DYLAN DOG: LOS MUERTOS DE LA NOCHE artículo: Sin pulso, sin problema

Sin pulso, sin problema

¿Once años para escribir el guión a partir del
cómic? Joder, habrá que volver a ver la peli...

De Tripictures

<Siempre que se venden 56 millones de copias de un cómic, sabes que se ha tocado una fibra sensible. Dylan Dog es uno de esos cómics. Creado por el italiano Tiziano Sclavi, Dylan Dog tiene lugar en una parte oscura, misteriosa y peligrosa del Londres actual. La serie de cómics es tratada con tanta veneración en Italia, y otros lugares de Europa, que ha tomado un cariz de objeto de culto que crece día a día. Dylan Dog se publicó por primera vez en Italia en 1986 por Sergio Bonelli Editore y sigue siendo popular, ya va por el número 284 –con veinticuatro años continuos de publicación –; no hay muchos casos de cómics, en cualquier parte del mundo, con tantos números publicados.

Dylan Dog es el único detective privado del mundo de los muertos con una tarjeta profesional que dice literalmente “investigador de lo paranormal: sin pulso, sin problema”. Es tan bravucón como Indiana Jones y tan inteligente como Ben Cates – Dylan está dispuesto a ir donde no va ningún otro mortal – enfrentándose por igual a amigos y enemigos, hasta que se haga justicia. A pesar de conocer todos los secretos y rivalidades de este submundo, está cada vez más convencido, como cualquier persona normal, que cuanto menos tenga que ver con ellos y sus problemas, mejor. Sin embargo, alguien o algo siempre le arrastra de vuelta al oscuro mundo de los muertos. Las aventuras de Dylan siempre han contado con los elementos tradicionales del género del terror, con sus numerosos “tributos” a los monstruos clásicos (es decir, Frankenstein, el hombre lobo, Drácula y muchos más), pero también han cuestionado la condición humana: frecuentemente poniendo a Dylan en una situación que apunta al monstruo real, la humanidad misma.

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A pesar de que fuera enormemente popular en Italia, Dylan Dog era un gran desconocido en los Estados Unidos. Por lo tanto, los cineastas tenían el reto de crear una película que gustara a las audiencias americanas, sin dejar de ser fiel a los fans europeos. La misión comenzó en 1998 con unos guionistas poco conocidos, Thomas Dean Donnelly y Joshua Oppenheimer, que desde entonces han escrito numerosos guiones, entre ellos, Sahara y el remake de Conan el bárbaro. Dylan Dog: Los muertos de la noche fue uno de sus primeros encargos grandes. “Cuando vimos la serie de cómics, alucinamos con lo diferente que eran todas las historias, unas de otras, y aún así estaba este personaje central, Dylan, que es mitad Sam Spade y mitad Mike Hammer, dentro de un mundo que jamás habíamos visto”, dice Donnelly. “Nos encanta esta serie de cómics por tener un mundo realmente único y por cómo mezcla géneros de una manera que sólo podría hacer un cómic europeo”, añade Oppenheimer.

"A lo largo de los once años que llevó pasar Dylan Dog del cómic a la pantalla, Donnelly y Oppenheimer escribieron varios borradores incluyendo el traslado a Nueva Orleans"

A lo largo de los once años que llevó pasar Dylan Dog de las páginas de un cómic a la pantalla grande, Donnelly y Oppenheimer escribieron varios borradores, entre estos borradores incluyeron el traslado a Nueva Orleans, Louisiana. “La versión de Londres de Tiziano Sclavi es preciosa – gótica y oscura – un lugar donde cualquier cosas podría ocurrir”. Dice Donnelly. “Es difícil encontrar lugares que se parezcan al Londres de Sclavi”. De modo que, cuando los productores decidieron llevar la producción a Nueva Orleans, Donnelly y Openheimer tuvieron que adaptar el guión a su nueva localización. “No sé exactamente quién empezó la discusión sobre Nueva Orleans, pero en cuanto oímos la idea de Nueva Orleans, pensamos que sería perfecto”, dice Donnelly. “Si vas a traer a Dylan a America y ponerle en un ambiente americano, no puedo pensar en un lugar mejor que Nueva Orleans”.

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El director Kevin Munroe también explica sus impresiones: “La primera vez que oí algo sobre Dylan Dog fue cuando estaba desarrollando un trabajo sobre otra publicación de cómics. En ese momento, la publicación tenía acceso a una propiedad llamada “Martin Mystere” y estaba desarrollándolo como una serie de televisión que finalmente se cayó”, explica Munroe, que anteriormente había dirigido TNMT: Tortugas Ninja Jóvenes Mutantes, que fue el gran relanzamiento de la franquicia. “Pensé que DYLAN DOG era muy cool, pero no podía leerlo, ya que no había versiones en inglés en aquel entonces – casi diez años después, recibo una llamada de Platinum Studios y Hyde Park Entertainment preguntando si alguna vez había oído hablar de Dylan Dog, porque tenían un guión que querían que leyese. Simplemente sonreí. Si alguna vez buscas evidencia de que existe el karma en el universo, ahí está”, dice Munroe.

Al igual que el resto de los talentos involucrados en este proyecto, el director Kevin Munroe adoraba el guión: “Al llegar a la página 10 ya estaba enganchado. Pensé que era realmente bueno. Me encantan las películas que, en cierto sentido, revientan los géneros y estilos, esto para mí fue la mejor parte. Era una película de acción tan buena, tenía mucho material de comedia de colegas y tenía personajes de terror. Simplemente era una mezcla buenísima, y me gustan películas como, Los cazafantasmas, Men in Black y Gran golpe en la pequeñe China, películas que mezclan géneros de esa manera. Y para mí esto era perfecto, porque era lo suficientemente cool como para sostenerse contra otras películas basadas en cómics”./>

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