EL EQUIPO A comentario: 1 x 1

El Equipo A: 1 x 1

Pasamos revista a los cuatro hombres que fueron encarcelados por un delito que no habían cometido

Por Da II

<Quizá lo más complicado de cualquier adaptación de las viejas series es renovar a los personajes, ya que los originarios no suelen andar para muchos trotes, o para ninguno, y llega un momento que ver al comandante Kirk luciendo barriguita se acerca demasiado a la comedia. Liftings los ha habido de todos los colores. Desde reinventarse a los protagonistas sin miramientos, en algunos casos con la sospecha de que el casting se ha realizado bajo los efectos de un coctel de drogas, hasta quitar a uno e inventarse a otro o incluso fundir dos de ellos en uno, que siempre sale más económico. Muy habitual es también, aún manteniendo el rol del personaje original, cambiar totalmente la caracterización. O en pos de cierta equidad étnica mudarles el color de la piel.

En el caso de El Equipo A han sido fieles con argumentos y situaciones, y especialmente se han esforzado con los personajes incluida la elección de los actores donde han buscado el parecido. Aunque no con todos han tenido el mismo éxito se debe agradecer ese respeto por el original.

Coronel John Hannibal Smith (George Peppard/Liam Neeson)

   No sé si por casualidad o con toda la mala intención han elegido, como ocurría en la serie, al actor con más pedigrí para el papel. Es el personaje mejor conseguido. Gracias en buena medida a la interpretación del maestro Jedi que ha recogido con buen hacer gestos, poses y guiños del original. Es cierto que tampoco es nada del otro mundo para un actor curtido, pero su papel ayuda a meterse en la película, despejar dudas y aliviar objeciones, amén de activar casi todas las teclas de los recuerdos. Es un gran homenaje.

   Como mandan los cánones actuales del cine, es un coronel más dado a la acción, más físico, pero sin pasarse, comedido. Sin embargo se echa en falta la prestancia y autoridad que se le suponen a un coronel, A medida que pasan los minutos a uno le queda la sensación de que es un colega más. No consigue mantener esa ascendencia de curriculum que si mantenía el bueno de Peppard, siempre con un punto más de oficio por encima de los compañeros de reparto. Este coronel se va difuminando a medida que avanza el metraje. Sobre todo porque el guión se va inclinando hacia el protagonismo del teniente Peck.

Sargento Albert Bosco M.A. Baracus (Mr.T/Quinton Jackson)

La verdad es que agarrar a un negrote fornido y plantarle un corte de pelo mohicano no necesita especiales conocimientos en física cuántica. Sin embargo, se han esmerado en el casting y el chico tiene un aire bastante encontrado. Me falta esa chabacanería de las alhajas del original pero hoy en día quedaría demasiado desfasada. Además de la necesidad de un cuello de luchador para aguantar tanto metal.

El reto de este personaje era imposible. Conseguir esa pose cabreada tan propia de los profesionales del Wrestling; porque el amigo Mr.T. siempre parecía que estaba a punto de empezar un combate, retando al adversario en el cuadrilátero. La solución hubiera sido buscar a otro luchador sin dotes de actor. Aun así, el Quinton (vaya nombrecito) intenta esa pose de eterno cabreado, y también darle ese toque de excentricidad habitual propio de Mr.T (un personaje ya en sí mismo.) Dentro de la dificultad, no sale mal parado.

El pero más grande es que con el paso del tiempo se ha perdido la cualidad de manitas del sargento, capaz de construir un cañón con las tuberías de un desguace, pero en esta época más tecnológica las habilidades manuales van quedando relegadas ante la eficacia de un buen vibrador.

Capitán H.M. Loco Aullador Murdock (Dwight Schultz/Sharlto Copley)

Insustancial. Ni bien ni mal ni todo lo contrario. Dos piruetas de pilotaje y poco más. Es cierto que en la serie su cualidad de piloto era utilizada de forma muy puntual, en bastantes capítulos ni siquiera volaban. Aquí han cambiado la capacidad por elevar cualquier cacharro destartalado por las cabriolas con aviones de carga. Su gran aportación era el punto cómico, siempre dispuesto a alguna locura que lo enfrentaba con M.A. o sus fugas de los hospitales psiquiátricos.

No sé si es falta de guión o pericia del actor pero no alcanza ninguna escena hilarante o surrealista, ni siquiera burda, de un humor cuestionable, de estas últimas había muchas en la serie. Nada. En un película coral casi siempre hay alguno de los personajes que queda algo relegado (en cada capítulo de cualquier serie también, pero éstas tienen la ventaja contar con más capítulos para alternar) y aquí le ha tocado al bueno de Murdock. Al menos, es reconocible. Más que una mala elección, de actor y caracterización, es un problema de espacio y desarrollo. Tampoco resulta molesto o desentona.

Teniente Templeton Face Peck (Dirk Benedict/Bradley Cooper)

Es entendible que sea el protagonista más central de la película. Es lógico que los guionistas se lo dieran porque el teniente Tempelton Peck era el guaperas, era el glamour (algo desfasado pero glamour), era la sonrisa irónica, siempre dispuesta, aun en los peores momentos, era el tipo capaz de conseguir cualquier cosa. En fin, era un tipo encantador.

   Pues bien, este nuevo Peck le falta todo esto y algo más, pero por encima de todas sus carencias adolece de estilo, porque estilo no es pasarse toda la película exhibiendo unos pectorales que envidiaría el mismísimo Mr. T. Desde luego no veo a este nuevo Peck con su toallita a la cintura con el encanto necesario para aparecer con un Ferrari en plena selva asiática. He de reconocer que un servidor siempre ha sentido especial predilección por los conseguidores, jetas fundamentales en cualquier comando o grupito de combate cinematográfico que se precie, y este Fénix no lo es. Guapo sí, cachas desde luego, hasta una sonrisa bastante atractiva, pero es el único que no respeta la esencia del personaje original.

   Falto de encanto, de glamour en el fondo, soez, es lo peor de la película, sobre todo chirría que protagonice la parte final y encabece una especie de motín para arrebatarle hasta la escenificación del último plan al coronel Hannibal.

Para los viejos seguidores de la serie toca aplaudir este esfuerzo por entroncar personajes y argumento; al menos a mí me ha llevado, en un pequeño paseo por el pasado, a aquellas tardes de verano y resaca, mientras me dormía delante del televisor en una de las muchas reposiciones de la serie./>