CENTURIÓN crítica: Los 4 reyes Arturos del Apocalypto

Los 4 reyes Arturos del Apocalypto Imagínense a Clive Owen y Keira Knightley en El rey Arturo perseguidos por los mayas cabrones de Apocalypto Por Ray Zeta

<Gladiator sólo hay uno, y eso lo sabe el director Neil Marshall, lo sabemos nosotros, y lo sabe hasta el gato del sobrino de la portera de nuestra escalera, así que siendo imposible hacer una peli de romanos mejor que Gladiator, más vale no intentar imitar su majestuosidad, su grandiosidad, y su complejidad técnica y artística, bajo peligro de darse más batacazos que el coyote del Correcaminos, y coger un referente más plausible como El rey Arturo.

   Dicho y hecho. Tenemos así la premisa inicial (romanos contra pictos en la Inglaterra del siglo II d.C.), la estética (esos exteriores naturales fotografiados con tonos azulados), y los personajes (el romano guapetón, el líder picto y la picta arquera, clavados a los interpretados por Clive Owen, Stellan Skarsgard y Keira Knightley, respectivamente). Sólo queda pues mejorar el referente, lo que Neil Marshall consigue plenamente estudiando los aciertos del Apocalypto de Mel Gibson.

"Pues si yo hago de Clive Owen, espero que tú no seas Keira Knightley"

   El director de The Descent libera así su peli de toda la ñoñería, ramplonería y fifionería que emanaba El rey Arturo (lo que no le ha sido nada díficil, sólo ha tenido que no enviar a su protagonista a peluquería cada vez que le caía el flequillo sobre los ojos, como hacía Clive Owen, y convertir a la picta arquera en una letal asesina en vez de que se le rompa una uña cada vez que dispara una flecha, como le sucedía a Kiera Knightley), y va al grano contando una historia basada en la acción y el movimiento cuya simplicidad roza lo denunciable, protagonizada por personajes que no están para hostias, ambientada íntegramente en escenarios naturales, y mostrándola de manera tan sangrienta y descarnada que será disfrutada por los amantes del gore y sufrida por los estómagos sensibles a partes iguales.

  Sólo es una batalla, un secuestro y una persecución (para qué más), pero una batalla, un secuestro y una persecución que convierten Braveheart y Apocalypto en peliculitas para ser proyectadas en sesiones matinales infantiles. ¿Que sale un general de las legiones romanas? Pues es un general que se emborracha con sus hombres, participa en peleas de posada con ellos, y escribe frases guarras en las puertas de los cagaderos. ¿Que un soldado romano va a mear? Pues se levanta la falda, se saca la chorra, y a medio meo recibe un lanzazo picto que lo circuncida en el acto. ¿Que hay que matar a un picto en la batalla? Pues se le cercena un brazo o los dos, una pierna o las dos, se le degolla y se le decapita, porque menos de eso es de romanos mariquitas.

   Porque aquí no hay intrigas políticas discutidas en el Senado, entradas triunfales en Roma aclamadas por las masas, o bacanales amenizadas por esclavas númidas danzando con sus tersos pechos y culos prietos al son de ritmos tribales. Aquí sólo hay tíos guarros pasándolas putas, matando y muriendo, y corriendo, sobretodo corriendo. Como corrían Aragorn, Gimli y Legolas, pero por tierra, nieve y agua. Como una carrera Ironman pero sin relevos, avituallamiento o descansos.

   Igualito que corrían los indios mayas de Apocalypto, porque de hecho los protagonistas de Centurión son romanos y pictos como podrían ser mayas buenos y mayas malos, soldados imperialistas y zulús, o indios y vaqueros (sin ir más lejos, la peli guarda gran similitud con Jeremiah Johnson), porque lo de menos es el trasfondo histórico, aquí lo que importa es la acción, la sangre y la casquería.

"Esto por decir que Eva Green fue mejor chica Bond que yo"

      Casquería rodada con un ajustado presupuesto que luce como si fuera la superproducción del año gracias al ingenio y al talento del director (diría que más de un picto muerto vuelve a aparecer con un maquillaje distinto para morir otra vez en otra escena), actores más conocidos en sus respectivas casas a las horas de las comidas que en las plateas cinematográficas, y una escasez de diálogo digna de una película muda, sólo interrumpida por unas reflexiones en off del protagonista que están a medio camino del diario que escribe Kevin Costner en Bailando con lobos y del de Bridget Jones.

   Así que si al final Mel Gibson no rueda la peli de vikingos que tiene en mente, no se pongan tristes, que teniendo Centurión tenemos lo más parecido a lo que resultaría. Porque tal como la ha concebido Neil Marshall, Centurión es un tajo que va directo a la garganta./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Venus Hall of Fame
		Recomendada por Kuato a: Antoine Fuqua, director de El rey Arturo para que tome buena nota antes de hacer El rey Arturo 2. Bueno, y a Doug Lefler, de La última legión, también.
		No recomendada por Kuato a: quien prefiera ver un edulcorado peplum con moñas perfumados jugando a espaditas como Clive Owen, Brad Pitt o Colin Farrell.
		Ego-Tour de luxe por: la muerte al final de uno/a de los villanos/as. Me llegó tanto al corazón como cuando Sylvester Stallone cuelga en Máximo riesgo al negro forzudo de una estalactita.
		Atmósfera turbínea por: hombre, ya que sale una bruja pirula hubieran podido ponerle al menos alguna verruga….

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