carnicero gordo, feo y sin novia, arrebatándoselo a estrellas del prestigio de Frank Sinatra, Spencer Tracy, James Cagney y James Dean.
60 años de carrera non-stop de los que nosotros aún pudimos disfrutarlo a partir de la década de los 70 recuperando en dobles programas de reposición clásicos del fantástico como Estación polar Cebra (1968), La aventura del Poseidón (1972), y 1997: Rescate en Nueva York (1981), hasta verlo recientemente en Gattaca (1997), Blueberry (2004) y Red (2010). Una carrera sin tacha de la que de su vasta filmografía destacamos tres películas: Doce del patíbulo (1967), film bélico que renovó las bases del género, imitado aún hoy en día hasta la saciedad; Los vikingos (1958), en la que interpretando a Ragnar se comía con patatas como vikingo a Kirk Douglas y Tony Curtis juntos; y como no, Grupo salvaje (1969), el western definitivo de Sam Peckinpah en el que junto a William Holden formó el tándem pistolero más atractivo desde Clint Eastwood y Lee Van Cleef.
Ernest Borgnine fue un bulldog cinematográfico con el arte de un galgo alsaciano./>
Ernest Borgnine, de aquí a la eternidad para siempre
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