EL CIRCO DE LOS EXTRAÑOS crítica: Aprenda a ser vampiro con CCC

Aprenda a ser vampiro con CCC Solo por ver a John C. Reilly como el payaso de Micolor, y a Salma Hayek de Don Cicuta, ya vale la pena Por Beto

<Que vaya por delante que El circo de los extraños se trata de una película de terror… para niños y jóvenes, así que hay que verla como tal. Una película que es además simplemente una carta de presentación para futuras secuelas, con un final abierto. De hecho, la trama está basada en una serie de libros fantásticos que augura una historia más potente para posteriores entregas.

   Tenemos ante nosotros la eterna lucha entre el Bien y el Mal, encarnados por una parte en unos vampiros “light” que se dedican a subsistir a base de mordeduras leves a los humanos sin matarlos ni dejarles secuelas, y los vampirianos, que dejan secas a sus víctimas causando el terror por donde pasan.

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   La carta de presentación es buena, con  el líder de los vampiros buenos viviendo de incógnito en un circo lleno de freaks, aunque dicho circo podía haber sido explotado mejor, dándole un cariz más sombrío sin dejar de perder el look teenager de la cinta.

   Entre los freaks mencionados destaca el Sr. Largo, un cabezón de mucho cuidado encarnado por Ken Watanabe, en la que sin duda es su interpretación más grotesca de las que mi mente recuerda (qué lejos queda El último samurái, ¿eh, Ken?), un hombre cobra con aspiraciones musicales, un hombre-lobo que siempre es lobo, unos enanos cabrones mordedores, o una mujer barbuda encarnada por Salma Hayek, de la cual sólo vemos que le sale pelo en la cara (es una lástima que no veamos el resto de su anatomía sin pelo).

   Y dejo para el final al vampiro bueno, un personaje alejado de los registros habituales de William H. Macy que más parece un payaso del anuncio de Micolor, (¡madre mía, vaya rizos!) que otra cosa, y que siempre va acompañado de una araña tutticolori venenosa.

   Por parte de los vampiros malignos poca cosa a destacar, tan solo sus largos guardapolvos y sus caras de mala leche, y como estandartes de la lucha entre los dos bandos tenemos a dos jóvenes amiguetes que se ven implicados en esta trama y oh, casualidades de la vida, resulta que ambos tienen cualidades para ser futuros líderes de los dos bandos, cuando realmente por el aspecto que dan, como mucho a lo que pueden aspirar es a hacer un remake de Los Goonies o cualquier comedieta de adolescentes imberbes.

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 Como sucede últimamente en toda historia de vampiros, tenemos pequeñas novedades a  aportar al género: de entrada, los jóvenes aspirantes a líderes vampíricos pueden estar a la luz del día durante un cierto tiempo, hasta que su transformación sea completa. Tampoco vemos en ningún momento que se transformen en murciélagos, eso sí corren que se las pelan y tienen una fuerza sobrehumana. El paso a vampiro se produce por una incisión de las garras de Micolor en los dedos del jovenzuelo, sin mordisco ni nada, y la novedad más cachonda consiste en el poder de adormecer a los humanos para poder morderles… por medio de un gas que emiten por el aliento.

   Esperaremos a ver la segunda parte (si llega a hacerse) porque se intuye una buena historia detrás de todo esto…/>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey
		Recomendada por Kuato a: los cinéfilos infantiles. Es una buena manera de introducir en el género a las nuevas generaciones.
		No recomendada por Kuato a: los que esperen ver sangre a borbotones, yugulares desgarradas y vampiros entrando por la ventana de la habitación de tías tetudas en camisones semitransparentes (me estoy poniendo cachondo…).
		Ego-Tour de luxe por: la visita del circo a la ciudad con la exhibición de monstruos. La puesta en escena intuía algo más sombrío, pero lo compro.
		Atmósfera turbínea por: las pocas escenas de acción, se intuyen más en posteriores secuelas, pero nos queda la sangre en los labios… perdón, quiero decir la miel en los labios.

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