Luc Besson dirige una versión romántica de Drácula con Caleb Landry Jones como el conde
Más de uno pensará que Luc Besson y Caleb Landry Jones se hicieron tan amiguetes entre perretes rodando Dogman, que les ha quedado ganas de repetir y por eso se han embarcado en este nuevo proyecto de Drácula, pero lo cierto es que el primer encuentro que tuvieron actor y director fue precisamente para adaptar la nunca adaptada (es broma, claro) novela de Bram Stoker. Pero como la vida es caprichosa acabaron haciendo Dogman primero, y ahora sí, por fin se ponen con Drácula.
Una versión que se centrará en la historia de amor que vivió el conde rumano que lo llevó a renunciar a vivir por la eternidad bebiendo sangre como castigo. Lo que tan bien contó Francis Ford Coppola en el prólogo de su Drácula de 1992 con Gary Oldman embutido en la famosa armadura roja, vamos, pero en forma extendida y alargada. Sólo cabe esperar que Luc Besson no se nos haya amoñonado con la edad y no se nos ponga romántico a niveles no aptos para diabéticos.
“Es un acercamiento totalmente romántico. Hay un lado romántico en el libro de Bram Stoker que no se ha explorado mucho. Es una historia de amor sobre un hombre que espera 400 años para la reencarnación de su esposa. Es el verdadero corazón de la historia, la espera de una eternidad para el retorno del amor”, ha declarado Luc Besson secándose con un pañuelo de encaje las lagrimitas que no ha podido reprimir…
Mucha curiosidad tenemos por ver cómo plantea Caleb Landry Jones personaje tan mítico, y más aún después de su excelente interpretación en Dogman (ay, qué buen Joker se ha perdido). Apostamos toda nuestra colección de cromos de Hotel Transylvania a que estará en las antípodas de la recreación de Nicolas Cage en Renfield. Por cierto, a Landry Jones le acompañarán en el reparto Zoë Bleu Sidel (hija de Rosanna Arquette) como el amor intemporal del conde, y Christoph Waltz en un papel sin determinar (¿quizás Abraham Van Helsing?).
Caleb Landry Jones en las pruebas de maquillaje
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