<Vaya hombre, hace tan solo cuatro días botábamos como un marsupilami de alegría con la noticia de que a John Lasseter se le concedía una estrella en el paseo de la fama de Hollywood como homenaje a su exitosa carrera, y ahora se nos cae el mundo al suelo como si a un galo le cayera el cielo sobre su cabeza al leer que al trío protagonista de la saga Crepúsculo también se la han otorgado.
Tal cual. Robert Pattinson, Kristen Stewart y Taylor Lautner, niñatos solo reconocibles por haber interpretado a un vampiro bobalicón y purpurín, a una mojigata sosa y ramplona, y a un hombre lobo tarzanito cachitas en la saga crepusculera, han dejado impresas sus manos y sus pies en el cemento de la fama, y ya tienen una estrella a su nombre igual que tantas y tantas estrellas míticas hollywoodienses.
¡Tongo, tongo, y retongo! Debería existir una normativa que legislara a quién le dan dicha estrella, porque si se siguen estos criterios, lo único que se consigue es desacreditar y desvalorizar dichos reconocimientos. ¿Cómo se pueden comparar estrellas del calibre de Gary Cooper, James Stewart o Marilyn Monroe, con niñatos imberbes que sólo cuentan con tres películas en su haber? ¿Por qué son películas taquilleras? ¿Y qué? En ese caso que se la den también a Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint por su participación en los Harry Potter.
Llámennos sentimentales si quieren, pero hay veces que los intereses económicos matan todo romanticismo, épica y fantasía. Mierda de mundo…/>
¿Los nuevos Paul Newman, Ava Gardner y Tony Curtis?
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