CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN crítica: Vicky y el dragón Elliot

Vicky y el dragón Elliot Ni Dragonheart, ni El imperio del fuego, ni Eragon. La puta peli definitiva de dragones es Cómo entrenar a tu dragón Por Ray Zeta

<Miren ustedes por donde, lo que intentó Eragon fracasando estrepitosamente en el intento, lo ha conseguido plenamente Cómo entrenar a tu dragón. A ambos se les puede tildar de beber de mil fuentes cinematográficas, pero mientras que Eragon era un soberbio pastiche que saqueaba todo lo referente a Star Wars y El Señor de los anillos metiéndolo con calzador, y dando como resultado una obra con menos personalidad, gracia y entidad, que un cardo borriquero vendado, Cómo entrenar a tu dragón se erige como un producto con clara personalidad propia, y consigue entretener, divertir y emocionar a partes iguales.

"Tranquilo Desdentado, que yo a ti nunca te llamaría Saphira"

   En Eragon, los jinetes de dragón son una copia barata de los caballeros Jedi (protegen el reino como los caballeros Jedi protegen la galaxia), y el malo de Darth Vader (se pasa al lado oscuro y los traiciona convirtiéndose en el villano de la función); Eragon por su parte lo es de Luke Skywalker (también es un joven que vive con su tío granjero, a quien también le arrasan la granja y lo matan); y Jeremy Irons de Obi-Wan Kenobi (su maestro y quien le adiestra con la espada); el lugarteniente del villano es clavado a Grima Lengua de Serpiente, y los seres de los que disponen parecen nazguls y orcos; hasta la joven elfa de la que se enamora Eragon es un clon de Arwen.

   Si a todos estos atracos a celuloide armado le suman que el director debutante Stefen Fangmeier tiene el mismo talento para hacer cine que un zapato, el tedio, el bostezo, y hasta la indignación están servidos. En cambio, en Cómo entrenar a tu dragón, los directores Dean DeBlois y Chris Sanders son capaces de coger los cientos de referentes que todos tenemos en mente acerca de dragones, vikingos, y monstruitos simpáticos, e integrarlos con gracia e inteligencia en un guión que acaba pareciéndonos nuevo, y que como los de las buenas películas épicas, todos los episodios que acaecen en él son consecuencia directa del anterior hasta acabar en un combate final espectacular.

"Combate que a mí me ha recordado el que mantienen Hércules y Pegaso contra la Hidra"

   Desde Vicky el vikingo (las similitudes físicas entre Hipo y su padre, con Vicky y Halvar son más que evidentes), La historia interminable (el primer vuelo a lomos de Desdentado, también saqueado en Eragon), y E.T. el extraterrestre (la protectora amistad de un niño con una criatura supuestamente enemiga natural), a un buen puñado de producciones animadas Disney (La bella y la bestia, Aladdin, Hercules y, sobre todo por ser también de ellos, Lilo y Stich. Cómo entrenar a tu dragón es de hecho la producción animada DreamWorks que más se aleja de la línea trazada por éstos –las parodias y los chistes verbales-, y más se acerca a las directrices Disney –la épica y la emotividad-). Tanto es así que Eragon, que iba supuestamente destinada a un público juvenil, es cien veces más infantil que Cómo entrenar a tu dragón, peli de dibujos que gustará por igual a pequeños y mayores, unos dibujos cuya existencia olvidarán al tercer fotograma./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid:Venus Hall of Fame
		Recomendada por Kuato a: Christian Bale y Matthew McConaughey. Si hubieran visto esta peli antes de hacer El imperio del fuego… ¡cuántos disgustos se habrían ahorrado!.
		No recomendada por Kuato a: espectadores con el coeficiente intelectual de un tomate a los que les gustó Eragon.
		Ego-Tour de luxe por: las consecuencias que tiene el combate final en el protagonista. Cuando vean la peli lo entenderán.
		Atmósfera turbínea por: que Mel Gibson ya no podrá realizar la peli definitiva sobre vikingos como es su intención.

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